𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟒

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CAPÍTULO 24
"PRECAUCIONES"

🏹🐺🏹

Al día siguiente estaba en la escuela e iba caminando hacia mi última clase cuando Malia me sorprendió.

—Hola, Lia —sonrió antes de que me viera saltar gracias a su voz—. Wow, calma A.

—Lo siento —dije agitando mi cabeza levemente y volviendo en sí.

—¿Qué te pasa? —preguntó interesada por saberlo.

—No he podido dejar de pensar en... —vi a nuestro alrededor y me acerqué a ella para susurrar— los cazadores.

—Oh —Malia me conocía bien desde hace un tiempo y sabía que si tenía un tema en la mente, era poco pero muy poco probable de que lo dejara fácilmente—, amiga entiendo tu preocupación, pero si le sigues dando vueltas será peor. Debemos estar alertas pero sin dejarnos envolver.

Podía tener razón, y debería seguir su consejo... pero había algo que me decía que debía prestar atención.

—Además —sonrió abrazándome con uno de sus brazos para seguir caminando hasta el aula—, hoy empiezan los partidos de la temporada, así que la estrella del equipo debe estar concentrada.

—No soy la estrella del equipo —aseguré sonriéndole.

—Oh, claro que lo eres —refutó ella sonriendo segura y dándome paso para entrar a la clase—. Mi mejor amiga es la mejor en todo.

Rei divertida por la confianza que me tenía Malia.

Realmente no podrá tener una mejor amiga diferente a ella. Era mi chica.

Las clases terminaron y los chicos y yo no entrenaríamos una última vez ya que el entrenador dijo que sería mejor si despejábamos nuestras mentes para el partido que sería en la noche. Así que salí con Malia, encontrándome a Isaac y Alec en la entrada.

—Hola, hermanita —me saludó el pelinegro con un pequeño abrazo y despeinando mi cabello en el proceso.

—Sabes que odio eso —aseguré mientras trataba de peinarme nuevamente—, y por eso lo disfrutas.

—Me conoces excelentemente, cerezita —sonrió.

Rodé mis ojos pero sin estar realmente molesta, ahora había fijado mi atención en Isaac.

—Hola, rubio —sonreí hacia él— ¿Cómo sigues?

El maratón que pasó ayer por culpa de los cazadores desconocidos seguramente le había pasado factura, así fuera hombre lobo.

—Algo cansado pero listo para el partido de hoy —me sonrió divertido y luego su mirada me olvidó para encontrar a mi mejor amiga.

—Estaré esta noche, podría llevar algo para que te recuperes. Papá y Derek conocen algunos remedios caseros —Malia sonrió tímida y Alec observaba atento al igual que yo.

Estábamos algo curiosos.

—Claro, será un gusto verte ahí —sin darse cuenta el rubio sonrió para luego negar rápidamente y corregirse—, digo, será bueno probar los remedios caseros.

Sonreí y tuve que girarme un poco para ocultar la risa que amenazaba con salir de mi debido a la tierna interacción que tenían siempre. Tarde o temprano se darían cuenta que sentían lo mismo y probablemente serían pareja.

—De acuerdo chicos, los vemos en el partido —dije antes de tomar le brazo de Malia ya que iríamos con su prima Cora para pasar el rato juntas hasta la hora del partido.

𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐀 𝐉𝐎𝐍𝐄𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora