41; EL PADRE Y EL HIJO

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EL PADRE Y EL HIJO

Cerys siguió a su hermano y sus sobrinos con la mirada hasta que desaparecieron de su vista, Aemond se aferró a ella llamando su atención

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Cerys siguió a su hermano y sus sobrinos con la mirada hasta que desaparecieron de su vista, Aemond se aferró a ella llamando su atención. Los ojos de su hijo la miraban con lágrimas comenzando a acumularse en ellos y la princesa sintió su corazón romperse ante esa vista.

—¡Eso fue increíble!—exclamó Aiyana saltando en su lugar—¿Podemos repetirlo?

—¡Cerys!—el rey llamó a su hija.

—Sir Harwin, ¿Podría escoltar a mis hijos a sus aposentos?—el hombre asintió.

—Claro, princesa.

—Tomen un baño y pónganse ropa presentable—la peliblanca beso las frentes de sus hijos a medida que se acercaban—, estaré ocupada así que los veré más tarde.

Seis cabezas asintieron antes de seguir al comandante de la guardia de la ciudad, Daeron se quedó de pie cerca de su hermana y su hermano esperando a que le dieran órdenes, como solía hacer aún si Cerys y Daemon le habían dicho que no debía hacerlo. Aemond se alejó por fin de su madre y le regaló una sonrisa que no llegó a sus ojos despidiéndose antes de tomar la mano de su hermano y llevarlo al interior de la fortaleza. Viéndose sola en medio del patio la princesa se giró para mirar a su padre encontrándose con una mirada de reproche, con un suspiro de cansancio la princesa caminó hasta su padre y le regaló una sonrisa.

—Habrá una reunión de la corte—Cerys se irguió en toda su estatura—, debo ir a arreglarme, supongo que podemos hablar de este...incidente más tarde.

Viserys, sabiendo que no lograría nada con presionar a su hija simplemente asintió dejando que regresara a la fortaleza. En su camino a su habitación se cruzó con Haizea que la miró horrorizada al ver sangre manchando la falda de su vestido y su hombro.

—Princesa...

—Necesito que consigas vendajes nuevos y me ayudes a cambiar mi vestido—la interrumpió—, tengo que atender a una reunión de la corte.

Haizea asintió aún luciendo conmocionada, la mujer cruzó miradas con sir Erryk y el caballero negó levemente. Minutos después Cerys ya estaba lista para la reunión, aún vistiendo ropas livianas que no molestaran su herida. Su hombro dolía, pero no quería tomar nada que fuese a nublar su mente, al menos no hasta que Daemon regresara y pudiera hacerse cargo de los niños. Cuando llegó a la reunión vestida con los colores de la casa Arryn todos se levantaron para recibirla, ella saludó a cada uno de los presentes con una sonrisa amable. El puesto a la derecha del rey estaba vacío y Lyonel Strong abrió la silla para ella cediendo su puesto usual a la princesa. Apenas Cerys estuvo sentada la reunión dio inició.

A medida que la reunión avanzaba la tensión entre la reina y la princesa Rhaenyra aumentaba ahogando a todos, menos a Cerys que se dedicaba a mirar por la ventana, el dolor estaba comenzando a molestarle más de lo que debería y escuchaba muy poco de lo que estaban hablando. Solo había entendido que algunas casas de Riverrun estaban en disputa, sin duda algo que a la corona le debería interesar, después de todo las casas mencionadas han estado en guerra por años y un baño de sangre mayor podría suceder si no intervienen.

burning fire. (daemon targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora