Capítulo 3: ¡EQUIPO AZUL, PREPÁRENSE PARA EL DESCENSO!

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—Buenas noches, equipo azul, dijo Roland a través de los altavoces de la nave. —Como sabrán, estamos en una nueva galaxia con nuevos enemigos. Prepárense y pónganse sus mejores trajes, porque ya tienen su primera misión de búsqueda y rescate.

Una vez que la IA les informó a los Spartans de su siguiente misión, estos salieron de sus camarotes para ponerse su armadura. Los cuatro destacaban notablemente en Spartan Town; no eran Spartans normales y su reputación los precedía. Al montarse en las plataformas de acoplamiento de armadura, una multitud se reunió a su alrededor.

—Siguen viéndonos como si fuéramos dioses —comentó Fred—. No sé si me gusta o me asusta.

—Al menos nos dejan vivir en paz —replicó Linda—. Y eso de tener preferencia en armas y munición es algo que me gusta mucho.

—Equipo Azul, atentos a las plataformas de acoplamiento de sus armaduras —exclamó el Jefe.

—Vamos, John, hasta a ti te debe incomodar que te vean como a un dios —comentó Kelly—. Pero bueno, tú casi lo eres, ¿no es así?

—¿Hablas de lo que pasó con la Bibliotecaria? —preguntó el Spartan—. Solo sé que me hizo inmune al Compositor.

—Sí, solo eso seguramente —comentó Fred en un tono sarcástico pero amigable.

Una vez que las armaduras estuvieron completamente listas, los cuatro Spartans salieron casi al mismo tiempo de las plataformas y de nuevo la IA de la Infinity se comunicó con el equipo.

—Lindos trajes, Spartans. Espero les guste la tercera generación de la Mjolnir —comentó la IA—. Vienen muchas mejoras con sus trajes, como el gancho o el escudo de energía mejorado.

Los Spartans siguieron revisando todo lo que las nuevas armaduras tenían que ofrecer. Había mejoras pensadas para cada usuario: una lente de aumento mejorada para Linda y mejoras en la flexibilidad y peso de la armadura para Kelly. Esta nueva generación tenía mucho potencial.

—Roland, ¿qué detalles tienes de la misión? —preguntó Fred mientras seguía analizando su armadura.

—Pues, en primera instancia deben llevar al prisionero a uno de los cruceros de la República —respondió la IA—. Recibirán más detalles cuando estén con ellos. Que tengan buen viaje.

—Gracias, Roland. Pasamos por el prisionero y nos vamos en nuestro Cóndor —comentó Linda.

—Claro, Spartans. Ya está todo listo en la bahía 6. Suerte en su misión —dijo Roland.

Una vez que Roland terminó de hablar con ellos, los cuatro Spartans se dirigieron a la zona de la prisión para recoger a Trench y después abordar su nave.

No pasó mucho tiempo antes de que los Spartans llegaran con el prisionero y las puertas de la celda se abrieran. El punto de vista de Trench era todo menos esperanzador; a su parecer, estos sujetos se veían aún más amenazantes que los mandalorianos de la Guardia de la Muerte.

—¿Me van a ejecutar? —preguntó Trench, preocupado.

—No, te llevaremos con las fuerzas de la República —respondió Fred—. Ahora levántate y síguenos.

El comandante Trench se levantó como pudo y siguió al contingente Spartan hasta la bahía donde abordarían su transporte. A quien no esperaban era al capitán de la nave, quien estaba allí para decirles unas palabras antes de que se embarcaran en su primera misión.

—Spartans, antes de que se vayan, debo decirles que esta será una misión de cooperación con la República —comentó Lasky—. Recibirán instrucciones del general Skywalker, pero espero tengan criterio y actúen de manera eficiente. Suerte, Spartans.

El manto de la responsabilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora