Lo que tu quieras (24 años)

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Había pasado una semana desde el día de nuestra boda y un año desde que decidir vivir juntos. Supongo que es lo que pasa cuando comienzas a ser un adulto funcional, adultos funcionales a los que les da pereza cocinar los fines de semana.

- ¿Tienes hambre? Puedo pedir algo por la aplicación si quieres.

Ese día yo estaba sentado en el sofá, mirando televisión y cambiando canales esperando encontrar algo bueno para ver mientras que tú estabas acostado, usando mi regazo como almohada y dejándome pasear mis dedos por tu rizado cabello pelirrojo (que irónicamente es una de las cosas que más me gustan de ti a pesar de que me la he pasado diciendo que odio a los pelirrojos)

- Para que te miento, desde hace rato quiero comer algo.

- ¿Que quieres comer?

- No sé... Lo que tu quieras.

Volteé a mirarte un tanto confundido por tu respuesta. Conoces bien mis gustos y bueno... Sabes la clase de comida que suelo preferir.

- ¿Estás seguro?

- Meh, no está mal dejarte elegir de vez en cuando.

- Bien... Entonces te quiero a ti.

Volteaste a verme con el ceño fruncido y un muy notable sonrojo en tus mejillas, claramente te había puesto nervioso con mi insinuación.

- Eres un idiota.

- Oh vamos Kahl, sólo fué una invitación para subir al dormitorio y... Bueno, ya sabes.

- Si pero no tengo ganas, menos cuando quiero comer algo. Pide algo de comer y tal vez tenga ganas más tarde.

Me encogí de hombros y volví a mirar el teléfono sin dejar de tocar y jugar con tu cabello. Sólo esperaba que no estuvieras jodiendo por lo que terminara pidiendo.

Así fué como acabamos comiendo pollo frito juntos, sentados frente a frente y sonriénos durante la comida. Sinceramente te hubiera preferido a ti para comerte a besos pero el pollo está bien... Ah, y ya no me dejaste comerme sólo la piel otra vez, jodido amargado.













































Omegacember | KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora