𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟒𝟎 (𝐓𝟐)

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CAPÍTULO 40
"ALGO SE APAGÓ"

🏹🐺🏹

¡Lia, ¿has visto mis botas?!

Estaba guardando mi teléfono en el bolsillo de mi abrigo mientras los gritos de Allison inundaban la casa. El viernes había llegado, y luego de ir al evento navideño que consistía en algunos bailes y comer bocadillos de la época, empezarían las vacaciones y volveríamos hasta el próximo año.

—Lia —la pelinegra llegó a mi puerta, algo inquieta— ¿Has visto mis botas? Scott dijo que pasaría pronto y no las encuentro.

—¿Ya revisaste en el sótano? Dijiste que las dejarías en su caja.

Sus ojos se iluminaron al escucharme.

—Te amo, prima —entonces, salió corriendo para buscar sus zapatos.

Reí mientras escuchaba sus pasos apurados, luego Alec dejó su habitación para entrar a la mía.

—Hola, hermanita. ¿Lista?

—Lista. ¿Ya te vas por Cora?

Asintió para arreglar su abrigo. Ya que la nieve estaba apareciendo de a poco en el pueblo, el atuendo general era ropa abrigadora. No se lo diría pero Alec se veía guapo y elegante. Cora se llevaba un buen partido, y no lo digo porque sea mi hermano.

—¿Cómo me veo? —preguntó viéndose en mi espejo.

—Respondo como hermana o como amiga de Cora —indagué.

—De ninguna, ya sé que me veo genial —sonrió para girarse y darme un beso en la mejilla. El timbre de casa interrumpió.

—¡Hora de irse muchachos! —la voz de la tía Kate nos sacó de la habitación—. Hola, Derek.

La rubia abrió la puerta y se encontró con el pelinegro.

—¿Listo para salir con mi sobrina?

—Tía... —llegué sonriendo divertida un poco, ella se unió a mí y me abrazó por los hombros mientras Alec y Derek se saludaban.

—¿Qué? Solo sigo el trabajo de Oli—aseguró—. Alguien debe hacerlo mientras ella compra frutas —bromeó—. Bien, Alec ve por Cora y no lo eches a perder.

—¿Gracias? —dijo mi hermano mientras ambas reímos. Él se despidió y salió en el auto de mamá con dirección a la casa Hale. Los chicos iban a recoger a sus chicas y precisamente por ello Derek estaba aquí.

—Y tú —continuó la mujer señalando a Derek—. Cuídala o te pateo el trasero.

Derek asintió divertido y me ofreció su brazo.

—¿Señorita Argent?

—Gracias —dije tomándolo y sonriendo hacia Kate—. No te comas todo el helado.

—No prometo nada —dijo ella agitando su mano—. Ahora iré a ver cómo está Allison, enloqueció por sus botas.

Kate, Chris y mi madre irían a reunirse con Melissa, Noah y Peter para jugar bolos mientras el grupo nos divertíamos en la fiesta navideña.

𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐀 𝐉𝐎𝐍𝐄𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora