Escenarios que se me ocurren con los personajes de Tokyo revengers¡!
➪NO me pertenecen los personajes, créditos al mangaka Ken Wakui por ellos.
➪NO me pertenecen las imágenes, créditos a los autores correspondientes.
➪Esto es una historia "...
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–Deja de molestar y ayúdame a ordenar este maldito gimnasio– repetiste por novena vez tu petición de que el peliblanco te ayudase.
Debido a que casi se pelean en el recreo, el profesor de cada uno decidió que limpiarian el gimnasio los dos juntos.
–No me apetece, acomodar gimnasios es aburrido – te contesto Ryusei mirando con desdén todas las pelotas esparcidas por el suelo.
–Entonces vete a dormir como siempre haces, pero deja de joder anda –dijiste en tono de súplica sin ganas de seguir aguantadolo.
El contrario pareció pensarlo un momento.
–Dormir no es aburrido, pero prefiero molestarte, es más divertido ¿o no, cerecita?– una sonrisa burlona adorno el rostro del mayor.
Tu ceño se fruncio y apretaste con fuerza la pelota que tenías entre tus manos.
–Deja de utilizar ese jodido apodo.
–Ohhh ¿por qué? si te pega, tu pelito rojo grita "cerecita" por todas partes, te llamaría por alguna otra fruta roja, pero las cerezas son pequeñas, al igual que tu– hizo como si tuviera algo pequeño entre sus dedos mientras te miraba de reojo sin quitar la sonrisa de su rostro.
–¡Solo me ganas por nueve centímetros!– miraste con enojo a Sato.
–¿Y eso te parece poco ? – cuestionó mientras se empezaba a reír –Ademas, tambien tienes ese apodo por qué cada que te enojas te pones de ese color, y te enojas bastante, por lo que eres una cerecita andante.
–¡Jodete! – voceaste lanzandole la pelota en dirección a su cabeza.
Desgraciadamente para ti, el mayor esquivo con rapidez la pelota.
– Prefiero joderte– agarro la pelota y la lanzo al aro más próximo.
Acertó el tiro y se fue celebrando del gimnasio. Resoplaste fastidiado.
–El imbécil se acabó yendo sin ayudarme – pasaste una mano por tu cara frustrado.
(....)
– Pero si es mi pelirrojo preferido ¿cómo te fue el día, cerecita?
– Cállate antes de que te mate por haberte ido sin ayudar –amenazaste sin mirarlo.
–Vaya, Ryusei, _____ y tú son iguales, los dos comparten las ganas de querer matar a alguien –se burló Keisuke.
–No me compares con él y mejor concéntrate en ir a comprarte más jabón para tu pelo – dijiste con desagrado por la comparación.
–Muy chistosito tu, pero ya lo compre ayer.
(....)
Se encontraban en una de las reuniones de la primera división, por fortuna o por desgracia, Sato había decidido ir.
