MINAS DE CONCORDIA
El decir que las cosas estaban ajetreadas en la base de Deathwatch era una simplificación, pues desde que Pre Vizsla dió la orden a todos los mandalorianos leales a el de reunirse para planear un ataque a Mandalore y a los sangheili, no habían parado de llegar toda clase de guerreros, mercenarios y asesinos de todas partes de la galaxia.
Bo-Katan Kryze se encontraba exhausta mientras su nave aterrizaba cerca de las minas de la luna de Concordia. Su misión en Mandalore había sido un desastre total; había perdido a todo su equipo en manos de los miembros de las Espadas de Sangheilios. La situación en su planeta natal era peor de lo que imaginaba, y Bo-Katan no podía permitir que su líder, Pre Vizsla, llevara a cabo un ataque que solo conduciría a la destrucción de su gente.
La guerrera mandaloriana se adentró en el cuartel general de Deathwatch, unas ruinas de una instalación minera que a pesar de todo el movimiento de personal y de naves en los últimos dias, todavía tenían un aspecto sombrío y opresivo, y se dirigió directamente al palacio donde se encontraba Pre Vizsla. Su mente estaba llena de dudas y preocupaciones, pero sabía que debía actuar con rapidez si quería evitar una masacre.
- ¡Necesito hablar con Pre Vizsla! Exclamó Bo-Katan apenas vió a los primeros guardias.
- ¿Y el resto de tu equipo? Preguntó uno de los lugartenientes de Pre. -Eran seis elementos.
-Tú lo has dicho... el resto murió o están capturados. Replicó la mandaloriana. -Apenas pude salir de ahí.
-Bien, sígueme, Lord Vizsla está un poco ocupado con los preparativos para el ataque. Comentó el lugarteniente. -Pero supongo que le interesará escuchar que sucedió con el equipo que mandó a asesinar a la jedi que llegó a Mandalore.
Al llegar al interior del complejo, Bo-Katan se arrodilló ante la presencia de su lider. Él la miró con recelo, notando su cansancio y desesperación.
-¿Qué ha sucedido en Mandalore? Preguntó Pre Vizsla con tono grave.
-Los Sangheili, esos monstruos que aparecieron hace poco han demostrado ser unos eficientes guerreros. Respondió Bo-Katan. -Perdí a todos mis compañeros en el intento de matar a la jedi, no creo que el ataque que llevaremos a cabo vaya a funcionar.
-¿De dónde salieron los Sangheili? Preguntó Vizsla mientras apretaba los puños con visible frustración. -¿Qué es lo que buscan aquí?
-Creo que es por algo dentro de las minas de beskar. Replicó Bo-Katan. -Mientras merodeaba por Sundari ví que había mucha seguridad tanto de guardias mandalorianos como de guardias Sangheili, algo se traen entre manos
-La situación se ha complicado mucho más de lo que había previsto. Comentó Vizsla con enojo. -Entonces, ¿qué propones, Bo-Katan? No podemos abandonar nuestros planes de tomar Mandalore, pero tampoco podemos enfrentar a los Sangheili sin un plan mejor.
La guerrera mandaloriana miró fijamente a su líder y pensó por unos segundos su respuesta, sabía que había mucho que considerar y el tiempo se les acababa.
-¿Y el apoyo que Dooku y los Separatistas nos prometieron? Preguntó Bo-Katan. -Nos prometieron armamento y recursos, ¿Dónde están esas promesas?
-Dooku ha permanecido en silencio desde hace unos meses. Comentó Vizsla mientras pensaba. -Creo que sería buen momento para llamarlo.
Con la mano Pre Vizsla hizo un gesto y rápidamente le trajeron una holomesa para que pudiera llamar al conde. Pasaron unos cuantos minutos en lo que Vizla y sus ayudantes lograron contactar a Dooku, quien no se veía contento de ser contactado.
ESTÁS LEYENDO
El manto de la responsabilidad
FanficQue pasaría si un tercer super poder militar apareciera de la nada en una galaxia muy muy lejana.