❝Bruning.❞
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤUsed to describe something that is extremely hot.
-ˏˋ En donde Cerys hará todo lo que sea necesario para que su hermana se siente en el trono de hierro, aún si eso significa destruir a su propia familia. ˎˊ˗
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Vamos a pretender que esta es la primera vez que lo subo...
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EL TERROR ROSADO
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Cerys partió de Pentos dos días después del accidente dejando a su esposo atrás. La princesa voló por casi tres días hacia Dragonstone donde cambió su ropa y dejó que los maesters revisaran su herida, pero no se quedó a descansar como habían sugerido ellos. Un mensaje de Driftmark anunciando que sus hijos ya habían emprendido su viaje a King's Landing la hizo abandonar el castillo apenas su herida fue vendada nuevamente, esta vez voló sobre Drakon. Cuando llegó a King's Landing el sol ya brillaba en el cielo haciéndola sentir más débil de lo normal tras no haber dormido bien por casi una semana. A medida que se acercaban al pozo de dragones Drakon dejó salir un rugido, como si pudiera sentir que su jinete iba a desmayarse en cualquier momento. El dragón aterrizó bajo la atenta mirada de los cuidadores que se acercaron para ayudarla a bajar, Vhagar pasó sobre ellos tapando el sol por unos segundos y Cerys no pudo evitar sonreír al ver las miradas sorprendidas de todos.
—Mi princesa, ¿Está bien?—uno de los cuidadores la miró con preocupación al notar lo cansada que se veía.
—Estoy bien—le aseguró ella con una sonrisa—. Necesito un caballo—pasó junto a los cuidadores ignorando sus miradas de preocupación.
Drakon la vio alejarse y chillo en protesta, pero aún así agitó sus alas y se elevó en el aire siguiendo a Vhagar. Los caballeros se movieron de inmediato preparando un caballo para la princesa. Cuando se trepó en el animal suspiro cansada y llevó una mano a su hombro sintiendo los vendajes mojados, al sacar su mano la encontró manchada de sangre. Eso explica por qué sentía que iba a desmayarse.
—Princesa—uno de los caballeros se acercó—, no se ve muy bien, podríamos...
—Estoy bien—lo interrumpió ella.
Sus manos apretaron con fuerza las riendas del caballo y le mandó moverse. Tenía que llegar a la fortaleza antes de desangrarse en medio del pozo. El animal se movía con tanta rapidez que Cerys tuvo que cerrar los ojos al sentir el vómito subir por su garganta, no iba a morir de esa forma. Apenas el caballo cruzó las puertas de la fortaleza Cerys se bajó soltando un gemido de dolor al mover su brazo herido. Apenas vieron el estado en el que se encontraba varios guardias se acercaron a ayudarla y ella los dejó acercarse, sus piernas estaban tan débiles que no podía mantenerse de pie por sí misma.
—Mi padre—murmuró dejándose caer en los brazos del primer guardia que se acercó—, llévenme con mi padre.
Escuchó a los guardias gritar, pero no pudo entender lo que decían, lo único que recuerda antes de desmayarse fue las manos que tocaron su hombro enviando una corriente de dolor por todo su cuerpo. Con la princesa inconsciente los guardias se apresuraron a llevarla a los aposentos del rey donde ya los esperaba el gran maester. El rey también estaba en la habitación, sus ojos fueron directo a su hija inconsciente y sintió el miedo crecer en su interior, miedo de perder a su primera hija.
