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ALEXANDRIA era simplemente maravilloso.
El agua limpia, pequeños puentes para pasar, huertos, flores, paneles solares, casas limpias y acogedoras, gente trabajando para mejorar el lugar, barreras más fuertes.
Si no fuese porque salgo casi siempre, no recordaría que estamos en mitad de un apocalipsis rodeado de muertos que reviven.
Ahora mismo paseaba por uno de los patios con mi delicioso y humeante café.
Retuve una risa al sentir unos pequeños bracitos rodear mis piernas y bajé la cabeza para ver a Judith mirándome con una sonrisa traviesa
Hola, Jud -sonreí dejando mi taza de café en un muro y cargándola en mis brazos-
Te he hecho un dibujo -me sonrió ella para luego enseñarme uno de esos cartones que utilizaba como lienzos. Sonreí al verme a mí y a Daryl, con los nombres escritos arriba de cada uno, y un gran corazón rojo abajo-
Es muy bonito, cielo. ¿Quieres ayudarme a ponerlo en la pared? -le pedí a lo que ella asintió. La bajé al suelo sabiendo que sabía el camino a lo que llamaba mi casa y la seguí. Tomé el brazo de Daryl tras verlo llegar y fuimos en silencio viendo a Judith poner con una chincheta el dibujo junto a otros seis suyos que habían en la pared-
¿Ese soy yo? -rió Daryl haciendo que la menor se gire para vernos a ambos-
Yo le veo el parecido -solté una risa yendo hacia Judith. Acaricié su mejilla y volví a mirar el dibujo- ¿Por qué no te despides de tus padres antes de que nos vayamos?
Vale -aceptó ella. Me agaché para recibir su beso y, tras verla sonreírle a Daryl, se fue de nuevo-
¿Por qué tengo la nariz donde debería ir la boca? -rompió el cómodo silencio Daryl. Solté una risa y acaricié el pelo de su nuca tras verlo para luego juntar nuestros labios-
Buenos días -saludé. Al fin y al cabo, se había ido a su usual puesto de "trabajo" y no había amanecido a mi lado-
Buenos días -repitió Daryl a lo que yo volví a sonreír y lo besé de nuevo-

ALGUNOS montábamos a caballo, la gran mayoría, y Daryl iba en su moto.
Llegamos a la entrada del gran edificio y fuimos hacia la puerta
Por ahora, estamos bien -nos susurró Michonne tras matar un caminante- cuando entremos, peinadlo todo
Creo que ya sé dónde se convirtió Spiderman -murmuré tras ver varias telas de araña. Enid me miró con una pequeña sonrisa y seguimos caminando con el grupo-
Ya tenéis las listas. Nos reunimos aquí cuando terminéis -explicó Rick- mucho cuidado.
Esto va a salir bien -dijo Maggie mirando el amplio lugar. Miré al suelo al escuchar gruñidos y vi que era de cristal y caminantes estaban debajo-
Malditos minimalistas... -murmuré pisando con cuidado para subir las escaleras-
¡Arriba! -avisó Cyndie. Justo cayó un caminante a un hierro salido y se quedó atascado allí. Daryl lanzó una flecha a su cabeza para rematarlo-
Sigamos. Ya nos las arreglaremos -nos dijo Ezekiel. Miré de nuevo el suelo débil para luego subir las escaleras-

¿ÉL propuso la votación? -siguió con el tema Michonne-
La única gran idea que ha tenido Gregory -asintió Maggie-
¿Todavía está molesto con el resultado? -preguntó Carol-
No lo sé. Está siendo amable -respondió Maggie-
¿Amable? -pregunté extrañada- ¿Qué clase de hierbas estás plantando allí, Maggie?
¡Lorelai! -gritó en un susurro con una pequeña sonrisa. Michonne soltó una pequeña carcajada y Carol rodó los ojos reteniendo una sonrisa- aquí está. Nuestro herrero podrá usarlo como modelo para hacer más. Y podemos enviar uno al Santuario. Para arreglar las cosas allí
Me alegra que ganaras las elecciones -le dijo Michonne apareciendo a mi lado-
Y a mí haberme criado en una granja -le respondió Maggie-

SI hace mucho años atrás me dirías que iría a robar un carruaje para caballos a un museo de bellas artes, te pediría amablemente que fueras a un psicólogo.
¿Ahora?
Ahora justamente estaba robando un carruaje para caballos y bajándolo con lentitud por las escaleras para no romper la parte de cristal del suelo.
Fuimos poco a poco tirando de varias cuerdas
Hasta ahora bien -escuché a Rick. Empezó a dar un par de pasos para seguir tirando de la cuerda hasta que al fin lo bajamos de las escaleras. Los que estaban por delante empezaron a tirar poco a poco e incluso creía que lo estábamos logrando pero de repente el cristal se rompió-
¿Por qué siempre me pasa a mi? -me quejé en un grito mientras notaba a los caminantes tratar de capturarme. También noté que la cuerda de mi cintura empezaba a salvarme la vida al caer al suelo-
Gracias -me dijo Ezekiel puesto que di, prácticamente, mi vida por él-
Estoy bien. Tal vez ahora mi espalda sea la de un Transformer pero...¿qué más da? -reí empezando a ayudar a los demás a llevar las cosas-

𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora