❝Bruning.❞
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤUsed to describe something that is extremely hot.
-ˏˋ En donde Cerys hará todo lo que sea necesario para que su hermana se siente en el trono de hierro, aún si eso significa destruir a su propia familia. ˎˊ˗
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—¿No has hablado con él?—Rhaenyra fijo su vista en Daemon.
—Hablé con Ciro—los ojos de Cerys fueron hasta su esposo del otro lado del mar de personas—, dice que Daemon lo vio todo.
Después del funeral todos se habían reunido en una de las terrazas de High Tide, todos menos Ciro y Laenor que aún no tenían la fuerza para enfrentar a nadie. Los hijos de Cerys estaban con Baela y Rhaena ofreciéndoles apoyo, menos Aemond y Daeron que estaban con Aegon y Helaena.
—Debió ser demasiado para él, quería a Laena como a una hermana—la menor de las dos bajó la cabeza.
—¿Dónde está Laenor?
—No lo he visto desde el funeral—Cerys tomó la mano de su hermana—, iré a buscarlo.
Rhaenyra se alejó de su hermana cuando identificó al mayor de sus hijos apartado de todos. Cerys suspiró pasando sus manos por su falda, sus ojos escanearon el mar de gente hasta dar con la princesa Rhaenys, la mujer se giró para verla y ella le regaló una sonrisa algo forzada. Con pasos lentos se acercó a su tía y la abrazo en señal de apoyo, al igual que con Laenor no hubo necesidad de palabras, un abrazo fue todo lo que basto. Lord Corlys se acercó a ella poco después de que se separará de Rhaenys recibiendo un abrazo de apoyo también, sin palabras.
Cuando el sol se estaba ocultando Daemon desapareció después de hablar con su hermano y Cerys lo siguió luego de mandar a sus hijos a la cama. A medida que caminaba por la playa siguiendo a su esposo en silencio podía escuchar el rugido distante de Stormfyre, tenía ganas de dar la vuelta y encontrar al dragón para consolarlo, pero no podía dejar a su esposo solo. No después de saber que él había presenciado cómo su querida hermana era consumida por las llamas de su propio dragón. Daemon sabía quién lo estaba siguiendo y apreciaba su esfuerzo por darle espacio, pero aún así detuvo sus pasos esperando por ella, cuando llegó a su lado la miró por primera vez en seis meses. Su esposa, la mujer más fuerte de todos los reinos, la madre de sus hijos.
—Ciro me contó lo que pasó—por primera vez en seis meses escuchó su voz.
—No quiero hablar de eso—llevó una mano a la mejilla de su esposa y la acarició—. Fueron seis largos meses sin verte.
—Los niños y yo te extrañamos—Cerys se acercó más a él por inercia—, pero...
—Si hubiese llegado segundos antes lo hubiera podido evitar—Daemon dio un paso atrás rompiendo el contacto.
—No fue tu culpa, de cualquier forma sabes que Laena no hubiera sobrevivido, ella decidió irse de esa forma—la peliblanca se acercó a él otra vez—. Déjame cuidarte.
Las manos de Cerys tomaron el rostro de Daemon con delicadeza y él cerró los ojos ante el contacto que había extrañado por seis meses. El sonido de Stormfyre resonó en la distancia una vez más cuando por fin el peliblanco se inclinó para besar a su esposa. La fría arena bajo sus pies sirvió como lecho para apagar momentáneamente el fuego que ardía en su interior y ellos no se contuvieron. Las caricias y las miradas llenas de cariño estuvieron presentes en todo momento, las palabras no eran necesarias cuando ellos sabían lo que querían decirse. Lo único diferente de las otras veces fue que no removieron su ropa por completo, en medio de su desesperación por estar juntos no pudieron llegar a quitarlas por completo.
