𝐋𝐎𝐑𝐄𝐋𝐀𝐈 ↑𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷

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LLEGAMOS a El Reino.
Me encantan los reencuentros familiares -acepté al ver a Connie y Kelly abrazarse. También a Carol, Ezekiel y Henry. Sonreí al ver a Carol y Ezekiel hablar con Judith. Hace mucho tiempo que no la veían-
El plan era traer a Henry -nos dijo Tara- solo a Henry
Llama a todos los líderes. Tenemos mucho de qué hablar -le pidió Michonne-

SÉ que no siempre he estado de acuerdo con todos los presentes, pero nunca me he dejado de preocupar por vosotros -les dijo Michonne tras llegar al teatro- solo intentaba proteger a mi familia y hacer lo correcto para mí gente. El futuro de Alexandria está aquí, juntos, con vosotros. Nos olvidamos de eso durante un tiempo, pero ahora estoy aquí. Todos lo estamos.
Más vale tarde que nunca -le respondí sentada junto a Judith con Beth sentada en mi regazo escondiendo su cara en mi pecho ya que la había molestado al pillarla mirando mucho a Henry-
He propuesto un voto informal a los miembros del consejo que han venido a la feria, y están de acuerdo -nos dijo Gabriel- Alexandria está dispuesta a acoger a Lydia. Ahora es de los nuestros. Esperamos que el resto hagáis lo mismo que nosotros.
Gracias -nos dijo Lydia- haré lo que sea para compensaros.
Si su madre ataca, lo hará en Hilltop, no en Alexandria -nos dijo Tara- tengo que proteger a mi gente. Pensaba que estábamos de acuerdo
Lo estábamos y cuando estuvo frente a mí puerta, le dije que se marchara -le dijo Michonne- y como no lo hizo, me enfadé
Entonces sabes por qué esto no me parece bien -le dijo Tara-
Lo sé. Y también se por qué Rick no se fiaba de mi cuando aparecí ante la puerta de la prisión -dijo Michonne- y porque no se fiaba de ti después del verte al otro lado de las filas del gobernador.
Yo iba a matarte nada más apareciste en nuestra orilla -dijo Rachel. Esa mujer ya no era una niña-
Vale. Vale. Bien -aceptó Tara tras un silencio-
Lydia no eligió venir de donde viene, pero sí ha elegido dónde quiere estar, como todos nosotros -nos dijo Michonne-
He dejado a mis mejores hombres de Hilltop -nos dijo Tara- Si Daryl tiene razón sobre cuántos son, no hablamos de mucha gente
Deberíamos llevar un grupo a Hilltop -les dijo Daryl- para protegerlos, por si acaso.
Buena idea. Llevaré a algunos del Reino -aceptó Carol-
Oceanside puede aportar algunos hombres -siguió Rachel-
Alexandria también -añadió Gabriel-
¿Salimos por la mañana? -preguntó Tara-
No, podrían adelantarse si esperamos. Debemos irnos hoy -negó Carol- debemos irnos hoy
Sí. Pero enviar gente solo es solución a corto plazo -les dijo Gabriel. Yo me sentía como los niños que estaban a mi lado al estar callada sentada como un indio mirándolos-
Las comunidades deben estar juntas para afrontar este problema -les dije tras levantarme, colocar a Beth donde estaba yo sentada y acercarme donde estaban ellos- ¿Podríamos hacer un pacto de mutua protección? Todos saldríamos ganando.
Juntos podemos conseguir que esa gente se lo piense antes de atacar a Hilltop -aceptó Gabriel-
La reina y yo estamos de acuerdo con la idea -afirmó Ezekiel-
Oceanside también -aceptó Rachel-
Vale, ¿cómo lo formalizamos? -preguntó Tara soltando una pequeña sonrisa- ¿Un apretón de manos? ¿Un juramento de sangre?
¿Bebemos de la misma copa de vino? -completé soltando una pequeña risa-
Tengo algo que es perfecto -nos dijo Ezekiel con una sonrisa divertida ante nuestras ocurrencias. Sacó un gran papel y lo colocó sobre la mesa-
¿Cómo has...? -comenzó Michonne-
Pues con magia, obviamente -nos dijo Tara a lo que yo solté una pequeña risa- a lo mejor me llevé unas cosillas cuando me fui. Hice lo que consideré correcto. Siento cómo acabó todo
Yo también -le respondió Michonne- y gracias. Tenían razón.
Y tú también -aceptó Tara-
Sabía que este día llegaría. No lo dudaba en absoluto -nos dijo Ezekiel para luego formar en su lugar- John Hancock, chúpate esa.
Tienes letra de doctor -reí al ver la firma de Carol. Rachel y Tara también firmaron-
Tiene que firmar el presidente del consejo -Michonne la pasó el rotulador a Gabriel-
Yo también quiero -se alongó en la mesa Beth haciéndonos reír-
Es parte de nuestro futuro -se encogió de hombros Gabriel con una sonrisa dándole el rotulador. Los adultos soltamos una risa cuando Beth se puso de puntillas para llegar y miré con una gran sonrisa a Daryl levantarla del suelo con cuidado para facilitarle el trabajo. Beth había escrito su nombre, debajo de la firma de Gabriel, en letras grandes y algo deformes. Ahora pertenecía a algo muy grande. Siempre lo ha hecho-