Capítulo 16: CONCORDIA

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MINAS DE CONCORDIA

El decir que las cosas estaban ajetreadas en la base de Deathwatch era una simplificación, pues desde que Pre Vizsla dió la orden a todos los mandalorianos leales a el de reunirse para planear un ataque a Mandalore y a los sangheili, no habían parado de llegar toda clase de guerreros, mercenarios y asesinos de todas partes de la galaxia.

Bo-Katan Kryze se encontraba exhausta mientras su nave aterrizaba cerca de las minas de la luna de Concordia. Su misión en Mandalore había sido un desastre total; había perdido a todo su equipo en manos de los miembros de las Espadas de Sangheilios. La situación en su planeta natal era peor de lo que imaginaba, y Bo-Katan no podía permitir que su líder, Pre Vizsla, llevara a cabo un ataque que solo conduciría a la destrucción de su gente.

La guerrera mandaloriana se adentró en el cuartel general de Deathwatch, unas ruinas de una instalación minera que a pesar de todo el movimiento de personal y de naves en los últimos dias, todavía tenían un aspecto sombrío y opresivo, y se dirigió directamente al palacio donde se encontraba Pre Vizsla. Su mente estaba llena de dudas y preocupaciones, pero sabía que debía actuar con rapidez si quería evitar una masacre.

- ¡Necesito hablar con Pre Vizsla! Exclamó Bo-Katan apenas vió a los primeros guardias.

- ¿Y el resto de tu equipo? Preguntó uno de los lugartenientes de Pre. -Eran seis elementos.

-Tú lo has dicho... el resto murió o están capturados. Replicó la mandaloriana. -Apenas pude salir de ahí.

-Bien, sígueme, Lord Vizsla está un poco ocupado con los preparativos para el ataque. Comentó el lugarteniente. -Pero supongo que le interesará escuchar que sucedió con el equipo que mandó a asesinar a la jedi que llegó a Mandalore.

Al llegar al interior del complejo, Bo-Katan se arrodilló ante la presencia de su lider. Él la miró con recelo, notando su cansancio y desesperación.

-¿Qué ha sucedido en Mandalore? Preguntó Pre Vizsla con tono grave.

-Los Sangheili, esos monstruos que aparecieron hace poco han demostrado ser unos eficientes guerreros. Respondió Bo-Katan. -Perdí a todos mis compañeros en el intento de matar a la jedi, no creo que el ataque que llevaremos a cabo vaya a funcionar.

-¿De dónde salieron los Sangheili? Preguntó Vizsla mientras apretaba los puños con visible frustración. -¿Qué es lo que buscan aquí?

-Creo que es por algo dentro de las minas de beskar. Replicó Bo-Katan. -Mientras merodeaba por Sundari ví que había mucha seguridad tanto de guardias mandalorianos como de guardias Sangheili, algo se traen entre manos

-La situación se ha complicado mucho más de lo que había previsto. Comentó Vizsla con enojo. -Entonces, ¿qué propones, Bo-Katan? No podemos abandonar nuestros planes de tomar Mandalore, pero tampoco podemos enfrentar a los Sangheili sin un plan mejor.

La guerrera mandaloriana miró fijamente a su líder y pensó por unos segundos su respuesta, sabía que había mucho que considerar y el tiempo se les acababa.

-¿Y el apoyo que Dooku y los Separatistas nos prometieron? Preguntó Bo-Katan. -Nos prometieron armamento y recursos, ¿Dónde están esas promesas?

-Dooku ha permanecido en silencio desde hace unos meses. Comentó Vizsla mientras pensaba. -Creo que sería buen momento para llamarlo.

Con la mano Pre Vizsla hizo un gesto y rápidamente le trajeron una holomesa para que pudiera llamar al conde. Pasaron unos cuantos minutos en lo que Vizla y sus ayudantes lograron contactar a Dooku, quien no se veía contento de ser contactado.

El manto de la responsabilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora