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HABÍAMOS puesto a las niñas y a Eugene a buen recaudo para evitar que las muertes ocurrieran.
Más tarde nos habían interrogado a los cercanos a Eugene, nosotros, a pesar de que me parecía una estupidez.
Nuestro escondite era la iglesia.
Justo donde ahora tocaban la puerta
Coloqué mi mano en el pecho de Daryl tras verlo armado yendo hacia la puerta pero yo negué con la cabeza y la abrí dejando ver a Rosita
¿Cómo ha ido? -le preguntó Daryl-
Muchas preguntas repetidas y miradas intentas. ¿A ustedes? -preguntó Rosita-
Un poco más de lo mismo -le respondí-
¿Habéis hablado con los demás? -nos preguntó ella-
Sí. Saldremos al amanecer su podemos salir -explicó Daryl-
Estará bien. Mercer estará vigilando -nos dijo Rosita-
Contamos con ello -aceptó Daryl-
Hola. ¿Cómo lo llevas? -Rosita miró a Eugene-
Creo que mejor de lo que merezco -respondió Eugene abrazándose a si mismo- ¿tienes noticias sobre el paradero de Max?
No. Lo siento -negó ella a lo que yo hice una mueca mientras pasaba una manta por los hombros de Eugene-
Gracias -me miró a lo que yo asentí con la cabeza- puedo parecer trivial, por todo el tumulto y el caos, pero yo soy quien debería sentirlo, ya que mis acciones os han puesto a los tres en mucho peligro
No, no lo sientas. Ese capullo se lo merecía -replicó Daryl-
Nos toca averiguar cómo conseguir sacarte de aquí -añadí-
Conozco una manera. La puerta est. Sé cuándo cambian los turnos -me respondió Daryl- podría haber una oportunidad
Estupendo. Podemos unirnos a los demás de camino a Alexandria -aceptó Rosita. Frunció el ceño al ver a Eugene temblar en su sitio- Eugene, ¿qué pasa?
A riesgo de sonar desagradecido por vuestros esfuerzos, no puedo irme sin mi amada. Necesito ir a buscarla -pidió Eugene. Yo suspiré pero asentí con la cabeza comprendiendo su necesidad-
Todos los soldados de la ciudad están buscándote -le recordó Daryl- no podrías avanzar ni una manzana
Bueno, aunque así sea, no puedo. No me iré sin ella -repitió Eugene- o al menos sin comprobar su seguridad
Bueno. Quédate aquí. Iré a buscar a Max -accedió Rosita- si puedo encontrar, tal vez podamos sacaros. ¿De acuerdo?
De acuerdo -aceptó Eugene-
Ten cuidado, ¿vale? -le pedí a la latina a lo que ella asintió con la cabeza pero antes de que se fuera se escuchó la voz de Pamela por los megáfonos hablando sobre los castigos de los ayudantes de Eugene y lo que pasará tras saber quiénes son-

A la noche seguíamos allí.
Yo estaba sentada en uno de los bancos jugando con un papelito mientras miraba al techo hasta que escuché la voz de Daryl
¿Quieres que te atrapen? -le preguntó a Eugene dado que este estaba asomado a la ventana-
Solo miraba el nivel de actividad de los soldados para ayudar a Rosita en la búsqueda de Max. Me canso de estar siempre al margen. Harías bien en dejarme pasar. No hay necesidad de que esto se ponga feo. Muy bien -Eugene comenzó a dotar una posición “amenazante” subiendo sus mangas y colocando sus manos en puños. Daryl ni siquiera sé inmutó a lo que tapé mi boca con mis manos reteniendo una carcajada-
Eugene, pareces una tortuga ninja, baja esas manos -le pedí levantándome mientras Daryl se echaba a un lado-
Adelante -accedió Daryl a lo que Eugene bajó sus manos y comenzó a caminar-
No intentáis detenerme -nos dijo él-
No vas a irte -negó Daryl a lo que Eugene comenzó a caminar hasta sentarse-
Porque soy un cobarde -contestó él-
No, Eugene, porque usas bien el coco. Eres muy inteligente -repliqué-
Soy un lastre. Siempre lo he sido -siguió Eugene- dependo de otros para sobrevivir, cuento con su valor porque carezco de él. Joder, la única forma de superar la selección natural  era mi gusto por la prevaricación. Significa mentir
Lo suponía -le dijo Daryl-
Bueno, me avergüenza decir que es mi única habilidad evidente -le dijo Eugene- ¿creéis que las personas valientes nacen o se hacen?
Ambas cosas -le respondió Daryl para luego palmear su espalda e irse a otro lado-
Eugene, tal vez mientas, todos lo hemos hecho alguna vez, tal vez gracias a otras personas también estés vivo ahora pero ¿crees que si de verdad no fueras valiente o fuerte seguirías vivo? -le pregunté para luego levantar su cabeza haciendo que me mirase- has llegado aquí gracias a ti mismo. Eso es todo lo que necesitas saber. Que has necesitado ayuda, un grupo e incluso una novia pero eso es normal, Eugene. Todo necesitamos a alguien para sobrevivir a esto


¿MAX? -preguntó Eugene a la mañana siguiente cuando Rosita apareció-
No viene -negó la latina-
¿Qué? ¿La encontraste? -preguntó Eugene-
Sí. Pero era demasiado tarde -contestó Rosita- ya está bajo custodia policial. Lo siento, Eugene.
El cambio está apunto de hacerse. Debemos irnos -añadió Daryl tomando su bolsa y la mía. Eugene solo se sentó-
Entonces es hora de decir adieu -contestó Eugene-
Voy a ver cómo van los demás. Nos vemos en tu casa -le dijo Daryl a Rosita tomando mi mano. Salimos ambos de allí dejando a Rosita y Eugene-
Le entiendo, Daryl. Sé que tal vez ahora no haya forma de sacarla de eso y que va a morir si se queda aquí y blah blah blah pero ponte en su lugar -le expliqué- imagina que yo soy Max y tú eres Eugene. ¿No intentarías hacer algo?
En primer lugar no hubiera hecho lo que ellos hicieron -señaló Daryl a lo que yo suspiré y asentí con la cabeza para darle a entender que la conversación terminó- pero si lo intentaría
Me estás dando la razón -le recordé- es solo un chico enamorado. ¿Nunca has oído que el amor te hace cometer locuras?




LORELAI OS DESEA UN ESTUPENDO AÑO CON ABRAZOS Y BESOS
Y la escritora espera que también tengan todos un buen comienzo del año








𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora