Traslado

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Al amanecer, Rick y Joan entraron rápidamente al almacén , traían con ellos una manguera, y varias bolsas negras,nos hicieron ponernos de pie y formar una fila.

Rick: escuchen con atención, lo diré solo una vez, formen una fila y quitense la ropa

Todas empezamos a sollozar, estos cerdos nos iban a hacer algo, como podían pedirnos algo así.

Rick:  no actúen como estúpidas, si no lo hacen yo mismo se las quitaré.

Todas obedecimos por miedo. Yo me sentía el ser más miserable de la tierra, nunca antes me había visto alguien desnuda, porque tenían estos cerdos que ser los primeros. Quite mi pantalón y mi blusa, después me quite la ropa interior, odiaba estar frente a ellos así, pude notar en su mira un pizca de placer.

Rick: bien hecho señoritas-dijo mirándome fijamente

Acto seguido Joan nos entrego un sobre de shampoo a cada una y una barra pequeña de jabón, apenas y cabían en la palma de mi mano.

Joan: les daremos un baño, laven bien su cabello y asegurence de terminar muy limpias.

Dicho esto Rick apunto la manguera en nuestra dirección, era parecida a la de los bomberos ya que enfrente tenía para abrirse o cambiar la presión.

La abrió y nos mojo a todas, el agua estaba fría y la corriente que se colaba entre las ventanas rotas no ayudaba, nos mojo completamente con ella, nos dió un par de minutos para que lavarnos y después nos volvió a mojar. Ellos parecían divertirse, al vernos temblar de frío y disfrutaba vernos desnudas, cada vez que me veían me hacían odiarlos más.

Cuando estuvimos lo suficientemente limpias, Joan nos entrego una toalla a cada una y nos pidió secarnos, cuando terminamos, ví que de la puerta apareció un hombre alto y mal encarado, tenía una gran cicatriz en la mejilla, estaba  cargando una mesa de madera vieja, la puso frente a nosotras y desapareció por la puerta de nuevo.

Rick puso la bolsa negra en la mesa y vacío su contenido, pudimos notar que eran vestidos y lencería.

Rick: deberan vestirse con esto y más les vale no protestar.

Las chicas a mi lado pasaron una a una y cuando fue mi turno, una sonrisa siniestra se dibujo en su rostro, ni siquiera me dejó escoger, de la bolsa saco una lencería negra, muy reveladora y me la entregó.Con ella me vesti, nunca había usado algo así, si me quedo, al menos ya no estaba desnuda, pero este conjunto no me tapaba lo suficiente.

Con ella me vesti, nunca había usado algo así, si me quedo, al menos ya no estaba desnuda, pero este conjunto no me tapaba lo suficiente

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Rick: te vez deliciosa, compré ese especialmente para ti, lastima que no puedo tocarte.

Vi como empezó a tocarse frente a mi, me pareció tan repulsivo, que asco de hombre y pude ver su mirada de satisfacción cuando llegó al climax, odiaba a ese miserable, como podía hacer eso frente a todas y actuar como si nada.

De la bolsa saco un vestido rojo, un tanto revelador me le dió y  me entrego un par de tacones negros. Rápidamente me lo puse, no estaría más tiempo con esa lencería frente a ellos, me puse los tacones y regrese a mi lugar, todas hay usaban vestidos igual de reveladores, nos entregaron un cepillo a cada una y un ser de sombras, nos pidieron arreglarnos, así lo hicimos.

Cuando estuvimos listas Rick  nos dijo:

- Hoy serán trasladadas al muelle,en el camino no hagan nada estúpido. Cuando lleguemos al muelle, un barco nos llevará a un lugar, más les vale que cuando lleguemos ahí no hagan algo tonto, habrá mucha gente importante y si nos hacen quedar mal, yo mismo me encargaré de castigarlas.

Dicho esto, Joan apareció de nuevo junto a al puerta, pero no venís solo, traía 4 hombres con el, nos volvió a amarrar y  fuimos cubiertas de la cabeza con un saco que olía horrible, de hecho en el mío se podían sentir el olor a sangre, tenía que soportarlo, senti cómo alguien me cargaba, mientras avanza pude sentir sus manos tocando mi tracero, cada toque que me daba me provocaba un asco terrible, cuando por fin me bajo, me metió dentro de una camioneta, me sentó en un lugar y antes de irse tocó mi pierna asquerosamente.

Cuando todas estuvimos dentro pude escuchar como cerraron la puerta, Rick estaba de conductor o eso parecía y junto a el iba Joan, pude saberlo cuando uno de los hombres pregunto.

Hombre: jefe que hay para nosotros.

Joan:  bien muchachos, en la habitación conjunta del almacén quedó una chica, es suya, más les vale tratarla bien.

Ambos se echaron a reír, acto seguido la camioneta arranco y nos fuimos. En mi mente me lamentaba por esa pobre chica, cuánto más debía sufrir.

El camino fue silencio y muy largo, pude estimar una 3 horas manejando, cuando la camioneta se detuvo, pude escuchar como Rick y Joan se bajaron, saludaron a alguien y se alejaron. Unos minutos después volvieron, abrieron la puerta y nos quitaron los sacos.

Rick nos desamarro mientras Joan nos apuntaba, ya sabíamos lo que debíamos hacer, no podíamos escapar o si no, nos dispararían, nos hicieron bajar  de la camioneta.

Estábamos en una especie de muelle viejo y abandonado, no había  nada más que un viejo barco, nos dirigimos a él y cuando abordamos,. barco zarpó, mientras nos alejamos de la orilla mis esperanzas de volver a casa se esfumaron,  ni siquiera sabía a dónde nos llevaban.

"Dios mío por favor llévame contigo, tengo mucho miedo ahora que será de mi "

Vendida a la Mafia Rusa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora