71; AZUL Y ROJO

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AZUL Y ROJO

Helaena pudo respirar con tranquilidad cuando vio a Dreamfyre y Hellfyre esperando por ellas en un campo no muy lejos de King's Landing, las dos dragonas estaban acurrucadas juntas y apenas notaron a sus jinetes se levantaron. Rhaella se bajó primero del caballo antes de ayudarla y por primera vez le dio atención a la bebé que su amada cargaba en brazos.

—Es preciosa—susurró la menor con una sonrisa—, se parece mucho a él.

—¿A dónde iremos?—Helaena preguntó preocupada. —Aemond ya debe haber llegado a Harrenhal.

—Si ya llegaron significa que el ejército de los verdes fue reducido a cenizas—Rhaella la miró con tristeza—. Irás a Dragonstone y dejarás que lleven a Jaehaera a Pentos, tú vas a quedarte en el castillo hasta que sea momento de ir a King's Landing.

—Quiero ser parte de la guerra—Helaena se mantuvo firme—, no quiero verlo todo desde la seguridad del castillo.

—La guerra aún no termina, Hela—le recordó con el rostro serio—. Debes irte ya.

Se despidieron con un beso y Helaena trepó en el lomo de su dragona asegurando a Jaehaera antes de emprender el vuelo. Desde el suelo Rhaella la vio irse y suspiro con cansancio, cuando ya no pudo ver a Dreamfyre en el cielo montó a su dragona y regresó a Harrenhal.

A mitad de camino Stormfyre apareció con Aemond de entre las nubes, el dragón estaba herido y Rhaella arrugó la nariz al ver que su jinete también estaba herido. Los dos descendieron dejando que sus dragones aterrizaran en un campo no muy lejos de Harrenhal, pero no se desmontaron.

—¡Sir Criston está muerto!—anunció él—¡Padre espera por ti en Harrenhal!

—¡No regreses a King's Landing!—gritó ella—¡Helaena está volando hacia Dragonstone!

—¡Daeron aún está en la fortaleza!—Aemond bajo la mirada—¡No puedo dejarlo!

Rhaella iba a discutirle su decisión, pero no pudo decir nada más porque Aemond ya estaba volando de regreso a King's Landing. Con el corazón pesado ella continuó su vuelo de regreso a Harrenhal a esperar que las noticias llegaran.

Helaena llegó a Dragonstone horas después de despedirse de Rhaella, en su llegada Caníbal y Vermax la recibieron cargando a sus jinetes que se mostraron sorprendidos de verla. Al aterrizar varios guardias armados esperaban por ellos y se apresuraron a avisar la llegada de la hermana de la Reina. Cerys la recibió con los brazos abiertos llorando de alegría cuando pudo sostener a Jaehaera por primera vez, Rhaenyra también se vio conmovida y la abrazo susurrando palabras de aliento en valyrio.

—Rhaella me pidió que enviara a Jaehaera a Pentos—comentó algo tímida al tener toda la atención sobre su persona.

—Yo puedo llevarla—Jacaerys se ofreció de inmediato—, le prometí a Lucerys que le llevaría más de sus libros.

—Bien, debes salir hoy mismo al anochecer—Cerys lo miró—, asegurate que no les falte nada antes de regresar.

Mientras Helaena se instalaba en Dragonstone las cosas en la fortaleza se salieron de control. La gente comenzó a rebelarse contra los verdes al escuchar que Daeron había sido encarcelado por traición y en el interior de la fortaleza Otto comenzaba a delirar acusando a su nieto de ser la mente maestra tras la muerte de su nieta. Alicent había sido encerrada en su habitación cuando no pudieron calmarla así que la mujer no sabía lo que estaba pasando con el menor de sus hijos. Daeron, por su parte, estaba encadenado frente al trono con la mirada fija en su hermano cuando Aemond apareció bañado en sangre y con la respiración agitada.

burning fire. (daemon targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora