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CAROL tenía su tapadera del club de lectura mientras que yo de verdad lo hacía.
Ahora mismo leía todo un clásico, Caperucita Roja.
Los niños me rodeaban y se iban acercando cada vez a mi mientras ponía una voz misteriosa.
Toda esa tensión y ansias se terminaron cuando paré de leer viendo a Daryl en el marco de la puerta
Niños, terminaremos después. Id a desayunar. Seguro que Carol ha hecho galletas -cerré el libro con una sonrisa mientras veía a los niños quejarse ante la interrupción mientras que algunos corrían a por el desayuno-
¿Interrumpí algo importante o...? -comenzó Daryl con una sonrisa burlona-
Creo que algunos niños ahora te odian un poco -afirmé mientras colocaba la silla en su lugar y el libro encima-
He pensado que te gustaría salir un rato para cazar. ¿Vienes? -me preguntó Daryl-
Claro -me coloqué mi chaqueta y, tras robarle un beso, caminamos juntos hacia fuera-

VALE, necesito que cierres los ojos -le pedí a Daryl con una sonrisa-
¿Para qué? -preguntó él dejando de hacer flechas-
Por favor -pedí con un pucherito a lo que lo vi cerrar los ojos tras suspirar. Fui rápidamente al baño, me cambié de ropa y volví a salir- ya puedes mirar
Me imaginaba otro tipo de ropa... -dijo Daryl tras mirarme con una sonrisa-
¿Estás menospreciando mi pijama? -abrí mi boca sorprendida. Había encontrado en una tienda un pijama navideño de Snoopy y no desaproveché la ocasión-
Estás muy guapa, Lorelai -dijo lo que quería escuchar-
Eres un amor -le seguí el juego con una sonrisa divertida- bueno, si tú no aprecias mi pijama seguro que Benjamín lo hará
No te atreverás -abrió la boca Daryl. Contexto: Benjamín es un hombre de media edad que, según Daryl y Carol, está coladito por mí-
¿No? -abrí la cortina que usábamos como puerta. Solté una risa cuando me secuestró de nuevo y me acostó en la cama-
Estás preciosa -Daryl me besó sin ocultar una sonrisa- ¿Feliz?
Mucho -respondí para tomar su cara entre mis manos y besarlo-

LORELAI Rose Smith -Carl me llamó mientras me daba un almohadazo tras terminar cada palabra- despierta de  una vez
Que cariñoso, Carl -murmuré sarcástica rascando mis ojos para luego mirarlo- ¿Qué pasa, cielo?
Creo que he dejado unos comics aquí pero no los encuentro. Daryl y tú no sois los más ordenados, que digamos -me respondió el menor. Sonreí al escuchar su risa cuando lo tiré en la cama a mi lado y empecé a hacerle cosquillas-
¿Cómo te atreves a despertar a una anciana como yo por unos comics? -le pregunté entre risas-
Lo siento -rió Carl sujetando mis manos- lo siento. Pero ya que estás despierta...
Carl -solté una risa para luego moverme como un gusano para dar con mi cabeza fuera de la cama. Sonreí al encontrar los comics bajo esta y luego se los di al menor- todos tuyos
Que bien cuidas las cosas que te presto -me dijo sarcástico Carl-
¿Verdad? -repliqué con burla- ya que tienes tus comics. ¿Te duermes un rato conmigo?
No veo porqué no -se encogió de hombros para luego acostarse a mi lado-

LEÍA un libro tranquilamente en mi cama hasta que solté una pequeña risa cuando Daryl se tiró encima mía en peso muerto.
Dejé mi libro en el suelo y acaricié su pelo
Hola -saludé para luego besar su frente-
He seguido a un venado 7 kilómetros -suspiró Daryl- y para bien o para mal, pesaba mucho...
Bueno, el lado positivo es que tendremos un buen almuerzo -sonreí mientras le quitaba la camisa con cuidado y acariciaba de nuevo su espalda- descansemos un rato, ¿vale?
Gracias -murmuró Daryl para luego abrazar mi espalda. Sonreí al verlo dormirse enseguida por lo que besé su mejilla con delicadeza y seguí leyendo-

CAROL, estoy 100% segura de que esto no se parece a una galleta -solté una risa provocando la suya también-
No, no mucho -negó Carol-
Ni sabe como una -la escupí tras haberla mordido. Sonreí con diversión al ver a Maggie y Glenn llegar- no les aconsejo desayunar galletas hoy
¿Por qué? -preguntó Glenn-
Las he hecho yo -le respondí-
Huevos revueltos, por favor -pidió Maggie reteniendo una risa tras comprenderlo-

DARYL y yo estábamos en una torre de vigilancia por la noche.
Estaba acostaba en el suelo mirando el cielo mientras que él estaba sentado a mi lado mirando al frente
Este ha sido el mejor mes de todo el apocalipsis -sonreí bajando la mirada para verle-
Me pregunto cuando durará... -suspiró Daryl-
Solo hay que tener un poco de esperanzas, tal vez este sea nuestro hogar... -murmuré. Fruncí el ceño cuando escuché a los caminantes moviendo las vallas- o puede que no
Habrá que aprovechar lo más posible -sonrió Daryl para luego agacharse y besarme-
Yo lo he aprovechado muy bien -sonreí cerca de sus labios para luego volver a besarle- los niños me persiguen... Hablando de niños...
No me pidas uno -me miró Daryl a lo que yo solté una pequeña risa-
Casi no me aguantas así, imagínate embaraza -reí para luego negar con la cabeza- iba a decir que hay un par de niños, y a veces adultos, que se inventan mi apellido
¿Cómo te llaman? -preguntó Daryl-
Señorita Dixon -le dije. Ambos nos miramos y soltamos una pequeña risa-
Yo lo veo perfecto -me respondió Daryl-
¿Sí? -me apoyé en mis codos para verlo mejor-
Mucho -afirmó Daryl a lo que yo sonreí y lo besé-








𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora