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DEBERÍAS cortarte un poco el pelo, ¿no crees? -rompí el silencio aún acariciando su pelo. Él estaba sentado en la parte de detrás de una furgoneta abrazando mi cintura mientras yo estaba entre sus piernas-
No me molesta -se encogió de hombros a lo que yo coloqué su pelo tal y como lo tenía peinado siempre- ¿No te gusta?
Le tengo envidia -le respondí sacando una sonrisa. Le vi reírse volviendo a perfilar una flecha- ¡En serio! ¿Cómo lo puedes tener tan bien si casi ni te bañas?
Suerte, tal vez -se encogió de hombros a lo que yo rodé los ojos aún con una sonrisa-
Si no te estás dando cuenta quiero algo de tu atención -le pedí cruzandome de brazos aún mirándole-
Lo sé. Estaba esperando a que me lo pidieras -se burló dejando la flecha y navaja en un lado. Hice el amago de irme pero él sujetó mi cintura pegándome a él de nuevo-
¿Alguna vez te he dicho que tienes unos ojos preciosos? -le pregunté tras separarnos de un pequeño beso y abrir los ojos. Acaricié sus mejillas y levanté un poco su cabeza para mirar bien sus ojos-
Basta -pidió con diversión volviendo a bajar la cabeza-
¿Te he hecho sonrojar? -le pregunté soltando una pequeña risa- es la segunda vez que lo consigo. Esto es un milagro
Exagerada -canturreó volviendo a su tarea de retocar las flechas. Sonreí aún mirándole y decidí tener un poco de piedad así que besé su frente y me encaminé para ayudar a los demás- ¿A dónde vas?
A ver si cae comida del cielo. Hoy es el día de los milagros -me burlé aún caminando. De reojo vi que me miraba con una pequeña sonrisa en los labios y luego volvía a mirar los objetos en su mano negando con la cabeza-

AYUDABA a algunos a recolocar lo que los Salvadores habían destrozado al salir de allí.
Lorelai, ¿verdad? -preguntó un chico martillando a mi lado a lo que yo asentí con la cabeza. Me sonaba de algo- soy Alden
Eras uno de los que estaban aquí, ¿verdad? -le pregunté asintiendo con la cabeza-
-aceptó Alden-
¿Por qué no has ido con los demás? -le pregunté curiosa-
No hay nada que me retenga allí -me respondió él- han tomado una mala decisión al irse
Y tú eres de los que toman sus propias decisiones, ¿verdad? -lo miré a lo que Alden asintió- has hecho bien al quedarte, Alden. Eso aquí lo tenemos en cuenta. A veces. La mayoría de veces... Bueno, cuando pasa algo así, lo tenemos en cuenta.
Me gustaría ayudar -me dijo Alden-
Lo hablaré con Maggie, seguro que acepta -le dije dándole una pequeña sonrisa sin saber que más decir. Mi sonrisa fue más grande al ver a Michonne con Judith en brazos-
¿Puedes cuidarla tu? -me preguntó a lo que yo asentí y la cargué en mis brazos-
Hola, cielo -le sonreí para luego besar su frente- ¿Sabes que solía llamar a tu hermano así?
Carl -balbuceó ella a lo que yo asentí con la cabeza-
¿Qué tal si entramos y jugamos con Gigy y Bobby? -le pregunté nombrando a las marionetas con gracias. Judith aplaudió con una sonrisa por lo que comencé a caminar hacia dentro de la casa-

CAMINÁBAMOS por una colina.
Solté una carcajada al caer al suelo y más cuando Jerry me levantó como si pesara lo mismo que un folio.
Me puse lo más seria que pude al ver a todos mirarme pero gracias a Michonne la atención fue hacia ella
Joder -murmuró ella. Todos miramos la gran gorda de caminantes kilómetros abajo-
Coño. ¿Alguna vez habéis visto una tan grande? -preguntó Scott. Retuve una risa por lo que me volvieron a mirar y yo miré hacia un lado como si no fuera a mí-
No. Las cosas están cambiado -dijo Rick al fin- vamos
Gracias, Jerry -le agradecí aún caminando a su lado. Él me sonrió y siguió caminando-


SE empezó a escuchar varios silbidos.
Todos subimos nuestras armas en posición de ataque
La coordinación la tienen que mejorar -murmuré siendo interrumpida por la voz de Negan-
Joder, Rick. Mira eso. Gracias otra vez. Muchísimas gracias -dijo Negan probablemente con un megáfono- tiendo una emboscada a tu emboscada con una emboscada aún más grande.
¡Sal de ahí y da la cara! -le gritó Rick-
Estoy en todas partes, Rick -le contestó Negan- algunos megáfonos más, más walkies. Elige una dirección y corre. A ver cómo lo haces. Diviértenos. ¿Y sabes qué más he hecho? Te he traído algunos viejos amigos. ¿Te acuerdas de tu amigo Eugene? Él ha sido quien ha hecho posible todo esto. Lo mismo digo de Dwighty. Por si te lo preguntas, no te engañó a propósito. No es más que un cobarde y un parásito, y ahora va a estar aquí y va a veros morir a todos, y va a tener que vivir con eso. Gabriel, tú también tienes que morir. Hoy estamos de limpieza, Rick. Y luego te toca a ti. No teníamos por qué enfrentarnos. Solo tenías que aceptar las cosas como son. Así que...muy bien. Enhorabuena, Rick. ¡Tres!
Os quiero, tíos -les dije con una sonrisa divertida apretando más el agarre de mi pistola-
¡Dos! -siguió la cuenta atrás Negan. Vi a todos los Salvadores salir apuntándonos pero abrí la boca sorprendida cuando todos cayeron muertos al suelo-
¡Ahora! -gritó Rick para luego empezar a correr hacia allí. Desaté a Gabriel y empecé a matar a los que quedaban junto a los demás-

¡GRACIAS, EUGENE! -le grité aún disparando a algunos. Seguimos caminando hasta ver a algunos mirándonos en posición de ataque pero sin ir contra nosotros-
No disparéis, por favor. Hemos terminado. Se acabó -dijo una chica rubia poniéndose de rodillas. Los demás siguieron su acción a lo que yo sonreí. Menos vidas que quitar-


LLEGAMOS donde Negan caía al suelo y Rick lo miraba de pie frente a él
Salvadlo -pidió Rick. Miré a Siddiq y ambos corrimos hacia Negan mientras Maggie trataba de impedirlo-
No te mereces esto -miré a Negan cerrando los ojos ante los gritos y llanto de Maggie- has matado a nuestros amigos y familias. No mereces una mierda pero aún así Rick quiere salvarte.
Está bien -negó Rick cuando empecé a limpiar su mano tras quitar el cristal de esta-
Carl estaría orgulloso de ti. Estoy segura de que esto es lo que quería, solo por eso no lo he matado ahora -le dije conectando mi mirada con la de él tras vendar su mano- he visto tu cambio con los años, Rick. Yo también estoy orgullosa de ti y entiendo tu decisión pero no la comparto




Me hizo gracia la parte en la que se cae.
Me imagino a todos serios y preocupados y a Lorelai en el suelo riéndose




𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora