Cap 5: El Pacto, La Bruja y el Zafiro Azul

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-¡Otra vez! - Gritaba Lucerys.

El pequeño Velaryon se levantaba una y otra vez, mientras Sir Criston lo derribaba. El entrenamiento ya había terminado, pero Lucerys insistía en continuar.

-¿Sabes que le ocurre? - preguntó Aemond a Jacaerys.

-No, -respondió el mayor de los Velaryon. -ha estado comportándose así desde que volvimos del funeral de la tía Laena.

-Si continúa así se hará daño. -la preocupación del Tuerto estaba justificada. Lucerys se estaba esforzando demasiado en los entrenamientos. Casi había perdido la cabeza a manos de Sir Criston Cole el día anterior, su maza estuvo a punto de destrozarle el rostro, lo cierto era que su instructor era bastante cruel con los hijos de Rhaenyra. - ¿Es qué no se da cuenta ?

Aemond observaba en silencio a Sir Criston, sus manos se cerraban aún más en dos puños con cada golpe que le daba a Lucerys. El último había sido demasiado, el pequeño Velaryon estaba en el suelo, contrayéndose por el dolor mientras contenía las lágrimas.

-¡Suficiente! -Aemond tomó a Lucerys del hombro y lo sacó fuera de ahí, o eso pretendía.

-El entrenamiento aún no ha terminado mi príncipe. -Sir Criston aún no había tenido suficiente.

"¿Quieres morir Cole?"

-El entrenamiento terminó hace horas, si siguen aquí, es sólo porque Lucerys así lo quiere.

-Y aún quiero, -el pequeño Velaryon hizo un esfuerzo por zafarse del agarre del Targaryen. -yo...

-No te lo estaba preguntando. -Aemond lo tomó del brazo con fuerza. -es todo por hoy. -hizo ademán en irse, pero Sir Harwin se atravesó en su camino.

"Maldición."

-Tal vez yo debería escoltar al príncipe Lucerys a su habitación Alteza. -Sir Harwin intentó separar a los dos niños, lo que solo hizo enojar aún más a Aemond.

-¡Quíteme sus manos de encima! - gritó, sabía que Sir Harwin era el padre biológico de los tres hijos de su hermana, sabía que sólo intentaba proteger a Lucerys, pero que alguien lo apartara tan violentamente de él hacía que su sangre hirviera.

-No olvide su lugar Strong, él es el príncipe. - Ver como el Caballero Blanco se aprovechaba de la situación ponía enfermo al pequeño Targaryen.

-Cuidado Cole, yo no soy un niño de cinco años. -Amenazó Sir Harwin.

-¿Cuestiona mis métodos de educación Sir?

-Sólo espero que esos métodos sean aplicados a todos los príncipes por igual.

-Muy bien, Jacaerys ven aquí. -Aemond alejaba a Lucerys del patio de entrenamiento. No veía la discusión y apenas escuchaba murmullos a sus espaldas. -pelea con Aegon.

-¿Qué te ocurre? -le preguntó el Tuerto a Lucerys cuando estuvieron a solas. El Velaryon ni siquiera lo veía a la cara. -No has hablado conmigo desde que regresamos Luke ¿Qué te ocurre? ¿Es por la cicatriz? ¿Te asusta? ¿Ya no quieres ser mi amigo?

-¿Qué? -las preguntas eran tan absurdas que Lucerys al principio pensó que había escuchado mal. -¿Cómo puedes pensar algo así? Por supuesto que quiero ser tu amigo Aemond, pero...pero...

-¿Pero qué? - Aemond no soportaba ver a Lucerys llorar, era una imagen que lo destrozaba. No podía lidiar con el Velaryon en ese estado, pero este silencio le resultaba 1000 veces peor.

-¿Por qué no me odias? Mírate, - Lucerys acarició el rostro del Targaryen, sus pequeños dedos rozaban los vendajes alrededor del ojo de Aemond. -Estás así por mi culpa.

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