𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷

⁰²³

ESTÁS cansada -señaló Daryl a lo que yo negué con la cabeza con una sonrisa- claro que sí, jadeas como un bulldog francés
Eso es mentira -mentí soltando una pequeña risa sujetando su mano- tal vez tú estés perdiendo facultades y me estés echando la culpa a mí o...
Si dices chupacabras, te daré con las ardillas en la cabeza -me advirtió reteniendo una sonrisa a lo que yo imité cerrar mi boca con una cremallera-
Alvin y las ardillas, Daryl y yo nos rendimos -levanté mis manos con inocencia cuando todos nos apuntaron con sus armas pensando que éramos una amenaza. Luego nos unimos al grupo por lo que le sonreí rápidamente a Tara al verla mirándome y luego caminé al lado del cazador- ¿Daryl?
¿Lorelai? -repitió pasando su brazo por mis hombros-
Estoy cansada -confesé con una sonrisa divertida ya que antes lo había negado rotundamente-
Lo sé -afirmó Daryl para luego abrazarme más hacia él- ¿Quieres que paremos?
No, podemos continuar un poco. Solo te lo decía por si me desmayo, que no te asustaras -solté una pequeña risa-
Has aguantado cosas peores y toma, bebe un poco de agua -Daryl sacó una botella casi vacía. Algo era algo-
¿No será mejor dejarla para Judith o...? -comencé pero me vi interrumpida cuando Daryl colocó la botella en mi mano- si insistes tanto...

SEGUIMOS a Carl cuando alguien pedía ayuda a gritos y este corrió hasta dar con un cura encima de una gran roca rodeado por caminantes.
Empezamos a matarlos hasta que todos quedaron muertos en el suelo por lo que miré al hombre
Ya puede bajar. Es seguro -extendí mi mano a lo que él me miró tembloroso y tomó esta a lo que lo ayudé a bajar al lado de Rick-
¿Estás bien? -le preguntó Rick a lo que el hombre bonito sacándole mueca de ascos a algunos, otros simplemente siguieron con su pose seria mientras que Daryl rascaba su cabeza incómodo y yo miraba hacia otro lado aún abrazada a su brazo-
Lo siento -nos dijo el cura- si. Gracias. Me llamó Gabriel
¿Vas armado? -le preguntó Rick-
¿Tengo pinta de ir armado? -le preguntó Gabriel-
Nos importa una mierda la pinta que tengas -le dijo Abraham-
No llevo armas de ninguna clase. Solo necesito la palabra de Dios -nos dijo él-
Pues no lo parecía -negó Daryl-
Pedí ayuda. Y la ayuda llegó -dijo Gabriel con una sonrisa para luego formar un silencio- ¿Tenéis algo de comer? Lo que me quedaba lo acabo de vomitar
Tenemos nueces -las sacó Carl-
Gracias -le respondió Gabriel tomando algunas. Miré a Carl con una sonrisa orgullosa ante su acto de amabilidad y miré a Judith cuando comenzó a tartamudear algo- es un bebé precioso
¿Por qué sonríe? -me incliné hacia Daryl al ver a Rick sonreír de una forma extraña-
¿Tenéis un campamento? -cortó nuestra conversación Gabriel-
Ya nos gustaría. ¿Tú tienes uno? -le pregunté-
Tengo una iglesia -respondió Gabriel-
Levante las manos, pastor -le pidió Rick a lo que este lo hizo dando paso a Rick a chequearlo- ¿A cuantos caminantes has matado?
A ninguno, la verdad -negó Gabriel-
Date la vuelta -le pidió Rick- ¿A cuántas personas ha matado?
A ninguna -respondió él-
¿Por qué? -le preguntó Rick-
Porque el Señor aborrece la violencia -le dijo Gabriel-
¿Qué has hecho tú? -murmuró Rick- todos hemos hecho algo
Soy un pecador. Peco casi todos los días. Pero confieso mis pecados a Dios -le respondió Gabriel- no a unos extraños
Estos extraños te han salvado la vida -añadí-

LLEGAMOS a la iglesia desconfiados, la revisamos por si acaso y tras ver que fuera mayoritariamente segura, me había quedado a descansar, en parte, y cuidar de Judith y Carl mientras los demás de iban a por comida y gasolina para un pequeño bus que había encontrado Abraham
Lorelai -Carl se sentó a mi lado en un banco mientras Judith dormía en mi regazo- me hiciste...me hiciste mucha falta los días que no estábamos juntos
Siento no haber estado -acaricié su mejilla con cariño- pero seguro que pronto encontraremos otro lugar donde vivir y recuperemos ese tiempo perdido

HABÍAN encontrado bastante comida la cual usamos para un gran festín en la cena.
Sonreía sentada entre sus piernas con mi espalda en su pecho y sus brazos a mis lados hasta que Abraham habló y empezamos a prestarle atención
Quiero proponer un brindis -nos dijo el pelirrojo- al mirar alrededor, veo supervivientes. Todos y cada uno de vosotros os habéis ganado ese título. Por los supervivientes
¡Por los supervivientes! -respondimos los demás a coro- salud
¿Eso es todo lo que queréis ser? -preguntó Abraham- ¿Levantaros por la mañana, luchar con los no muertos, buscar comida, acostaros y dormir con un ojo abierto, aclarar y repetir? Podéis seguir así. Tenéis mucha fuerza, sabéis luchar. Pero el caso es que para vosotros, para lo que podríais hacer eso, es como rendirse. Si llevamos a Eugene a Washington, él matará a esos cadáveres y los vivos volverán a poblar el mundo. Aquí hay bastante comida para hacer un viajecito. Eugene, ¿qué hay en Washington?
Infraestructuras construidas para aguantar pandemias de esta magnitud. Alimentos, combustible, refugios -explicó Eugene. Solo entendí las tres últimas palabras- un nuevo comienzo
Pase lo que pase, por mucho que se tarde en resolver esta situación, allí estaréis seguros -añadió Abraham- más de lo que habéis estado desde que empezó esto. Acompañadnos. Salvad el mundo para esa niña. Salvadlo para vosotros. Salvadlo para la gente que queda por ahí y que no puede hacer nada más que sobrevivir
Muy inspirador -asentí con la cabeza-
¿Qué dices? -Rick miró a Judith cuando balbuceó algo- creo que sabe lo que voy a decir. Se apunta. Y si ella va, yo también

¿POR qué no me habías contado lo que le pasó a Beth? -le pregunté a Daryl tras salir de la iglesia junto a él y hablar unos minutos-
Sé que estuvo mal, pero también que todos lo habíamos pasado mal y si te lo decía volverías a irte... -murmuró Daryl. Cuando no me dice en voz alta lo que opina o hace es porque sabe que está mal-
Eso es algo egoísta, Daryl -suspiré para luego tomar su mano intentando relajarme- también comprendo por lo que lo hiciste, yo también te echaba de menos pero tengo que ir a por ella. Solo dime  algo sobre cómo era el coche o por donde se la llevaron
Justo como ese -me señaló Daryl cuando un coche negro con una cruz blanca en el cristal apareció a toda prisa por la carretera-
Vamos -le pedí subiendo al volante. Le vi rompiendo los faros del coche para luego subirse en el asiento copiloto. Empecé a seguir al coche lo más rápido que podía y con cuidado de no chocar nada. Teníamos que encontrar a Beth-