31.

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Era un vuelo demasiado largo hacía Guadalajara , Sergio durmió casi todo el vuelo por lo mismo de que venía cansado de la carrera, yo aun tenía algo de energía, pero ya en las últimas horas me quedé dormida y cuando desperté estaba recargada en su hombro, noté que el seguía dormido, así que me quedé ahí, quería que este momento durará para siempre.
Cuando sentí que empezó a despertarse, me hice la dormida, noté que tomo la chamarra que tenía en sus piernas y la puso lentamente sobre mí, con dificultades ya que yo seguía en su hombro, sentí demasiado bonito.
Lunes 12 de septiembre, Guadalajara, Jalisco, México.
De fingir quedarme dormida, en verdad lo había hecho nuevamente hasta que Sergio me avisó que ya estábamos aterrizando.
-perdón- dije levantándome de su hombro.
-No te preocupes- me sonrió.
Bajamos del avión y ya nos esperaba un auto.
-Espera, estaba reservando una habitación antes de quedarme dormida- dije sacando mi celular rápidamente para indicarle la dirección.
- ¿Cómo que habitación?- me miró Sergio-
-Pues sí, en donde me voy a quedar- vi que negó con la cabeza.
-Te vas a quedar en mi casa.
-No Sergio, como crees.
- ¿Qué tiene?
- ¿Cómo que tiene?
-Ay ya, no exageres, vamos a mi casa, ya dije.
Llegamos con los Pérez, yo no quería ya que Sergio y yo no estamos juntos y siendo sincera sería un poco incómodo para mí, pero afortunadamente me recibieron bien, al que me cuesta un poco la convivencia es con su papá, aunque vamos poco a poco.
-Aquí tienes tu habitación- me decía Sergio mostrándome una habitación a lado de la de él.
-Gracias- le sonreí,
Entre a la habitación y acomodé mis cosas para tomar un baño y descansar un poco, después oí que Paola nos mandó hablar para comer.
Iba bajando las escaleras cuando Paola me habló nuevamente.
- ¿le puedes hablar a Sergio? Creo que no me escuchó.
-Si Pao-
Me regresé para tocar la puerta de la habitación de Sergio.
- ¡Pasa!
Abrí la puerta y lo vi sentado en su cama con su laptop.
-Dice Paola que bajemos a comer.
-Voy, pero pasa- me dijo, ya que me había quedado asomada en la puerta- te quiero enseñar algo- tenía algo de sentimientos ya que en esta habitación había pasado mis días después del accidente.
Me acerqué a él y tenía la imagen de una casa.
- ¿esta está padre no? - me señaló una casa con tonos negros y blancos.

-Si, está muy bonita y grande- no entendía porque me la mostraba- ¿es tuya?-Este

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-Si, está muy bonita y grande- no entendía porque me la mostraba- ¿es tuya?
-Este...- dijo algo nervioso- estoy ayudando a Jo.
-Que bien que se compre su casa, pero bueno, a comer- traté de sonreírle.

Cerró su computadora y se fue caminando detrás de mí. Los Pérez de ves en cuando me hacían preguntas como para tener tema de conversación y también en algunas ocasiones sacaban comentarios de que Sergio y yo regresáramos, "Si supieran que Sergio es el que no quiere", además, me sorprende que ellos no estuvieran tan enojados por lo que pasó entre nosotros y me perdonaran rápido.

-Bueno familia, nos tenemos que ir a los juzgados a checar lo del caso- decía Sergio, me despedí de todos y primero nos fuimos a casa de Jimena.
- ¡Te extrañé tanto! - le dije cuando la vi, dándole un enorme abrazo.
-Yo igual amiga, no sabes la falta que me has hecho.
-Y tú a mi-
-Hola Sergio, ¿ya no estas enojado con nosotras?
-Un poco- sonrió checo.
-Bueno, conmigo no hay problema, pero espero que con ____ ya no- me miró.
- ¿Nos vamos? - dijo Sergio cambiando de tema.
Subimos a la camioneta para irnos a los juzgados mientras Jimena nos platicaba que todo iba de maravilla con Ocon aunque se habían visto muy pocas veces ya que ella no había podido ir a los GP.
La tarde fue algo estresante, entre que nos tardaron muchísimo tiempo y en lo que se discutían algunas cosas, al final todo se resolvió, eran noticias buenas. Pasamos a dejar a Jimena a su casa y Sergio le dijo que esperaba verla en el próximo GP que sería en Singapur, según ella si iría, yo sabía perfectamente que no, la conozco.
Sergio comenzó a manejar y, yo conocía muy poco Guadalajara, pero a lo que se, los rumbos que tomo no eran hacia su casa.
- ¿Vamos a otro lado? - lo miré.
-Algo así- dijo bastante serio y algo nervioso.
La noche caía en la perla tapatía, entramos en una zona donde las casas comenzaban a verse más bonitas de lo normal, lujosas, grandes, autos de lujo, etc.
- ¿visitaremos a alguien? - volví a preguntar.
-Algo así- seguía con su tono nervioso y repitiendo las palabras.
Cuando vi donde se estaba estacionando era la casa que me mostró en la foto.
-Ah, la casa de Jo- dije según yo pensando que era casa de Jo Canales, su preparador físico, porque según eso me había dicho Sergio en la tarde.
Y si, cuando entramos ahí estaba, lo saludó con una gran sonrisa y un abrazo muy efusivo.
-¡Felicidades- le dijo Jo, no entendía, ¿Por qué le decía eso?
-Gracias cabrón- sonrío Sergio.
-Hola ____- me sonrió.
-Hola Jo- le devolví la sonrisa-
-Bueno, es por acá- nos dijo y comenzamos a seguirlo, yo seguía sin entender.
Entramos a una de las habitaciones que tenia la casa y era como de oficina, había un señor de traje con unos papeles en la mesa y sonrió cuando vio entrar a Sergio.
- ¡Checo! - lo abrazó.
- ¿Cómo estas Julián? - le dijo
-De maravilla, que gusto tenerte por acá, ¿ya listo?
-listísimo- sonreía Sergio.
Vi que le entregaron una pluma mientras el leía la hoja que por lo que alcancé a ver es un contrato.
-Bueno, los dejo, felicidades cabrón- le dijo Jo.
Nos quedamos los tres ahí mientras Sergio seguía leyendo hasta que dejo las hojas en la pequeña mesita y firmaba.
-¡Felicidades Sergio!- le dijo Julián mientras estrechaban las manos y luego la estrechaba conmigo, yo fingía una sonrisa, no entendía nada.
Julián se despidió y salió, mientras yo no sabía que expresión hacer.
- ¿Qué fue eso? - pregunté.
-____, bienvenida a mi nueva casa.
- ¿Qué? ¿Enserio?
-Si, era algo que tenia planeado desde hace tiempo, de echo nadie sabia mas que Jo y ahora tu- me sonrió.
-¿Ni tus papás? ¿o hermanos?
-Ni ellos.
-¿Y porque yo?- lo miré.
-Creo que es un poco obvio ¿no?- ay por dios Sergio, ¿a qué te refieres?- En un futuro me gustaría vivir aquí, contigo.
-¿Qué?- pregunté sorprendida, mis ojos se abrieron como plato- ¿Qué dices Sergio?
-Eres una tonta- se empezó a reír, porque a todos se les daba por decirme así.
-Oye- le di un leve golpe.
-Me podrías hacer lo peor del mundo y aun así no podría sacarte de mi corazón- tomó mi mano- ¿aceptarías vivir en un futuro aquí? ¿conmigo?
-¿contigo?- hice un gesto con la boca como burlon.
-Bueno y con nuestros futuros hijos- casi me voy para atrás cuando dijo eso y les apuesto lo que quieran a que mis mejillas parecían jitomates.
-Sergio, eso quiere decir que... ¿me perdonas?
-Desde hace mucho te perdoné, traté de olvidar lo que pasó, aunque fue un poco difícil y te voy a ser sincero, el verte siempre en los circuitos me dificultaba el olvidarte, entonces me dije, o la perdonas y la recuperas y tal vez lo vuelven a intentar o has como si nunca hubiera existido, cosa que me era imposible, así que...- alzó los hombros- te tengo a ti y te quiero a ti, es lo único que se y de lo que estoy seguro.
Iba a responderle, pero me jaló hacia el para besarme, no se cuánto había esperado por este momento, lo tomé por el cuello para abrazarlo y con otra mano acariciaba su cabello.
-Esta también es tu casa- dijo cuando nos separamos.
-No Sergio, como crees, es tuya, tú la compraste.
-Shhhh- me dijo- toma- me dijo dándome el bolígrafo.
-No Sergio, yo no puedo...
-Claro que puedes, es solo firmar.
Me le quede viendo un rato a el y al contrato, ¿quería estar con Sergio? Claro.
¿Voy a firmar?  .. Está bien. Me agaché un poco y plasmé mi firma en la hoja.
-Que gran paso acabamos de dar- me dijo.
Sergio...- lo miré.
-¿Qué pasa?
-¿Estás seguro de estar conmigo?
-______, a pesar de todas las circunstancias y problemas que hemos pasado, si de algo estoy seguro es de querer estar contigo, aprendí a hacer un borrón y cuenta nueva y esa cuenta nueva es contigo.
No lo pensé más y lo abracé, rodeándolo con mis brazos por su cintura como tanto me gustaba hacerlo y aferrándolo a mí.

Mi mejor decisión. 𝚂𝚎𝚛𝚐𝚒𝚘 𝙿é𝚛𝚎𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora