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MIRÉ a Daryl como diciéndole: “confío en ti, si sueltas esta cuerda, mil caminantes me convertirán en su cena" a lo que él colocó bien el nudo de la cuerda, bajé en silencio y con cuidado de no pisar a los caminantes que estaban en el suelo.
¿Cómo podían haberle dejado esta misión de puro sigilo y precaución a una persona como yo? Aún no lo sé.
Magna abrió la puerta con el mayor silencio que pudo y Maggie, Kelly, Lydia, Carol, Rosita, ella y yo empezamos a buscar bolsas de comida militar.
Las colocamos en bolsas y en mochila y comenzamos a subirlas.
Retuve un pequeño grito cuando Daryl agarró a tiempo una bolsa que se iba a caer.
Me quedé quieta en mi sitio un momento hasta que un caminante comenzó a despertar y los demás a repetir su acción.
Estiré mi cuello a ambos lados y comencé a matarlos juntas siendo ayudadas por los que estaban arriba.
Comenzamos a disparar para luego ir subiendo con algunas bolsas de comida.
Miré hacia arriba tras ver un caminante caer a mi lado y le sonreí a Daryl, dueño del cuchillo que atravesaba su cabeza, para recoger dos bolsas del suelo, enganchar la cuerda al arnés y subir.
Gracias -le dije devolviéndole el cuchillo para luego besar su mejilla-


LLEGAMOS a Alexandria con las bolsas viendo a la gente trabajar.
Sonreí cuando Daryl se agachó aguantando el peso de su cuerpo en una rodilla y abrazó a Beth, Judith y RJ a la vez.
Los dos últimos eran como nuestros hijos tras la ida de Michonne.
¿Qué tal estáis todos? -les pregunté besando la frente de los tres. Reí ante el lametazo de Perro en mi cara por lo que le di un par de caricias demostrando mi amor hacia él-
Bien, mamá. Hemos tratado de decorar el cartel de Alexandria -explicó Beth señalándolo a varios metros de nosotros. Sonreí al verlo lleno de color y dibujos extraños-
Les ha quedado precioso, niños. Yo lo hubiera hecho muchísimo peor -reí mientras pasaba mi brazo por la espalda de Daryl y él hacía lo mismo-

UNA semana -nos respondió Gabriel tras el recuento de la comida-
¿Eso es todo? ¿Solo una semana? -preguntó algo decepcionado Daryl-
Haremos que funcione -asintió con la cabeza Aaron-
¿Cómo? Acabamos de incorporar dos nuevas comunidades -le dijo Carol- no tenemos cosechas ni reservas.
Yo estoy con Aaron. Lo conseguiremos, siempre lo hacemos -le respondí aún con mis manos en los hombros de Daryl de pie tras él-
También está tardando el muro, la gente no puede construir con herramientas rotas y el estómago vacío -añadió Gabriel. No serán animadores de fiestas infantiles, ¿no?-
Nuestra gente son buenos cazadores -dijo una mujer la cual no sabía su nombre pero era del grupo de Maggie- Frost y yo podríamos ir con un grupo.
Las tierras están yermas. Esa última gran horda espantó a todos los animales -nos explicó Daryl mientras subía una de sus mano para acariciar una de las mías- vayamos a otro territorio
No tenemos tiempo. Necesitamos comida. Mucha. Ya -negó Gabriel-
Conozco otro lugar -nos dijo Maggie tras un silencio- el lugar donde vivía antes de esto. Donde vivíamos. Meridian. Hay mucha comida, agua, cultivos y animales.
Y ahora se ha perdido -le dijo Elijah-
¿Qué pasó ahí? -le preguntó Rosita-
Fuimos con la misión de alejar a los caminantes -comenzó Maggie- Duncan, Agatha y Frost hicieron el último turno al frente de una horda a kilómetros. Yo me volví con Elijah y Cole. De regreso a casa, todo nos salía mal y nos quedamos atrapados en la carretera. De repente oímos gritos a lo lejos. Volvimos corriendo. Pero era demasiado tarde. Habían masacrado a casi toda nuestra gente. Y los demás apenas salimos vivos. De los sus nos atacaron, solo sabíamos dos cosas. Vienen de noche. Y para cuando los ves, ya estás muerto. Eso fue antes de atrapar a uno. Daryl estaba conmigo. Él vino a por nosotros solo. ¿Por qué? Porque no son tantos. Ahora están en Meridian. Hay comida para alimentar a Alexandria hasta que esto vuelva a estar en marcha. Por eso lo ocuparon. Tenemos que recuperarlo
Entonces tendremos que luchar por lo que es nuestro, ¿no? -les pregunté-
¿Crees que ese es un buen plan? -preguntó Aaron a lo que yo me encogí de hombros- tal vez deberíamos apuntalar Alexandria para empezar, los muros no son estables. Los caminantes entrarán. Es cuestión de tiempo. Alexandria nos necesita.
Esto es por Alexandria -le respondió Maggie- nuestros hijos están aquí. Nosotras también nos estamos jugando algo
Si ya masacraron una vez, ¿por qué iba a ser diferente? -preguntó Rosita-
Duncan, Agatha y Frost son los mejores luchadores. Vienen conmigo, con algunos de vosotros -respondió Maggie-
Maggie, esto suena a misión suicida -le dijo Rosita para luego mirarme- ¿cómo puedes estar de acuerdo si eres la primera que quiere paz?
Sé que no es lo mejor, pero necesitamos esa comida -le expliqué acariciando los hombros de Daryl para calmar mis nervios-
Yo iré. ¿Alguien más? -aceptó Daryl levantándose. Todos levantaron las manos para luego formar un silencio- muy bien.



𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora