Prometo Cuidarte 1

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(Narra Ann)

Después de que Alan se fue, una pizca de miedo me invadió, el lograba que me sintiera segura y que mis miedos desaparecieran, pero cuando se iba una parte de mi se sentía asustada.

Después de un rato, tocaron el timbre, al abrir me encontré con una mujer joven, quien me saludo, parecía que no era de aquí, lucía como alguien de México.

Doctora: hola, me llamo Paula, soy  la doctora de confianza de Alan, soy Mexicana así como tú pero vine a estudiar a Japón hace años y conocí a Alan hace un par de años.

Ann: Mucho gustó Paula, me llamo Ann Martínez, soy la pareja de Alan ( dije con un tinte de superioridad)

Paula:  es un gusto verte mejor, mi jefe estaba muy preocupado por ti, no te dejo en ningún momento, te ama mucho ( dijo con sinceridad)

Ann: Si, eso parece,me dijo que tú me ayudarías a superar las pesadillas que me impiden dormir con tranquilidad.

Paula: si, estudie psicología también, pero necesitamos un ambiente tranquilo, donde puedas relajarte.

Yo asentí y nos dirigimos a mi habitación, ella me siguió en silencio y cuando entramos, me dijo que me recostara en la cama, yo obedeci y ella se sentó a mi lado.

Paula: bien, puedes empezar, cuéntame qué es lo que vez en tus sueños, trata de no olvidar nada y se lo más específica posible.

Ann: bueno, en mi sueños y durante el tiempo que estuve inconsciente, me encuentro frente una casa de aspecto misterioso, que me causa escalofríos, pero unas manos me arrastran a dentro, frente a mi aparece un hombre vestido de traje negro, es alto y fuerte, pero su cara aparece borrosa, solo puedo recordar sus ojos grises y su voz gruesa, me provoca miedo y desconfianza, se abalanza sobre mi y yo trato de apartarlo, pero me golpea, después me arrastra hasta una habitación horrible, empieza a besarme a la fuerza, me muerde lo labios y su olor me molesta, es una mezcla de whisky y tabaco.

En ese momento empiezo a sollozar, el miedo me invade, es como si reviviera un horrible recuerdo.

Paula: tranquila, no puede dañarte, no es real, debes seguir, es mejor hablar de ello, eso te ayudará a superarlo.

Ann: sip, bueno después empezó a desgarrar mi ropa, dejándome desnuda frente a el, le suplico que pare pero solo puedo escuchar su risa, sigue hasta que empieza a violarme, siento como un dolor horrible invade mis partes bajas, pero por más que pudo ayuda no aparece nadie, el sigue y sigue, sin detenerse y despierto.

Paula: Fue un mal sueño, son alucinaciones causadas por la droga que había en tu cuerpo.

Ann: Y si es así porque el dolor en mi parte baja se sentía real, cuando desperté tenía una pequeña punzada, era soportable pero la sentía.

Paula: es tu cerebro que representa tu miedos en dolores reales. Cuando sueñes esas cosas horribles, piensa que tú tienes una cosa con la cual defenderte y ataca al hombre horrible.

Ann:. eso haré, siento más tranquilidad al haber hablado con alguien, no quería preocupar a Alan.

Paula: no te preocupes verás que todo va a ir mejor, el día que estuviste pérdida recuerdas algo?

Ann: son imágenes borrosas, recuerdo que estaba en una especie de templo, fui arrastrada por las personas y me perdí, recuerdo subir a un auto y el sabor amargo de jugo de naranja, pero no puedo recordar nada más, más que el pequeño dolor cuando desperté, desapareció después de un rato.

Paula: ahora estás en casa y todo está bien.

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(Pensamiento de Paula)

Esta chica muestra reacciones de una violación, todo concuerda, la revisión que le hice el día que la encontraron, mostraba que había estado con alguien, pero no había muestra alguna, el  chupetón en su muñeca y en la parte trasera de su hombro y sus horribles pesadillas, la droga borro sus recuerdos, pero las pruebas están todo apunta a qué fue violada mientras se encontraba inconsciente. El jefe se enojara cuando lo descubra, pero por ahora a ella no le diré nada, psicológicamente hablando es mejor que piense que fue una pesadillas.

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Ann: si es lo bueno que volví con Alan, es todo o vamos a hacer algo más ( respondí con más tranquilidad)

Paula: por ahora es todo, yo creo que es hora de que me retire.

Ann: no se valla, le invito un café, es grandioso poder hablar con alguien que también es de México.

Paula: bien, te lo acepto, solo por qué me caes muy bien y también extrañaba hablar español.

Nos dirigimos a la cocina y mientras el café estaba,la doctora me platico como llego hasta donde estaba, que tenía tres hermanos en México y que siempre le intereso la cultura japonesa.

Un rato después, el café estuvo listo, seguimos platicando y me sentí feliz, la doctora me caía muy bien, era muy profesional y me encantaba  recordar anécdotas con ella.

El sonido de la puerta nos hizo levantarnos, salimos a ver  y  tres guardias cargaban a Alan, estaba inconsciente y su ropa estaba cubierta de sangre, me altere y empecé a llorar un dolor horrible invadía mi pecho, la preocupación mi mente y solo pude correr hasta el, empecé a abrazarlo y la sangre me cubrió la ropa, sollozando le pedía que no me abandonara.

Paula:. llevenlo a la habitación ahora, rápido iré por mi maletín al auto, no tardó.

Subimos a la habitación y lo acomodaron a la cama, lo mire, su respiración era fuerte y con rapidez, después entro la doctora y me miró.

Paula: no te quedes hay, ayúdame a quitarle la camisa.

Cuatro: el jefe fue herido con una navaja, a un costado, con mi saco y presión en la herida trate de evitar que perdiera más sangre.

Paula: bien, eso ayudó, pero debemos limpiar la sangre, trae un balde con agua y toallas

El guardia asintió y desapareció, empecé a quitarle la camisa a Alan y cuando su pecho estubo desnudo pude ver un corte en el costado, no era muy profundo pero era fino y estaba perdiendo mucha sangre.

Con la playera tape su herida e hice presión hasta que cuatro llegó, rápidamente sumergi la toalla en el balde, la exprimi,con ella y con cuidado empecé a limpiar su el corté, poco a poco deje limpio su piel, la doctora a mi lado le aplicó, alcohol y un Sprite para que dejara de salir la sangre, eso funcionó y el sangrado se detuvo.

Ensartó una aguja de sutura y empezó a suturar, la herida, ví como el rostro de Alan mostraba dolor, entrelaze mi mano con la de el y con la otra acaricie su frente.

Después de 10 puntadas, termino, limpio la herida y la cubrió con un parche especial, tocó su de frente y me miro, de su bolsa saco una inyección y me dijo.

Paula: el se va a poner bien, le suministrare medicamento, pero debes de vigilarlo, la herida se podría infectar.

Asentí y en mi corazón me dije que nunca lo dejaría, la doctora le puso la inyección y después ví como su rostro empezó a verse mas tranquilo.

Paula: es hora de que me valla, cuídalo mucho y manténlo bien vigilado, las horas siguientes son vitales para evitar una infección, me iré pero cualquier cosa que necesites, dile a los guardias que me llamen, vendré enseguida.

Ann: si, prometo cuidarlo

La doctora desapareció y yo me acomode al lado de Alan no me importaba estar llena de sangre no me separaría de el ni un minuto. Pero seguía preguntandome como es que terminó  a si, no podía perderlo, en mi corazón sabía que no podría vivir sin el.

" Al menos nuestro jefe fue atendido a tiempo, pobre Ann sufriendo por ver a su amado, pero Eduardo que paso con el..."

Vendida a la Mafia Rusa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora