Escenarios que se me ocurren con los personajes de Tokyo revengers¡!
➪NO me pertenecen los personajes, créditos al mangaka Ken Wakui por ellos.
➪NO me pertenecen las imágenes, créditos a los autores correspondientes.
➪Esto es una historia "...
Es demasiado soft y algo aburrido. Equis, solo quería hacerme un auto-regalo ^^
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–Ay, que niño tan lindo– comento con ternura Akane mirándote –¿Quien es, Shinichiro?– le pregunto al azabache.
–Es el hermano menor de Emma e Izana, por lo cual también es hermano menor mío y de Mikey– contesto el pelinegro mientras te miraba– se llama _____.
–Es muy tierno – palmeo a su lado para que te sientes, cosa que hiciste y te empezó a acariciar la cabeza– Estoy segura de que se llevará muy bien con Seishu.
–Seguramente, si te parece bien algún día que tengas libre dime para qué lleve a _____ para que juegue un rato con él– propuso el mayor de los Sano.
–Me parece buena idea ¿la próxima semana está bien?– inquirió la rubia.
–Perfecto, ya oíste ____, la próxima semana irás a jugar con Seishu– te dijo con una sonrisa.
Lo miraste espectante, en tu cabecita rondaba la pregunta "¿quién es Seishu?", aunque no le tomaste gran importancia a esa duda, solo te centraste en el echo de que te llevarían a jugar.
(. . .)
–Llegamos– anuncio Shinichiro
Te bajo de la moto con cuidado y tú miraste el paronama frente a ti. La misma chica de la otra vez estaba justo ahí, pero esta vez tenía a un acompañante un poco más bajo que ella, tenían cierto parecido la verdad.
–¡Hola ____! Él es Seishu, mi hermano menor– aclaro con una mano arriba de la cabeza del ricien nombrado– pueden ir a jugar a su habitación o en el jardín, donde más les guste.
–En su habitación. . .¿ahí juguetes?– ante tu duda la fémina asintió– ¡genial! vamos Seishu – corriendo agarraste la mano del rubio y lo llevaste casi arrastrando adentro de su hogar–¡adiós Shini!
Los mayores solo rieron ante tu acto tan tierno, se quedaron un rato afuera para hablar de unas cuantas cosas.
Mientras tanto, en el interior de la casa tu seguiste arrastrando a Inui sin saber ni siquiera a dónde lo estabas llevando.
–¡Oye, sueltame ya!– tironeo e hizo movimientos bruscos para que lo sueltes, pero de tanto movimiento ambos cayeron al suelo.
–Ouch. . .confirmado, tu suelo es duro. . .
–Ni modo que sea blando, tonto– dijo con obviedad Seishu, se levantó y sacudió.
–No hacía falta tirarme, eh– imitaste su acto.
–No había falta arrastrarme.
–Quiero jugar. . .– murmuraste con un ligero puchero.
–Aja ¿siquiera sabes dónde queda mí habitación para poder ir a jugar?– inquirió sabiendo que tú respuesta seria negativa.
