Acompañándote (19 años)

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- ¡Kahl! ¡yo quería ir al espectáculo de magia de pollas con Stan y Kenny!

Para ser un tipo de 19 años aún actuaba como cuando tenía 10. Aunque era comprensible considerando que tenía que elegir entre pasar tiempo con mi pareja o con mis amigos. Ese día el equipo de básquetbol de la universidad jugaría la final contra un equipo de Colorado pero también había acordado asistir al espectáculo de magia de pollas con Kenny y Stan (en mi defensa tengo que decir que había olvidado que tu partido era el mismo día)

- Sólo serán cuarenta minutos. Además, habías prometido que irías a verme jugar en la final, es importante para mí y lo sabes.

- Ya lo sé judío... Es sólo que... Tu sabes cómo son los espectáculos de magia de pollas, deberías entenderlo.

- Theodore, hiciste una promesa conmigo, me lo juraste.

Mierda, no podía hacer mucho cuando me llamabas por mi segundo nombre. Cuándo estábamos en la cama era algo que me encendía más pero ahora... Suena más demandante, estás hablando en serio y se nota.

- Bien... Le diré a Stan y Kenny que no podré acompañarlos porque cierto judío me exige que cumpla mi promesa... Y que de pasó tendré una recompensa, si sabes a lo que me refiero.

- ¡Eric! Idiota.

Aparentemente es difícil resistirme cuando se trata de ti. A veces me gusta molestarte con esa clase de comentarios aunque honestamente era lo que esperaba después del partido.

Así que ahí me tienes, sentado en primera fila sólo para verte mejor. Al carajo si piensan que soy un jodido fanboy de su novio o un gobernado, admito que me impresiona tu habilidad para jugar básquetbol y que esa la razón por la que iba a verte a los entrenamientos siempre que podía... Esa y también para comerte con la mirada, sería deshonesto de mi parte no admitirlo.

No ganaron, perdieron con una ventaja de un punto. Sí, estabas frustrado y cansado pero al menos tuviste la oportunidad de jugar. Esa noche te ofrecí ir a mi casa y ver películas para que al menos pudieras relajarte y olvidarte de lo que pasó en el juego durante un rato y aceptaste.
















































- Es una lástima que no hayas podido venir con nosotros.

- Sí, es una lástima. Pero al menos valió la pena acompañar a Kyle a su juego aunque perdieron por un punto.

Stan estaba al otro lado de la línea. Recién había salido del espectáculo clandestino junto con Kenny y pudimos hablar por teléfono.

- ¿De verdad? ¿es porque el partido fué entretenido?

- Eh... Sí, fué por eso.

Volví la mirada hacia mi izquierda, en donde tenía a Kyle completamente desnudo y durmiendo abrazado a mi después de tener sexo. Yo sólo lo miraba jugando con su cabello rizado pensando que al menos le había quitado el mal humor.





































Omegacember | KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora