burning fire. (daemon targaryen)

72; LA CAÍDA DE KING'S LANDING

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LA CAÍDA DE KING'S LANDING

Jacaerys había dejado Dragonstone atrás hace horas, y a pesar de haber dormido Helaena se sentía cansada. La mañana llegó con amargura para ella y no se quedó quieta hasta que habló con Aiyana. Su sobrina le había sonreído cuando le prometió que Jacaerys protegería a Jaehaera con su vida de ser necesario, eso la calmó un poco. Sin embargo, apenas una hora después se encontró a sí misma corriendo hacia su dragón. Dreamfyre también estaba inquieta y se apresuró a acortar la distancia que las separaba, sintiendo el desespero de su jinete. Si se apresuraba podría alcanzar a Jacaerys antes de que llegara a Pentos o justo cuando estaba llegando. Le importo muy poco que estaba dañando el vestido que su sobrina le había prestado, se montó en Dreamfyre y le comando volar.

Los dragones destinados morirían juntos.

Debía impedirlo, no podía dejar que pasará. Con ese pensamiento apresuró a Dreamfyre para que volara más rápido, tenía que llegar a Pentos cuanto antes. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y un sollozo se le escapó cuando los cerró y vio imágenes de su hermano cayendo del cielo. Cuando se despertó esa mañana supo que Daeron ya los había abandonado, su precioso hermano se había ido y ella no se pudo despedir. Ahora Aemond estaba yéndose, la iba a dejar. Pero en lugar de girar y salvarlo siguió su camino, si giraba Jacaerys iba a morir y todos estarían en peligro, ella no podía dejar que eso pasara.

Ni siquiera estaba cerca del lugar cuando sus ojos captaron fuego sobre el mar y dragones volando sobre los barcos piratas. Diferenció a Vermax volando más bajo de lo normal y un nudo se formó en su garganta, Amethyst también estaba ahí, sin su jinete para suerte de Helaena.

—¡Dracarys, Dreamfyre!

La dragona rugió y se abalanzó sobre los barcos escupiendo fuego. Vermax se movió elevándose en el aire huyendo de la enorme dragona, Helaena por fin pudo respirar tranquila. Dreamfyre voló sobre los barcos destruyendolos sin piedad y en lugar de sentirse enferma por la violencia, Helaena se sintió feliz, estaba salvando a su familia.

—¡Helaena!—Jacaerys la llamó.

—¡Regresa a tierra!—gritó ella—¡Síguelo, Dreamfyre!

Dreamfyre y Amethyst siguieron a Vermax a tierra, el dragón verde aterrizó en una colina rugiendo hacia los dos dragones que aterrizaron tras él. Helaena se bajó de su dragón con rapidez y corrió hacia Jacaerys que aún sostenía a Jaehaera en brazos. La niña estaba llorando y ella se puso a llorar también cuando pudo sostenerla.

—Que bueno que apareciste—Jacaerys se bajó de Vermax suspirando de alivio—, ¿Nos seguiste?

—Daeron está muerto—anunció ella mirando hacia la casa al pie de la colina donde Lucerys los miraba con Aerys y Aemma a su lado—, creo que Aemond también.

—¿Qué?—él la miró con preocupación.

—Barcos de Dorne zarparon para venir a buscarnos, debemos quedarnos hasta que lleguen—ella miró el rostro de su hija—. King's Landing y Dragonstone van a caer.

En el Paso Rhaenys logró hacer que Meleys volará otra vez, a pesar de estar herida la dragona se elevó en el aire buscando proteger a su jinete. Las dos volaron hacia Dragonstone ignorando los rugidos de Sunfyre que huía en dirección contraria, de regreso a King's Landing, igual de herido que Meleys. En el mar los Lannister y los Velaryon se enfrentaban por el control del mar estrecho, tal como cualquiera se imaginaba los Velaryon tenían la ventaja. Cuando la reina roja y su jinete aterrizaron en Dragonstone Rhaenys comenzó a gritar para que los cuidadores de dragones atendieran la herida de Meleys.