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ESTABA caminando mientras veía a Beth correr en zigzag junto a Perro.
Sonreí tras notar la mano de Daryl rodear la mía por lo que entrelacé nuestros dedos y besé sus nudillos
¿Habéis descansado bien? -preguntó Daryl a lo que yo asentí con la cabeza y señale a Beth dando saltos de un lado a otro- eso parece
¿Y tú cómo estás? -me preguntó a lo que yo me encogí de hombros-
Bien -respondí- por cierto, ¿has visto lo mayor que está Hershel? Es la viva imagen de Glenn
Sí que se parecen -aceptó Daryl. Nos paramos frente a un río donde se nos pasó por la cabeza pescar-
Quiero intentarlo -pidió Beth. Daryl me miró a lo que yo me encogí de hombros con una sonrisa. Le vi explicarle cómo utilizar el palo y clavar la punta en el pescado. Aplaudí con diversión cuando Beth cazó uno y lo enseñó con todo su orgullo-


NOS sentamos en un tronco para limpiar el pescado y rodé los ojos soltando una pequeña risa cuando Daryl lo acercó hacia mí como si estuviera nadando
¿De qué os reís? -preguntó Beth con una sonrisa-
Tu madre, cuando estaba embarazada de ti, le cogió asco al pescado -respondió Daryl- me hace gracia su cara de asco. La misma que cuando cambiaba tus pañales
¡Papá! -se quejó ella en una risa a lo que Daryl levantó sus manos inocente guardando una sonrisa. El silencio fue interrumpido por Perro ladrando y comenzando a correr- ¿Qué le pasa?
No sé -respondió tomando mi mochila y comenzando a correr tras el animal junto a Daryl y Beth. Ambos nos miramos al reconocer la casa a la que había ido Perro-
Podríamos dormir aquí, ¿no? No está tan mal -nos dijo Beth sacándonos de nuestros pensamientos-

HACE CINCO AÑOS...
Era complicado aún después de dos años.
Dos años donde Beth tenía casi tres años y había visto a su padre menos de lo que me gustaría
Sabes que puedes ir a casa cuando quieras, ¿verdad? -le pregunté tras cruzar el río y dejar a Beth en sus brazos-
Lo sé -respondió mirando a Beth y sonriéndole- sé que esto no es lo que querías pero...
Necesitas hacerlo. Lo entiendo -asentí con la cabeza. Ahora habían silencios incómodos que ni yo podía resolver- solo digo que cuando esté listo, te estaremos esperando
Gracias -aceptó Daryl- viene una tormenta. Debería de...
Sí, cierto -asentí con la cabeza. Daryl besó la frente de Beth y la volví a tomar en mis brazos para empezar a caminar de nuevo-
Lorelai -me llamó a lo que yo me giré para verle- sabes que a pesar de apartarme unos años de casa, te quiero, ¿verdad?
Lo sé -asentí en un susurro entrecortado- yo también te quiero...

PRESENTE
¿Por qué papá y tú estáis tan raros? -me preguntó Beth. Miré a Daryl y él a mí para luego suspirar-
¿Estás preparado para contárselo? -le pregunté a lo que él asintió con la cabeza. Palmeé mis piernas y ella se sentó en estas- hace unos años atrás papá conoció una mujer que creyó buena. Al comienzo era desconfiada y luego empezó a confiar un poco. Pasaron semanas hasta que me di cuenta de que le gustaba tu padre y a él no así que quise hablar con ella
¿Y que pasó? -preguntó Beth tras un silencio. Daryl apoyó su mano en mi hombro como consuelo-
Al principio lo comprendió y empezamos a ser amigas hasta que, literalmente, me apuñaló por la espalda -le respondí respondiendo mi pequeño trauma de años en veinte segundos-
¿Es esa cicatriz que tienes en la espalda? -me preguntó Beth a lo que yo asentí con la cabeza- ¿Y tú qué hiciste, papá?
La llevé a Alexandria -respondió Daryl- para que la curasen
¿Y que pasó con la chica? -preguntó la menor-
Leah se escapó, tal vez porque se arrepintió o porque sabría que Daryl la mataría -respondí para luego romper el silencio que se quedó- ahora todos estamos bien así que olvidemos eso y vayamos a descansar

SORBÍ mi nariz tras notar que Daryl abrazaba mi espalda y besaba mi hombro
¿Te apetece hablar de ello? -me susurró a lo que yo coloqué una de mis manos sobre las suyas retenido un sollozo-
Recuerdo esas semanas, estaba enfadada contigo porque creía que me estabas engañando. Era una mujer insegura, Daryl. Casi ni te pasabas por Alexandria y estaba cuidando a una niña. No sabía que pensar -le expliqué aún mirando hacia la pared-
No pienses más en eso, Lore. Te quiero, ¿vale? A ti y a Beth -me explicó girandome sobre su abrazo para limpiarme un par de lágrimas- no llores, no pasa nada, ya estoy aquí. Te prometo no volver a dejarte
Yo también te quiero -respondí abrazándole y escondiendo mi cara en su cuello-
¿Sabes de qué me he acordado? -me preguntó Daryl un rato después acariciando mi espalda por debajo de la camisa. Él sabía que amaba eso-
¿De qué? -le susurré aún en el hueco de su cuello-
A cuando me obligaste a ver Titanic -respondió Daryl a lo que yo solté una pequeña risa- tú llorabas por la película y yo reía por lo estúpido que eran los dos.
Pero me dijiste que hubieras hecho lo mismo que Jack por mi -le recordé recibiendo un beso en la mejilla- ¿Y sabes qué? Tal vez no hayas muerto de hipotermia por mi pero has hecho cosas peligrosas por mi y por Beth.
Descansa, Lore -me pidió Daryl colocando la manta por encima de nosotros-
Te quiero, Jack -le respondí con una pequeña sonrisa-

OYE, ¿te importaría si entro más tarde? -me preguntó Daryl tras llegar a las puerta de Alexandria-
No pasa nada, solo no llegues muy de noche -le pedí ayudando a Beth a bajar de la moto-
Hasta después, papá -Beth besó su mejilla para luego entrar-
Solo prometeme que volverás -le pedí a lo que Daryl asintió con la cabeza-
Volveré. Sé que esto no te gustaba pero... -comenzó Daryl-
Lo entiendo, solo no estés fuera mucho rato -le respondí para luego besarle- ya sabes donde encontrarnos
Gracias -me respondió con una pequeña sonrisa. Solté su mano lentamente y entré asustando a Beth y tomándola en mis brazos entre risas-

ERA temprano, por la posición del sol diría que eran las siete o ocho de la mañana, sonreí con ironía al ver a Daryl entrar a casa acariciando a Perro
Buenos días -levanté mi taza de café como saludo-
Lo siento -me respondió Daryl- se me hizo tarde para volver y...
¿Entiendes por qué no me gusta que salgas? -le pregunté sentándome en el sillón dejando la taza en la mesa ratonera-
Lo siento -repitió sentándose a mi lado-
Tranquilo -le resté importancia con un gesto con las manos. Solté una pequeña risa cuando empezó a besar mi cuello pero yo negué con la cabeza- no puedes comprar mi perdón así
¿No? -negó Daryl con una sonrisa burlona-
Bueno, sí, pero no está bien -le respondí sujetando su cara-
Tampoco está bien no aceptar mis disculpas, ¿no crees? -me trabó con sus juegos de palabras a lo que yo rodé los ojos y le dejé besarme-
Mamá, ¿quién es? -preguntó Beth desde su habitación. Yo sonreí triunfante ya que su plan no puso ser hecho y fui hacia las escaleras-
Es tu padre -le dije. Sonreí cuando trotó por las escaleras hasta tirarse a sus brazos. Sin duda, era la niña de papá-
¿Qué tal si volvemos a dormir? Estoy molido -pidió Daryl a lo que yo asentí con la cabeza y nos fuimos los tres a nuestra habitación. Yo no conseguí dormirme así que me quedé leyendo mientras acariciaba el pelo de Daryl y miraba con una sonrisa divertida a Beth babar su camiseta-






𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora