Comodidades (24 años)

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Este invierno ha sido más frío que los de años anteriores. Viviendo aquí te acostumbras a ese tipo de clima a la larga pero este año la temperatura bajó más de lo que ya estábamos acostumbrados.

Fué algo que ninguno de los dos había previsto pero por suerte teníamos varias frazadas guardadas en el armario  así que no había tanto problema.

En una de esas frías noches yo dormía cubierto con las sábanas procurando mantener el calor corporal. Mi sueño era tranquilo hasta que sentí que algo trataba de rodear mi pecho y torso. Me dí la vuelta cuando comenzaba a despertar notando que eras tu el que quería abrazarme.

- ¿Kahl? ¿está todo bien?

- Cállate y déjate abrazar.

No dije nada y dejé que me abraces. Extendí el brazo derecho y te acerqué a mi para que tu cabeza quedara recostada sobre mi pecho y así poderte abrazar y crear un espacio cálido para ti. Sumado a eso estaba el aroma de mis feromonas que al parecer lograban relajarte y hacerte conciliar el sueño.

- Eres muy cómodo ¿sabes? de algo te tenía que servir ser gordo.

- ¡Hey! no soy gordo, soy fuertecito.

- Si, si, lo que digas. Ahora cállate y déjame dormir.

Poco a poco ambos cerrabamos los ojos, dejándonos llevar por el aroma del otro y quedándonos dormidos después de un rato. La tranquilidad en la habitación era bastante agradable y el tenerte durmiendo entre mis brazos lo hacía aún mejor.



















Omegacember | KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora