𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑𝟎 (𝐓𝟐)

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CAPÍTULO 30
"AULLAR EN MEDIO DEL CAOS"

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—¿Es necesario esto, mamá?

—Cállense y sonrían.

La mujer sosteniendo la cámara quería obtener una fotografía de Alec y de mí con dos suéteres iguales, navidad se aproximaba y ya había comprado prendas iguales para mi hermano y para mí.

—Más te vale sacarnos de aquí, hermanita —me susurró el pelinegro que me abrazaba con su brazo sonriendo como los últimos diez minutos.

Entonces, mi teléfono empezó a sonar, era Malia.

—No importa quién sea, adoro a esa persona —dijo Alec cuando caminé para atender. 

—Hola, Malia —la saludé mientras mamá siguió reteniendo a mi hermano.

—Hola, A. ¿Ya vienes en camino?

Giré a ver a mi familia y pude notar la sonrisa desesperada en mi hermano mayor.

—Ya casi —dije soltando una pequeña risa—, ¿por qué?

—Digamos que... necesitamos hablar con la manada.

Tras la conversación pude salvar a Alec y ambos nos despedimos de mamá para salir a la escuela.

—¿Te dijo algo más?

—No. Solo que debíamos hablar todos —respondí.

Nos apresuramos y cuando llegamos a la escuela, todos los chicos estaban reunidos cerca al estacionamiento minutos antes de que el timbre diera inicio al día.

—Hola —Alec y yo saludamos y todos nos responden.

—Bien, ya que están aquí podemos empezar —habló Scott, digamos que el padre de Stiles nos ha dicho que han recibido muchas llamadas de personas de las afuera que dicen ver un tipo de... bestia.

—¿A qué te refieres con bestia? —indagó Isaac— ¿Algo muy grande? ¿Un hombre lobo?

—No lo sabemos pero si que es real, ha causado desastres que algunos oficiales han controlado. Mi padre no quiere que esto se sepa porque podría causar caos en el pueblo.

—Debemos saber qué es —aseguró Allison.

—¿Pero qué lo atrajo aquí o qué demonios busca? —preguntó Alec.

—No lo sé... —dijo el alfa— pero estoy seguro que nada bueno.

Mientras hablaban guardaba silencio, no quería intervenir porque ni siquiera estaba segura de si quería participar.

—Oye, ¿estás bien? —Malia a mi lado me habló en voz baja.

—Es que... creo que debería irme —al escucharme todos giraron su atención a mí.

—¿Qué? ¿Por qué? —ese era Isaac.

—Yo no creo que sea de ayuda, chicos —mencioné dando pasos hacia atrás— No estoy preparada para algo como esto aún... —la muerte de papá era algo reciente y enfrentar un problema sobrenatural no era precisamente mi método de duelo—, los veo luego.

Sin dejarlo refutar me alejé de ahí, fui directo a mi primera clase tratando de olvidar la conversación.

🏹🐺🏹

Horas más tarde iba hacia el entrenamiento de Lacrosse, quería distraerme en algo como le había aconsejado a Peter, y el entrenador estaba más que contento.

𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐀 𝐉𝐎𝐍𝐄𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora