50 parte 2.

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Llegamos al Aeropuerto, nos despedimos de Norris aunque no se que tanto le susurró a Jimena en el oído, ella sonrió y yo entrecerraba los ojos para saber de que hablaban.

El vuelo, como era de esperarse, estuvo algo pesado. Al final Jimena me contó que seguía 'saliendo' con Esteban, pero que tenia que tomar una decisión antes de que empezara la siguiente temporada, le hice burla cuando dijo eso, parecía que estaba hablando como si se fuera a cambiar de escudería.

Llegamos por fin a Puerto Vallarta y en cuanto aterrizamos, sentíamos el calorcito y el atardecer nos recibía.

Una camioneta nos tocaba el claxon, pero se me hacia en cierto punto raro e incomodo, hasta que Paula comenzaba a saludar animadamente.

- ¿Qué haces? – dije sin entender.

-Ya vinieron por nosotras.

Cargó su maleta como pudo y cuando vi quien bajo de la camioneta no lo podía creer.

-¿Qué hace aquí? ¿Cómo llegó?

-Tiene casa aquí y después de la carrera salía su vuelo, por eso llegó antes.

-Pero es un viaje de amigas, no me cae mal, pero insisto es un viaje de amigas-

-el también es nuestro amigo – decía Paula.

Pato O'ward se hacía presente en nuestras vacaciones, nos ayudo con las maletas y resulta que por eso también se había adelantado el viaje. Mis amigas habían cancelado las reservaciones debido a que se enteraron de que O'ward tenía casa aquí y el mismo se ofreció a que nos podíamos hospedar en ella, sin embargo, el también estaría aquí.

-no te veo muy contenta – decía O'ward.

-No pensé que esto fuera a pasar así.

-Si, me platicaron que era un viaje de amigas, solo que cuando me dijeron el destino y las fechas, fue imposible no decirles que también estaría aquí y que además tengo casa aquí.

Hasta cierto punto traté de entenderlo, ya no quería molestarme por cosas tan tontas.

Cuando llegamos a su casa, ya era algo de noche, el atardecer estaba a punto de desaparecer, pero, estaba impactada con la vista y lo impresionante que estaba la casa, creo que al final de cuentas había sido una buena elección.

Cuando llegamos a su casa, ya era algo de noche, el atardecer estaba a punto de desaparecer, pero, estaba impactada con la vista y lo impresionante que estaba la casa, creo que al final de cuentas había sido una buena elección

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- ¿Quieren ir a cenar? – preguntó Pato.

- ¿Podemos pedir algo? Estamos algo cansadas – contestó Paula.

-Claro, ¿Sushi está bien? – decía el mientras miraba el celular, todas dijimos que si.

Me recosté en un pequeño sillón que había y estaba a nada de quedarme dormida, hasta que recordé algo.

¡La carta!

-Pato, ¿tienes un tipo estudio u oficina? Es que necesito hacer algo.

-Claro, está allá arriba, a lado del primer cuarto.

Mi mejor decisión. 𝚂𝚎𝚛𝚐𝚒𝚘 𝙿é𝚛𝚎𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora