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TUVIMOS que salir de Alexandria porque venía una horda de caminantes.
No, no solo una vez, tuvimos que salir varias veces ya que venían constantemente.
Siguen llegando desde la frontera -nos explicó Aaron- es constante. Una oleada tras otra.
Seguro que es ella -nos dijo Carol-
Estáis preparados. Que no entren -nos dijo Michonne. Y en efecto, esa no fue la última vez que tuvimos que salir.
Salimos muchas veces más, por la noche, por la mañana, a la hora de comer...-

LLORIQUEÉ cuando estaba apunto de acostarme en la cama junto a una Beth durmiendo tranquila y en paz pero más caminantes aparecieron de dos lados.
Limpiamos los cadáveres del suelo y también los que estaban atrapados en las trampas junto a las puertas hasta que una del grupo de Alfa apareció
La frontera norte. Ahora -nos dijo ella-
Retirad a los caminantes -les dijo Michonne-
No son nuestros -negó la chica-
Ya. Claro -respondió sarcástico Daryl-
No son nuestros -negó de nuevo ella- id a la frontera, desarmados y esperad
Mira, estoy cansada y no tengo tiempo para tus juegos. ¿Qué coño queréis ahora? -le pregunté-
Ella os esperará allí -respondió ella para luego irse-

VALE -Michonne cayó a todos los que hablaban en el lugar para luego mirar a Lydia- ¿Ha sido tu madre?
No. No lo creo -negó Lydia algo intimidada ante la mirada de todos-
¿Por qué quiere hablar? -le preguntó Daryl-
Habéis atravesado su territorio -respondió Lydia- tenéis que responder
No tenemos que hacer nada. Con no acudir, suficiente -dijo Aaron-
Esa es mala idea -negó Lydia-
Ya nos están atacando -dijo alguien a lo que los demás le apoyaron-
Que no es ella -repitió Lydia- si quisiera matarnos, enviaría a toda la horda. Entera. No oleadas sueltas.
Intentará agotarnos -nos dijo Carol-
O, como os decía al principio, puede que el satélite y el incendio... -comenzó Eugene levantándose-
Eugene, no estamos de humor para tus teorías conspiratorias -le pedí tratando de sonreirle pero yo tampoco estaba de muy buen humor-
Propongo justicia. Que un grupo de nosotros vayamos a ver a esos frikis y le cortemos la cabeza a su líder -dijo una mujer siendo apoyada por, como si fueran vikingos, otras personas-
Sí. Y la clavaremos en una de esas estacas -siguió otro pero yo estaba viendo cómo Siddiq se iba apurado de allí y lo comprendí. Debió ser borroso ver a todos nuestros amigos morir delante de sus ojos. Lo seguí y lo abracé con fuerza-
Lo siento muchísimo, Siddiq -le susurré y supe que quería irse pero algo, no pregunten el qué por qué no lo sé, le hizo corresponder mi abrazo-

HABÍAMOS decidido ir a ver qué quería.
Llegamos a la frontera donde más estacas, ahora vacías, me hacían recordar aquel horrible momento.
Tomé la mano de Daryl, porque no había cualquier otra cosa que me hiciera sentir mejor, y seguí caminando a su lado
Dejamos nuestras armas en el suelo hasta que al fin apareció Alfa junto a sus esbirros
Habría una norma entre nuestros grupos. Una ley. “Quedaos dónde estáis" -nos dijo Alfa- pero la habéis incumplido.
El fuego habría arrasado tus tierras -le dijo Daryl manteniéndose firme pero aún sujetando mi mano-
El fuego está hecho para quemar -le dijo ella. Vaya, no será Einstein, ¿no?- no tenemos problemas con la naturaleza
Una de nuestras comunidades peligraba -añadió Michonne- no íbamos a dejar que ocurriese. Lo entiendes, ¿no? Cruzamos un vez
Tres veces -nos dijo Alfa a lo que yo fruncí el ceño- durante el incendio, una vez. Durante la tormenta de nieve, otra vez. Durante la búsqueda río abajo, tú y el del brazo metálico pisasteis mis tierras. Y ya van tres veces. Siempre estamos observando. ¿Qué os dije de cruzar mi frontera? Merecéis un castigo. Pero me hago cargo del contexto. Esta vez no hará sangre
Entonces, ¿qué quieres? -le preguntó Michonne-
Tierra. El arroyo que baja hacia el valle es la nueva frontera sur -nos dijo Alfa- nosotros marcaremos la nueva frontera norte.
Quiere la zona de caza. No tenemos por qué escuchar... -comenzó Carol-
¡Carol! -le pidió Michonne-
¿Escuchar qué? -se acercó a su lado Alfa-
Estás gilipolleces -le respondió ella-
Ya está. Se acabó. Nos vamos -finalizó Daryl-
No se acabó -negó Alfa- no hasta que esta de aquí me muestre respeto. Deberías temerme.
Pues no -negó Carol- te miro y no siento nada de nada.
¿En serio? El chico rubio gritó tu nombre justo antes de cortarle la cabeza. -le dijo ella. Abrí los ojos sorprendida cuando Michonne bajó el arma de Carol justo cuando fue a disparar a Alfa-
Me disculpo por mi amiga -le dijo Michonne mientras Daryl sujetaba a Carol- no hemos dor mm ido y tú sabes lo que ella perdió.
Te perdono, de madre a madre -Alfa miró a Carol para luego quitar una de las estacas- esta es mi tierra ahora. Será mejor que huyáis.
Vamos, rápido -les pedí tomando mi arma del suelo y empezaron a irnos lejos de ahí-


GRACIAS -dejé un beso en los labios de Daryl tras dejarme un vaso con agua. Se lo devolví para no gastar agua y porque sabía que él también tenía sed- iré a hablar con Carol...
Está rara desde que salió del barco, no te tomes nada personal de lo que te diga -me advirtió Daryl a lo que yo afirmé con la cabeza para luego seguir a Carol por el bosque-
Yo aún no lo he superado, Carol. Y no creo poder hacerlo nunca pero no puedes tomar tu dolor y ponerlo en otras personas o hacer cosas como las de antes y ponernos en peligro. Todos los que mató tendrán su venganza, pero tenemos que ser pacientes -le expliqué. Antes de que ella pudiera hablar comenzó a disparar pero cayó al suelo mientras yo buscaba a quienes estaban disparando. Solo escuché el sonido de las hojas moverse. La levanté y miré a Daryl y Michonne-
¿Qué ha pasado? -preguntó Daryl-
Susurradores. Eran tres -le respondió Carol-
Conectad los walkies. Separaos. Nosotros al este -nos dijo Michonne señalándonos- capturar, no matar


TRAS no ver a los Susurradores, decidimos refugiarnos en un colegio abandonado en el bosque.
Quité un par de cosas de una mesa, junté otras e hice una especie de cama.
Haré la primera guardia con Carol -me dijo Daryl tratando de decirme que no le esperase para dormir-
Está bien -acepté para luego besarle y acostarme en las mesas. Sonreí cuando pasó su poncho negro por encima mío, besó mi mejilla y se fue-

SONREÍ al abrir los ojos, al fin sin tener sueño, y ver a Beth dormida a mi lado.
La arropé bien tras levantarme y salí buscando a Daryl.
Me quedé apoyada en el marco de la puerta tras verlo colocar los cereales en el cuenco de Beth y el olor a café inundar la cocina
Pasé mi brazo por los hombros de Beth tras notarla abrazar mi cintura y ambas nos miramos
Nos podríamos acostumbrar a esto, ¿verdad? -bajé la mirada para verla aún sabiendo que Daryl se había dado cuenta de que estábamos allí-
Buenos días, papá -sonrió Beth abrazando a su padre. Daryl sonrió y besó su cabeza para dejarla sentarse en su sitio-
Buenos días -saludé con una sonrisa tras verlo acercarse a mi con mi taza de café-
Hola -saludó Daryl. Le robé un pequeño beso, al igual que la taza de sus manos, y me senté junto a Beth-
Te quiero -dijimos las dos al unísono tras ver el bote de helado frente a nosotros. Daryl negó con la cabeza saliendo hacia la terraza-
Ya vengo -besé la mejilla de Beth para salir tras Daryl y abrazar su espalda mientras escuchábamos a los caminantes- esto acabará. Siempre termina
Estoy cansado de luchar -suspiró a lo que yo hice una pequeña mueca y me puse de puntillas para besar su cuello-
A mí tampoco me gusta, pero cuando terminemos esto te prometo que nos iremos por ahí. Fuera de tanta pelea y tanta guerra a pesar de querer lo mismo. Sobrevivir -le expliqué dejando un rastro de besos hasta su mejilla- no se a donde, pero buscaremos otros lugares y así tal vez encontremos a Rick. A Beth le gustará, y a mi también
Te quiero -murmuró bajando la cabeza para comprobar que sus manos acariciaran mis brazos-
Y yo a ti -respondí. Nos quedamos un rato en silencio hasta que se escuchó un ruido seco y luego la voz de Beth-
Estoy bien -respondió ella aún tirada en el suelo junto a la silla. Retuve una risa, no podía reírme de mi hija, y la levanté del suelo sacudiendo sus pantalones-
Igual que tu madre -repitió Daryl-

𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora