𝐌𝐨𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐒𝐭𝐚𝐫 - 20

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Después de cumplir con su objetivo de restaurar sus poderes sellados y antes de lanzarse a la guerra, la azabache se separó un momento de su grupo familiar para adentrarse hasta un cuarto bastante alejado del departamento

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Después de cumplir con su objetivo de restaurar sus poderes sellados y antes de lanzarse a la guerra, la azabache se separó un momento de su grupo familiar para adentrarse hasta un cuarto bastante alejado del departamento. La antigua reina del infierno caminó por los pasillos, admirando las obras de arte y decoraciones que había adquirido con el paso de su tiempo en la tierra. Al momento de llegar hasta la puerta deseada, T/n sintió como unos suaves pasos amortiguados por la alfombra se acercaban hacía ella, por el largor de estos y por el sonido de las pisadas la azabache no tenía que pensar mucho sobre la otra presencia, está agarró la manija de la puerta casi al mismo tiempo que Dahyun se acercaba por su espalda, quedando a escasos centímetros de ella.

—La última vez que estuve aquí... -susurró T/n- Fue cuando te conocí -dijo, recordando la visita a la oficina del rector Cha meses atrás- Cuando te ví por primera vez supe que eras alguien a quien ya había conocido antes -esta dijo, luego se giró levemente para ver a Dahyun, sonriendo levemente- Al tener mis poderes sellados no podía saber quién eras realmente, pero ahora que estoy en mi plena capacidad... Puedo saber perfectamente que eres mi alma gemela.

La pálida sonrió, achicando sus ojos en una línea.

—¿Cómo era ella? -preguntó la coreana- ¿Era como yo soy ahora?

T/n negó suavemente, luego abrió la puerta para entrar a la habitación, Dahyun iba detrás de ella, admirando cada rincón de allí.

—Dayeon no era el tipo de persona amable, amigable y sonriente como lo eres tú -esta dijo, Dahyun miró a T/n- Ella era explosiva, temperamental, un demonio en todo su esplendor -dijo- Pero al mismo tiempo era reservada, solía desconfiar mucho y nunca la ví sonreír -luego tomó asiento, Dahyun se sentó junto a ella- Y por supuesto, era el amor de mi vida.

Dahyun enarcó una ceja, sonriendo y sintiendo algo de celos, olvidandolos al mismo momento ya que literalmente se trataba de ella.

—Luego estás tú -dijo, la pálida prestó atención- Eres cautelosa, controlas tus emociones, tu sentido de la responsabilidad es enorme, la confianza que tienes en los demás es excepcional, eres extrovertida, risueña, una bolita de energía y amor, un ángel, básicamente -esta dijo y Dahyun no pudo evitar sonrojarse ante la descripción de la mayor, T/n rió y besó suavemente la frente de está- Mi alma gemela.

—¿Cuál es la diferencia entonces? -preguntó.

—Que ahora estás aquí conmigo -respondió la azabache- Durante años me eché la culpa sobre tu muerte, fueron días amargos, pensando seriamente si realmente había hecho bien el haber aceptado el castigo de mi padre por amarte y dejarte a tu suerte -musitó- Pero ahora tengo una nueva oportunidad, puedo hacer las cosas bien. La diferencia es que ahora sí puedo luchar.

Dahyun asintió, está frunció el ceño casi de inmediato. T/n notó esto y la abrazó de lado.

—No quiero que mueras -confesó Dahyun, su voz suave la hacía sonar débil- Siento que si vas a la lucha... Tu padre se ensañara contigo -dijo- Tengo miedo sobre lo que él puede hacerte.

T/n asintió. Ella también sentía ese miedo, pero desde que está se comunico con el recuerdo de su padre y que este le había dicho que ella sería su heredera, la diosa del universo, T/n tenía ese presentimiento de qué iba a ganar está pelea.

¿Cómo?

No lo sabía.

Pero T/n tenía esa pequeña esperanza.

Luego abrazó a la pálida un poco más fuerte. Acurrucándose con ella en aquel sillón.

—Daré mi mayor esfuerzo para regresar contigo -esta respondió- Gracias a ti pude conocer lo que era el amor, y lo que era sentirse amada, gracias a tí y a Lia pude saber lo qué era tener una familia -dijo- No dejaré que eso se pierda, lucharé por ella, lucharé por tí.

Está asintió, dejándose querer por la mayor. Tal vez su miedo por perder a la mayor seguia ahí, pero la confianza que tenía en ella era mayor.

—¿Qué harás ahora?

T/n miró a Dahyun.

—Ya no hay un sello que te límite, eres una diosa ahora -habló Dahyun- ¿Qué es lo que sigue?

—Prepararnos -contestó T/n- Enviaré a Lia con Jisoo y Lisa a un lugar seguro, lejos del alcance de Jimin y de mi padre, estarán con Karina, NingNing, Winter y Giselle en una dimensión alterna, siendo cuidadas por una variante mía -esta dijo, teniendo en mente a la híbrida azabache- Luego, como hicimos en un inicio, iremos a una dimensión fuera de la realidad, a un lugar fuera del tiempo.

—¿El lugar donde estaba encerrada tu madre? -esta preguntó, T/n asintió- Tiene sentido, si dos dioses pelean en un plano terrenal sería catastrófico.

—Serian tres dioses si cuentas a mi madre -dijo T/n riendo- En ese lugar podremos terminar todo de una buena vez sin poner en peligro a ningún inocente.

—Y pensar que para todo el mundo eres la mala de la historia... -musitó Dahyun, T/n rió- ¿Quién diría que Dios sería el malo y que básicamente desterró injustamente a su hija?

-Mi padre me desterró al infierno por el temor de que tomará su puesto, tenía miedo de lo que yo podía llegar a ser -esta respondió- Aunque es entendible no se puede justificar, sufrí mucho por eso, y ahora es cuando puedo cobrar venganza.

Dahyun asintió, y siguiendo los deseos de su cuerpo está besó a la azabache en los labios. T/n siguió el beso casi de inmediato totalmente atontada, llevando el ritmo tierno, inocente y lento que la menor llevaba. Estás se separaron segundos después ante el ardor en sus plumones por la falta de respiración.

—Es hora de reunirnos con las demás mi hermosa Dubu, tenemos una guerra que ganar.

Y, con ambas dejando la habitación, la puerta fue cerrada. Cuando las voces de perdieron por el pasillo la habitación volvió a su silencio habitual, dejando a aquella moneda de plata y grabados levitando en medio del lugar.

Si T/n iba a ir a la lucha no podía perder algo tan valioso como lo era aquel objeto de plata.

Si T/n iba a ir a la lucha no podía perder algo tan valioso como lo era aquel objeto de plata

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𝐌𝐨𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐒𝐭𝐚𝐫 | ᴰᵃʰʸᵘⁿ ʸ ᵗᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora