𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐀 𝐉𝐎𝐍𝐄𝐒

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

CAPÍTULO 1
"BEACON HILLS"

🏹🐺🏹

A simple vista muchas cosas parecen ser iguales, pero en realidad son totalmente distintas.

Por ejemplo los pinos. Al verlos uno al lado del otro lucen como una copia del siguiente sin nada que resaltar, pero a veces se debe ver más de cerca, con más detalle, con otro ojos, para notar la diferencia y la singularidad que hay en cada uno.

Así soy yo. Soy de las personas que en los viajes, son felices tomando su asiento y enfocando toda su atención por la ventana para divisar el panorama y detallar cada cosa que traiga el camino.

Por ello he estado viendo cada minucia desde que mi mi familia partió de Boston hacia nuestro lugar de destino, Beacon Hills.

Los pinos de los bosques frondosos parecen ser iguales, como un patrón, pero si se ven con cuidado, un juego de diferencias caracteriza a cada uno de ellos.

Eso me gusta. Ver que resalta en cada cosa.

—¿Amelia? —la voz de mi hermano, Alec, me sorprendió pareciendo cómo si su último llamado no hubiera sido el único, ni el primero.

—¿Si? —respondí girando mi cabeza hacia él y dándole atención.

—Mamá está preguntándonos si queremos comer pizza una vez lleguemos —me explicó desde su asiento y sin intención de moverse el pelinegro junto a mí.

Al escucharlo asentí con una sonrisa burlona, sabiendo lo siguiente que iba a decir.

—Está bien. Igualmente Alec y papá devorarán lo que quede de esa pizza —dije haciendo reír a mamá y sacandole una sonrisa a mi padre.

—Quisiera negar eso, pero sería una gran mentira de mi parte —habló papá dándome una mirada divertida por el espejo retrovisor.

—Bien, así que será pizza —acordó mamá luego de escucharnos.

Luego de ello pasaron algunos minutos hasta que finalmente un gran aviso nos daba la bienvenida a Beacon Hills.

El camino se mantuvo un poco mas antes de que papa estacionara frente la que seria nuestra nueva casa. Nuestro nuevo hogar.

—Llegamos familia —anuncio papa brindándonos una sonrisa antes de dejar su silla y bajar del auto.

—!Finalmente! —mi hermano hablo para tambien dejar su sitio y ayudarle a nuestro padre a bajar las maletas de la parte trasero del auto mientras mama y yo nos dirigiamos hacia la puerta—. Espero esta vez si tenga la habitación mas grande, no como en Boston donde Amelia tenia la mejor.

Al escucharlo rode mis ojos para luego reir.

—Oh vamos Alec, todos sabemos que no era asi —dije mientras papá y mamá reían por lo bajo por nuestra pequeña disputa.

—No era así, hijo —papá le habló a Alec.

—¡Lo era! —insistió una vez más sacándonos unas cuantas carcajadas a nosotros.

—Tranquilo pequeñas fieras, aquí todas las habitaciones son iguales, así que no tendrán problemas —mamá sonrió antes de finalmente abrir aquella puerta frente a ella.

Al entrar encontré la vista del nuevo entorno. Era una casa grande a diferencia del departamento en donde vivíamos en Boston, aunque ese lugar tampoco estaba mal.