❝Bruning.❞
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤUsed to describe something that is extremely hot.
-ˏˋ En donde Cerys hará todo lo que sea necesario para que su hermana se siente en el trono de hierro, aún si eso significa destruir a su propia familia. ˎˊ˗
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Daemon se había ido hace seis meses y aún no daba señales de regresar. Todas las semanas se enviaban mensajes para asegurarse que ninguno de los dos estuviera muerto, pero no era suficiente. En esos seis meses Cerys solo visitó King's Landing una vez, cuando Lyonel Strong falleció y quiso mostrarle su apoyo al nuevo señor de Harrenhal que no dudó en jurarle lealtad. Harwin Strong abandonó su puesto como comandante de la guardia de la ciudad y regresó a Harrenhal para ocupar su lugar dejando atrás a todos los que lo querían. Tras la muerte de la mano del rey Otto Hightower fue llamado de regreso a la corte y las tensiones entre ambos lados de la familia crecieron hasta que fueron insoportables para todos. Rhaenyra se recluyó a Driftmark con sus hijos y esposo tras la noticia maldiciendo mil veces a la nueva mano del rey. Sin embargo, su hermana no era tan pacífica. Cerys enfrentó a su padre y a la misma Alicent cuando se enteró del regreso de Otto Hightower, la pelea escaló tanto que necesitaron múltiples guardias para evitar que la princesa agrediera a la reina.
Al final Cerys regresó a Dragonstone con sus hijos, Aemond incluido, porque el niño se rehusaba a quedarse y escapó de la fortaleza para infiltrarse en un barco.
El rey enviaba cartas constantemente, pero su hija nunca respondía, los únicos que respondían eran sus nietos y la única vez que Daeron y Aemond le escribieron a su padre fue para decirles que no iban a regresar a King's Landing. Incluso Daemon se enteró y envió una carta a su hermano para recalcarle lo tonto que había sido al poner a Otto a su lado una vez más. Todos estaban molestos, incluso los niños reflejaban la molestia de sus padres, menos Alyssa. La menor de las hijas de Cerys y Daemon apenas había cumplido cinco años, pero ya mostraba ser más inteligente que sus hermanos.
Alyssa Targaryen, nombrada en honor a la madre de su padre, con solo cinco años ya podía leer alto Valyrio y hablarlo casi sin problema. Su técnica con la espada mejoraba cada día y de la misma forma lo hacía su técnica para crear venenos. Desde el segundo que aprendió a leer en alto Valyrio la niña comenzó a leer el libro de magia Valyria, a su corta edad Cerys ya la había visto crear el más letal de los venenos. Pero Alyssa también creaba medicinas y antídotos. Y la única razón por la que no estaba tan tensa con Otto Hightower era que ya lo tenía en la palma de su mano. Ella y su tía Helaena eran unidas, muchos las llaman las raras de los Targaryen, y gracias a esa unión Alyssa sabía sobre los sueños de dragón de su tía. Con mucho cuidado la niña había creado una red de espías en la fortaleza con ayuda de doncellas fieles a su madre y encargó a la más leal de ellas envenenar la copa de Otto Hightower, una gota en su bebida todos los días.
—¿Qué estás haciendo?—Alyssa se sobresaltó al escuchar la voz de su madre.
—Solo estaba probando esta medicina—la niña le enseñó el frasco—, dice en el libro que puede curar la influencia de cualquier veneno, quería enviarlo al abuelo.
