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DEBE de haber unos 130 o 140 -volvió Daryl a donde estábamos escondidos tras un tronco caído-
¿Alguna vez has visto que hagan eso? -preguntó Jesús-
No. Nunca -negó Aaron-
El rastro de Rosita pasa junto a través de ellos -nos dijo Daryl- deberíamos ir a por los caballos, dar la vuelta y después continuar a pie.
¿Qué pasa con ellos? -le preguntó Aaron-
¿Qué pasa con ellos? -repitió Daryl sin comprender-
Van en círculo -le respondí mirando la horda lejana- no hemos visto eso nunca. No es muy normal
No. No lo es -negó Daryl estando de acuerdo conmigo- debemos irnos. Se avecina tormenta.

TROTÉ un poco para llegar al lado de Daryl y tomé su mano para que no caminara tan rápido
No me dejes atrás -le pedí con una pequeña sonrisa. Él entrelazó nuestros dedos y caminamos un poco más hasta que se escuchó un ruido extraño-
Esa horda viene a por nosotros. El viento les lleva el sonido -explicó Daryl para luego cronometrar un reloj y tirarlo lejos- vamos hay que poner tierra de los medio.

DECÍAS que había unos 140, ¿no? -preguntó Jesús tras mirar por los prismáticos-
-respondió Daryl-
Parece que ahora son más del doble -le dijo Jesús-
Quizá sea otra horda -añadió Aaron- o que se hayan unido dos.
No han a seguir ahí mucho tiempo -les dijo Daryl- da igual el tamaño, siempre sus vaya hacia otro lado. Vamos

ESTABA oscureciendo y la neblina tampoco ayudaba mucho. Caminamos hacia una granero cuando Perro se paró allí
Busca, chico. Vamos -le pidió Daryl a lo que así lo hizo. Lloriqueó así que supimos que había algo bajo las plantas-
Eugene, ¿estás ahí dentro como una momia? -le preguntó aún con mi linterna en alto-
Afirmativo -escuché su voz a lo que le sacamos de un cobertizo. Estaba asustado y sucio por lo que lo ayudé a salir con cuidado-
Eugene, ¿estás bien? -le preguntó Aaron-
Tropecé y me disloqué la rodilla -explicó Eugene- llevábamos una horda a los talones y Rosita se vio obligada a ocultarme aquí.
Si está dislocada, podemos colocarla en su sitio -le dijo Daryl-
No. Tenemos que salir de aquí -le respondió Eugene- la horda que nos siguió hasta aquí está regresando.
He visto las huellas, se ha ido -replicó Daryl-
No se ha ido -negó Eugene- ya ha pasado por aquí dos veces, me está buscando. Tenemos que escapar antes de que vuelva. No era una horda normal.
¿A qué te refieres? -le pregunté aún acariciando su espalda para calmarlo-
Cuando pasaron a nuestro lado, podíamos oírlos, estaban susurrándose unos a otros. -explicó Eugene-
¿Quieres decir que hablaban? -le preguntó Aaron-
Sí, aunque parezca una locura -afirmó Eugene- Rosita los oyó también, puede confirmarlo.
Saquémosle de aquí -nos miró Daryl. Perro comenzó a ladrar por lo que vi que la horda de acercaba. Comenzamos a salir de allí lo más rápido que pudimos con Eugene cojeando-

LA horda seguía siguiéndonos y tuvimos que parar porque Eugene no podía más
No tiene sentido -negó Jesús- no tenían que haberse dado la vuelta y desde luego no tenían que habernos seguido hasta el mismo granero.
Yo propongo una teoría -dijo Eugene mientras me quitaba mi camiseta, quedando en una de asillas, y hacía presión en su rodilla con un nudo- los caminantes están evolucionando
Gilipolleces -negó Daryl-
Están muertos, no evolucionan -negó Jesús-
Que estén muertos no ha impedido que sigan deambulando ad eternum, ¿verdad? -replicó Eugene- no están muertos de un modo normal. Hace falta golpearles el cráneo, por lo que el cerebro está vivo. Por muy deteriorado que esté, si está vivo, puede cambiar. Y quizá estén recordando cosas, como hablar.
¿Qué? -preguntó Daryl girándose para vernos-
No es más descabellado a que los muertos resuciten -apoyó Jesús- si pueden aprender a hablar, pueden usar estrategias y cazar
Si, y luego se ponen a bailar al estilo Thriller de Michael Jackson -respondí sarcástica-
Los tenemos pegados -llegó Aaron interrumpiendo la conversación- debemos llegar a los caballos
Si no se han puesto a bailar también -molesté a Jesús a lo que este me dió un pequeño codazo reteniendo una sonrisa-
Tenéis que abandonarme. Os estoy ralentizando y agotando -nos dijo Eugene- cuando paramos, los muertos de acercan
No, hemos hemos venido a buscarte, no nos volvemos sin ti -lo señaló Jesús-
No tenéis elección -respondió Eugene-
No seas idiota, Eugene -le di un zape-
Nos dividiremos. Vosotros llevadlo hasta los caballos. Lorelai y yo esperaremos a la horda y la atraeremos hacia otro lado. Luego la despistaremos y nos reuniremos con vosotros en Hilltop.
Juntos somos más fuerte -respondió Aaron-
No servirá de nada -negó Jesús- nuestra única salida es evitar la confrontación.
No -negó Daryl- si alguien se queda, debo ser yo
Marchaos. Ya os alcanzaremos -pidió Daryl a lo que vi a Aaron y Jesús tomar a Eugene y empezar a caminar-
Estás loco si piensas que te voy a abandonar -le dije empezando a caminar junto a Perro-
Mira que eres testaruda -le escuché murmurar para luego seguirme-

DARYL y yo estábamos encima de un pequeño techo viendo a la horda. Perro estaba abajo sentado
Vale, chico. A por ellos -le dijo Daryl quitándose la mochila para encender unos explosivos y lanzarlo a unos metros. Perro comenzó a ladrar para llamarlos- buen perro. Sigue así
Para -me asomé para ver a Perro. Él se calló mientras veíamos a los caminantes seguir caminando como si nada- no sé qué coño ha cambiado en ellos, pero no me gusta


LLEGAMOS a donde ellos estaban y comenzamos a matar a algunos caminantes. Entre la niebla vi a Magna, Yumiko, Eugene y Michonne pero me centré en Jesús.
Estaba en el suelo. Muerto
Caí de rodillas junto a Aaron y lo abracé reteniendo un par de lágrimas. Abrí la boca sorprendida al ver a Daryl quitar una máscara de caminante dejando ver a un humano. Era quien había matado a Jesús y también estaba muerto.
Están atrapados. Rodeadlos -escuché un par de susurros y a Perro ladrar- no dejéis que escapen. Los mataremos juntos.
















𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora