(Narra Ann)
Fue un vuelo de muchas horas, mi miedo se esfumó en los brazos de Alan, mientras me besaba y nos entregamos a la pasión varias horas pasaron.Terminamos cansados, Alan me acunó en sus brazos y aún preocupada me dormí, no sabía que tenía el Jefe de la Mafia que me causaba una inmensa seguridad.
Desperté con el sonido de la cabina, parece que habíamos llegado, me vesti con rapidez, Alan estaba sentado en la silla de la habitación, revisaba unos documentos, no había dormido nada, acaso no se cansaba, yo estaba agotada, mi cuerpo me dolía, pude ver unos pequeños chupetones en el hombro.
Me senté en la cama y la mirada de Alan se centro en mi, pude ver cómo sonrió de lado, se veía tan guapo que me sonroje.
Alan: Ya llegamos, te gustará mucho Japón es un lugar precioso, eh venido algunas veces por negocios y me gustó tanto que compre una casa aquí.
Ann: siempre había querido conocer Japón, pero me preocupa que fuera en esta forma, ¿A caso no tienes miedo?
Alan: Preciosa, en este mundo en el que me muevo no hay espacio para los miedos.
No dije nada más, nos levantamos y empezamos a descender del jet, el aire era frío y rozaba mis mejillas, provocando que mi nariz se pusiera roja, levanté la vista y nos encontramos en una pista abandonada, había un auto negro, nos acercamos a él y subimos, el chófer emprendió el viajé .
Nos dirigimos a un camino enmedio de un bosque, cada minuto que pasaba nos adentramos en lo profundo del bosque, Alan tomo mi mano y el nerviosismo que tenía se esfumó, después de unos minutos el auto se detuvo.
Salimos y frente a mi en medio del hermoso bosque había una casa, era preciosa, tenía un bello jardín y muchos ventanales. Frente a nosotros apareció un guardaespaldas, vestía diferente a los demás su traje era gris y no negro.Parecia ser el Jefe de seguridad de Alan
G: Jefe me alegra mucho verlo que se encuentre bien .
Alan: Gracias a ti, me salvaste, me llamaste en el momento justo,¿Cuantas bajas y daños hay?
G: Murieron 7 hombres y 5 heridos, su casa quedó destrozada, nuestro espía sigue averiguando quien es el hombre que lo vendió.
Alan: bien, encárgate de todo y déjanos solos
G: Jefe tenemos vigilada el área, los hombres están respetando la distancia de la casa y los sensores están activos, si necesita algo solo llámeme.
Alan: Bien, puedes retirarte.
Tomo mi mano y entramos a la casa, era preciosa, espaciosa y me provocaba una tranquilidad inmensa. Solo deseaba que ese sentimiento nunca acabará.
Alan me llevo por la casa, era preciosa, digna de un jefe de su poder, me sentía tan feliz, el conocer un nuevo lugar siempre provocaba felicidad.
Entramos a su habitación, era preciosa, había una hermosa cama, era diferente a las de México pero me pareció muy bella.
Alan: fue un día muy difícil para ambos, deberíamos de comer algo y después tomar un baño.
Ann: si, tengo muchísima hambre
Alan: bien, podemos cocinar algo, no tengo empleados y por seguridad no le avisé a nadie que vendría aquí.
Ann: bueno, si quieres te preparo algo, sé cocinar, no soy muy buena pero sin cenar no te quedarás.
Alan: bien vamos.
Lo seguí y bajamos por la escalera en dirección de la cocina, esperaba que al menos hubiera algo para cocinar.
Era preciosa la cocina y en la mesa había un par de bolsas de supermercado, supongo que el jefe de seguridad las habia traído.
Amarre mi cabello con la liga que tenía en mi mano, empecé a revisar lo que había en las bolsas, había huevo, verduras, carnes, aceites, aderezo y un poco de frutas.
Alan me ayudó a encender la estufa y entre los cajones encontré un sartén, tome unos huevos, un cebolla y jitomate, chiles no había, así que debía prepararlos así, corte la cebolla y el jitomate, puse aceite y empecé a freírlos, luego batí los huevos y se los agregue.
Mientras se cocinaban empecé a guardar las cosas, empecé a hacer una lista mental de que podría hacerme falta para cocinar, solo esperaba que a Alan le gustará mi comida y si así era le pediría que me comprara lo necesario.
Serví dos vasos de jugo, y el huevo, nos sentamos en la mesa de la cocina y mire a Alan, cuando provo el primer bocado su mirada se dirigió a mi, me sentí triste, tal vez no le gusto, rápidamente me levanté, le quitaría el plato y le serviría un plato de cereal, pero cuando mi mano tocó su plato el me habló.
Alan: que haces, tengo hambre.
Ann: te lo cambiaré por un plato de cereal, se que no te gusto.
Alan: de que hablas, mi cara de sorpresa no es porque no me gusta, si no porque nunca probé algo así, está delicioso dónde aprendiste a hacer los huevos así
Ann: enserio, en México los comemos así todo el tiempo (dije sonriendo)
Alan: es delicioso, me gusto mucho, deberías de preparar tus delicias mexicanas para mí.
Ann: claro que sí, solo que me faltan algunas cosas, pero si me lo permite, les daré una lista.
Alan: bien.
Me senté frente a el y comí gustosa, las palabras del jefe me llenaron de felicidad, me dió gusto saber que mi comida le gustará, acaso me importaba tanto la opinión de este hombre, días atrás antes de verlo lo odiaba y ahora quería complacerle.
El me miro sonriente y antes de darme cuenta ya había devorado todo, me pidió más y yo gustosa le serví, por un momento imagine que me encontraba en México, teniendo una cita con un bello hombre, que no estaba involucrado en malos negocios y que no me había comprado en una subasta de mujeres.
"Acaso el Jefe de la Mafia me conquistó de alguna manera, apenas y lo conocía pero estar hay a su lado me hacía sentir feliz"
ESTÁS LEYENDO
Vendida a la Mafia Rusa
ActionFui vendida a los Jefes de la Mafia Rusa, me tocaron, me violaron, hasta que uno me robó el corazón, como diablos me he enamorado de mi violador...