65; DORNE Y KING'S LANDING

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DORNE Y KING'S LANDING

Cuando Otto regresó a King's Landing con la respuesta de su hermana el corazón de Aegon se quebró en mil pedazos, ver aquel collar que su hermana siempre llevaba puesto sin importarle que dijeran los demás al verla con una simple piedra le hizo darse cuenta lo que estaba haciendo. Sin embargo, no dejó que nadie viera cuánto le había afectado. Su madre sugirió deshacerse del objeto, pero él lo guardó con la excusa de regresarlo cuando gane la guerra. Desde ese día lo usaba bajo sus ropas, lejos de las miradas de todos, incluso de las miradas de sus hermanos que siempre lo miraban como si esperasen que fuese a caer muerto en cualquier momento. O al menos Daeron lo hacía, Aemond estaba muy enterrado en su mierda como para tener tiempo de juzgarlo y Helaena siempre estaba encerrada en su habitación murmurando cosas que él no entendía.

Teniendo suficiente de la presencia de sus hermanos decidió enviarlos lejos, no quería ver sus miradas que reflejaban decepción. Envió a Daeron a Oldtown para proteger al ejército que marchaba a King's Landing y Aemond abandonó la fortaleza para lidiar con los Baratheons en Storm's End. Cuando Aemond se fue Helaena por fin abandonó su habitación, pero nadie supo a dónde fue, él sabía que seguro le había enviado una carta a su hermana avisando de los viajes de sus hermanos. Sabía que Daeron movía a los espías de su hermana en King's Landing y Helaena susurraba sus "profecías" al menor de sus hermanos, si tan solo estuviesen de su lado quizás Otto estaría orgulloso de ellos por ser unas mentes maestras. Sabía que su hermano posiblemente ya estaba en Storm's End así que aprovecho para visitar a su hermana ahora que solo eran ellos.

Helaena estaba tejiendo en una silla junto al fuego cuando lo dejó ingresar a su habitación. Su hermana le sonrió y lo invitó a sentarse frente a ella, ninguno de los dos dijo nada, solo se quedaron en silencio mientras ella tejía sobre un pañuelo rosado. Desde que se supo que estaba embarazada ella decía que sería una niña y en secreto le confesó que la llamaría Jaehaera en honor a su verdadero padre, él había bromeado sobre eso y ella le había sonreído antes de lanzarle una almohada en la cara. Llevaban un par de horas en silencio, el sol brillaba en el cielo y todo estaba en paz. Hasta que Helaena jadeo llamando su atención.

Las manos de la Reina comenzaron a temblar dejando caer su tejido, sus ojos miraban a la nada y una lágrima bajó por su mejilla. Helaena podía escucharlo, los truenos, la lluvia, los gritos. Esta vez era más claro que la primera vez que lo vio. Las voces de Aemond y Lucerys estaban ahí, pero ahora podía escuchar con claridad la otra voz, una que conocía a la perfección. Jaehaerys estaba con ellos.

Jaehaerys.

Un grito de dolor salió de su garganta cuando sintió una punzada en su vientre, lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y su cuerpo se dobló hacia el frente mientras agarraba con fuerza su vientre. Los truenos eran demasiado ruidosos en sus oídos así que no escuchó la voz desesperada de Aegon llamándola. Sintió manos tocándola y volvió a gritar pateando a la persona que la tocó, Aegon se quejó alejándose. Su madre, el maester y las parteras entraron pocos segundos después, pero ella no los dejó acercarse, cada vez que alguien se acercaba ella comenzaba a gritar y a patear a todos. Cuando su madre intentó acercarse al verla levantarse Helaena se lanzó contra la mesa agarrando un cuchillo que levantó contra su madre.

—¡Es tu culpa!—le gritó a la mujer alejándose—¡Es tu culpa!

El cuchillo cayó de sus manos y ella misma se sintió caer al suelo gritando de dolor. Cerró los ojos con fuerza escuchando los gritos haciéndose cada vez más fuertes. Con cuidado se acomodo en el suelo y abrió las piernas gritando, su bebé estaba llegando al mundo y su corazón dolió al saber lo que eso significaba. Su madre se arrodilló a su derecha, manteniendo distancia y le rogó que la dejará ayudar, pero ella negó con la cabeza. Nadie podía tocarla, no a su niña. Rhaella siempre le hablaba de cómo había sido su parto y trató de prepararla para cuando el momento llegará, pero en ese momento se sentía perdida.

burning fire. (daemon targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora