Después de leer la nota y con el miedo invadiendo cada fibra de mi ser llore durante toda la noche, me sentía tan miserable ahora sí estaba perdida, ni siquiera tenía el consuelo de que Once estaba bien, lo había condenado.
Me quedé dormida no supe en qué momento de la madrugada, pero en mi sueños como una pesadilla apareció Once, estaba muerto frente a mi, frente a nosotros estaba un hombre, no pude ver su cara pero me decía que yo era la culpable por querer escapar.
Desperté de golpe, había amanecido, no dormí lo suficiente pero eso que importaba, mi destino era miserable, mirando al techo masaje mi rostro con mis manos , la puerta se abrió yvi entrar a Ela, me dedico una mirada triste, corrió las ventanas y me miró.
Ela: he venido a prepararla, el patrón llegará en dos horas, me pidió que me aseguré de que se bañe y que no me mueva de aquí hasta que esta arreglada según sus gustos.
Ann: lo odió, si usaré lo que el dice será obligada, pero al menos dime Once está vivo? -dije gritando
Ela: señorita por favor tranquila, el está vivo, el jefe cumple su promesa, el es un hombre de palabra, pero espera que usted cumpla su parte
Ann: Y cómo quieres que esté tranquila, el me va a violar lo odio - dije gritándole
Ela: señorita por favor no hagas enojar al jefe, no es malo, además el pago mucho por ti y no es tan horrible como piensas.
Ann: de que hablas, es un ser horrible que me compró, que me tomara a la fuerza y dices que no debo hacerlo enojar, tú eres tan despreciable como el.
Ela bajo la vista y no dijo nada, me preparo el baño, entre resignada y me bañe lo mejor que pude, está era la última vez que miraría mi reflejo con dignidad, no sabía si tendría el valor de volverme a ver en el espejo sin sentir repulsión.
Cuando salí encontré la lencería rosa en la cama, junto a ella estaba el vestido y unos zapatos a juego, era la ropa que marcaría mi destino, mire molesta a Ela salía para que me cambiara, me puse de mala gana la lencería y Ela regreso a prepararme, seco mi cabello con las cosas que había traído en una bolsa, riso mi pelo y me maquillo, me ví en el espejo, lucía tan linda pero estaba tan desdichada.
Ela me hizo ponerme el vestido y los zapatos, según ella lucía preciosa pero yo me sentía como un trozo de carne que sería lanzado a un león.
Fui llevada por el pasillo y llegué a una enorme puerta, Ela me hizo entrar y me dijo que su jefe estaba por llegar, me sentó en la cama, antes de irse me deseo suerte y me dejó en esa enorme habitación.
Pasaron algún minutos que me parecieron eternos, cuando pude escuchar la puerta abrirse, el miedo me invadió, dirigí mi vista a la puerta y había un hombre guapísimo en ella, parecía joven un par de años mayor que yo, el era el Jefe y si así era estaba a su merced, se acerco a mi, estaba asustada, empezó a tocar mi mejilla, después mis hombros, se detuvo y me besó, era un beso ardiente, el beso más seductor que había probado, que diablos me pasaba, porque parecía que me gustaba ese hombre, me besó nuevamente y entonces dijo con una voz gruesa y varonil
Jefe: Bien preciosa, por fin nos volvemos a ver, no te asustes, seré cuidadoso contigo
Yo no respondí, una parte de miedo me lo impidió pero otra parte parecía haber quedado a su mando, se sentó en el borde de la cama y empezó a quitarse los zapatos, se quitó el traje negro y quedó desnudo frente a mi, tenía un cuerpo espectacular, era tan perfecto, porque tenía que ser un maldito violador, era muy guapo que una parte de mi perdió el miedo, quizas estaba loca pero mi dueño no me causó asco como yo pensaba, sabia que me había comprado pero no era tan horrible como parecía.
Junto mis manos y las amarro con una especie de lazo, me tiró de espalda a la cama y acercó su rostro a mi cara y me besó, tenía un olor peculiar a perfume de hombre mezclado con olor a puros.
Su mano subió por mi pierna y el miedo me invadió, era perfecto pero aun así estaba asustada, me empezó a quitar el vestido y me dejó en ropa interior, una sonrisa apareció en su rostro cuando vio la lencería rosa, se relamio los labios, tocó mis pechos sobre la ropa y pude sentir su mano rozando entre mis piernas, estaba asustada, quería que me dejara pero una voz en mi cabeza me seguía preguntando si de verdad eso quería.
Arranco mi ropa interior y me observo duránte un segundo, después, empezó a besarme el cuello y a tocar mis pechos, sus manos masajeando ambos mientras lamía mi cuello, estaba asustada, pero un gemido salió de mis labios, no sabía si era de miedo o de placer, ví su pecho y baje la mirada pude ver su gran erección, era enorme y me quedé helada, dolería demasiado, separó mis piernas y con delicadeza me penetró, un dolor horrible se apoderó de mi, su miembro era muy grande y dolía, las lágrimas invadieron mi rostro, había perdido lo que más había cuidado, un regalo que guardaba para el amor de mi vida y era tomado a la fuerza por un extraño.
El lamió las lágrimas y empezó a moverse dentro de mi, el dolor siguió duránte un rato, después pude sentir algo que jamás pensé, era como si mi cuerpo aceptará a su cuerpo, en mi mente solo me decía, el te está violando, no era lo que tú querías o si?.
Cada embestida era más dura, se movía en un vaivén fuerte, yo pude sentir como mi cuerpo se saciaba también, estaba enojada conmigo misma por reaccionar asi y cuando llegó al clímax sentí unos espasmos que en vez de ser dolorosos me hicieron sentir gustosa, sentí como salio de mi y me sentí vacía por un momento.
Se acomodo a mi lado, me atrajo a sus brazos, yo actúe molesta, me aleje y lo empuje.
Ann: listo, ya tomaste lo que querías, ahora suelta a mi amigo.
Jefe: bien, el quedó libre cuando yo llegue, fue despedido y volvió con su esposa - dijo con molestia
Mi cara se entristeció, que había dicho, eso me golpeó como un balde de agua fría, Once tenía esposa, entonces porque me besó, porque me hizo sentir especial, porque actuó como si yo le importaba, había cedido a los deseo de mi dueño por un mentiroso que solo quería jugar conmigo..
Ann: bien, ya cumplí con mi parte del trato, puedo irme a mi habitación?.
Jefe: claro que no, aún no estoy satisfecho, además tú me perteneces y te irás cuando yo lo diga.
Puse los ojos en blanco con evidente molestia, era un idiota, sus comentarios lograban molestarme más
Durante el resto del día, me tomo las veces que quiso, todas ellas de manera fuerte y demandante,me resigne a seguir en sus brazos, no pude irme de la habitación, el durmió abrazando mi cuerpo y yo no pude dormir pensando en porque el miedo había desaparecido tan rápido
"Dios mío, acaso si me violó, porque no me siento tan miserable, acaso me gustó compartir la cama con mi violador"
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Vendida a la Mafia Rusa
ActionFui vendida a los Jefes de la Mafia Rusa, me tocaron, me violaron, hasta que uno me robó el corazón, como diablos me he enamorado de mi violador...