Se veía tan bella sentada en el jardín, era la mujer más hermosa que había visto en mi vida, era como una hermosa paloma, cada vez que la veía me sentía muy feliz, era un consuelo para mí soledad. Había aprendido a estar solo desde hacía un buen tiempo, tuve varias amantes ocasionales pero ninguna logro hacerme sentir completo, todas ellas solo buscaban dinero y poder, ni una sola le importaba lo que yo sintiera.
La chica frente a mi era diferente, ella había sido forzada a estar conmigo, cuando le ofrecí lo que ella deseara pensé que sería más ambiciósa y me pediría dinero, poder, lujos, tal vez si su libertad pero no que me despreciará así, ví muchas mujeres que el dinero las cegaba pero ella era diferente, aunque no del todo, estaba seguro de que cuando la tomé por primera vez escuché sus gemidos de placer, solo deseaba no haberlo imaginado.
Baje por las escaleras de la terraza en dirección del jardín donde se encontraba ella.
Cuando llegue a su lado ella me dirigió una mirada, parecía confundida y entonces hable.
Alan:. es hora de volver a la casa, deseo compartir mi cama contigo, así que vamos.
Ann: de nuevo, acaso no quedaste lo suficientemente complacido anoche (dije con molestia)
Alan: al contrario, fue tan placentero, es por ello que voy a repetir, me encanto, además no es una pregunta, tú eres mía y debes obedecer, no tienes otra opción.
Ann: mmm(dije rodando los ojos)
No me importaba lo que ella pesará en ese momento, mi cuerpo la necesitaba, la llamada me había molestado, quería reclamar lo que era mío, una sensación de superioridad me invadía al saber que solo era mía, así que la rodeé con mis brazos y la cargue, ella empezó a patalear pero no la baje camine con ella en dirección a la casa, era tan liviana que no me detuve, ni siquiera me cansé , llegué muy rápido a mi habitación y la puse en la cama.
Alan: desviste para mí, muéstrame tu bello cuerpo.
Ann: no lo haré, si quieres verme desnuda, tu mismo hazlo, no sucumbire a tu órdenes.
Me acerque y la derribé en la cama me puse sobre ella rápidamente y con un poco de enojo dije:
Alan: No puedes jugar conmigo de esa manera deja de ser tan cabeza dura, se que te gusto tanto como a mí , ¿acaso no vez lo duro que estoy?
Ann: Puedo sentirlo, pero son sus deseos no míos.
Alan: ¿Ah sí?, entonces porque tus pezones están duros, porque en tu mirada hay pizca de deseo (pregunté con diversión)
Ann: siempre han estado así y no deseo nada.
Pequeña mentirosa, actuaba como si no le importaba aunque en su mirada demostrará lo contrario. Rápidamente le quite la ropa, su cuerpo desnudo me prendía más, baje mi mano por entre sus piernas y estaba mojada.
Alan: si no me deseas, porque está mojada, si solo estoy sobre de ti , ni siquiera te he tocada y ya reaccionas así
Sus ojos encontraron los míos y por un momento pude sentir algo dentro de mí, algo que no sentía hacia mucho tiempo.
Y entonces, mis labios tocaron, con tanta delicadeza, los suyos.
Alan: ¿ Acéptalo me deseas, tanto como yo a ti? ( pregunté de una manera demandante sobre sus labios)
Ann: tal vez, no sé que es lo que me pasa, nunca había sentido esto.
Volví a juntar mis labios con los suyos pero ahora con mucho más deseo y lujuria. Me encantaba el dulce sabor de su boca.
Me resultaba algo adictivo..
Bajé mis besos a su cuello en donde dejé algunas mordidas y lamidas. Los sonidos provenientes de su boca eran algo que me extasiaba.
Seguí con sus pechos y di mordidas y apretones a mi gusto.
Me levanté y rápidamente me quite el traje, quedando desnudo frente a ella.
(Narra Ann)
No entendía porque me sentía así, lo ví levantarse y rápidamente quedó desnudo frente a mi, era un Adonis, pero me sorprendió más la erección que tenía, su miembro era demasiado grande, acaso dolería al igual que la anterior ves.
Se puso sobre mí, separó mis piernas con rapidez y de una embestida se introdujo en mi, está vez no hubo dolor alguno al contrario me sentí completa, empezó un vaivén delicioso, algo que jamás imaginé disfruta, cada embestida era más fuerte y dura que la anterior, con sus manos tocaba mi cuerpo y me besaba, sus labios tenían un sabor peculiar, era una mezcla a menta y a alcohol, de alguna manera era embriagante y delicioso.
(Narra Alan)
Me quite el traje y pude ver cómo su mirada de sorpresa,me puse sobre de ella y el deseo fue tanto que rápidamente le separé las piernas y me adentre en ella, era tan estrecha y deliciosa que con solo adentrarme en ella me causó placer, empecé a moverme y la embestia fuerte y duro, mientas con mis manos tocaba su dulce piel, sus gemidos inundaban la habitación, esa era la única prueba de que no me era tan indiferente.
Después de un tiempo, una energía eléctrica me recorrió todo el cuerpo, el orgasmo nos invadió a ambos y caímos rendidos, la atraje a mi cuerpo y dejé que descansará un momento, el día era jóven y no me cansaría de tomarla hasta que el sol se ocultara.
"Tal vez no todo era lo que parecía, el jefe de la mafia estaba encantado por Ann, acaso era más que atracción lo que sentía"
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Vendida a la Mafia Rusa
AçãoFui vendida a los Jefes de la Mafia Rusa, me tocaron, me violaron, hasta que uno me robó el corazón, como diablos me he enamorado de mi violador...