prólogo.

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No puedo creer que está será mi primera fiesta a la que voy, pienso al tiempo que pinto mis labios de rosa con brillitos. La razón de mi emoción es que nunca e ido a un antro debido a que soy menor, pero hoy mi amiga y yo iremos con identidades falsas y la pasaremos bien.

Sonrío frente al espejo al ver que bien quedé, está noche promete mucho y la verdad es que ya deseábamos conocer un lugar así. Tomo mi celular para enviarle un mensaje a mi amiga Melissa que debe estar igual de entusiasta que yo. Guardo el móvil tras decirle que ya estoy saliendo, bajo los escalones de mi casa para encontrarme con mis padres sentados en el sofá viendo un partido de fútbol con unas cervezas en la mano. Mamá me mira con diversión para tomar un trago de su bebida.

-- ¿A dónde vas? - preguntó mi padre que me mira molesto, como si mi sola presencia le molestará

- a una pijamada con mis amigas, recuerdas que te avise antes - le digo y él hace un gesto con fastidio

- tú no vas a ir a ningún lado, se supone que eres una niña de bien - dice al tiempo que mueve la botella, parece muy ebrio

- está bien, yo la llevaré padre, no te preocupes por eso - dice mi hermana qué entra en mi salvación y sonrío

Papá gruñe y no protesta más, sólo pide que nos vayamos de una vez antes de que se arrepienta. Mis padres siempre han sido así, les vale todo excepto a papá que no deja de vigilar mis movimientos pero aún así se es fácil de manejar y todo por la bebida.

- gracias, hermana te debo una - le agradezco a Sheyla, mi hermana mayor que siempre me cuida

- ¿De verdad vas a una pijamada? - preguntó sin creerlo y asiento pero sé que dudará así que agrego

- es una pijamada con amigas, como fiesta pijamada - le digo para que no dude por mi forma de ir vestida y ella asiente finalmente para mirar la casa de mi amiga

- bien, cuídate y no dudes en llamar por cualquier cosa - me pide y asiento para darle un abrazo en agradecimiento y despedida

Salgo del vehículo para acercarme a la casa de mi amiga donde tocó el timbre y sale ella con una sonrisa divertida, le hago una seña hacia mi hermana qué aún espera dentro del vehículo. Melissa le saluda con la mano y ella se va ya más convencida.

- ¿Lista? - preguntó y sonrío.

- ¡Aún no puedo creer que estemos aquí! - gritó mi amiga debido al ruido de la música y la emoción. Caminamos entre la multitud donde hay varios bailando y otros tomando

- lo sé, estoy emocionada - confesé cuando nos detenemos en la barra frente al batender

- me da vodka, por favor - le pide ella feliz

- así no se pide

- claro que sí - asegura ella quién toma asiento

- me da lo mismo, por fa - le pido para sentarme al lado de mi amiga Melissa, quién no deja de bailar con la música - cuando seamos grandes haremos esto sin escondernos

- shh, nos van a escuchar linda - me calla mel y sonrío justo cuando tomo mi copa y me la bebo enseguida - necesitamos bailar - asiento ante eso y la sigo para movernos al ritmo de la canción pero siento una energía diferente por aquí. No sé cómo explicarlo o si ya me volví loca

- ¿Qué te pasa? - preguntó mi amiga confundida, frente a mi sin dejar de mover su esqueleto

- ¿No sientes una vibra extraña? - pregunté confundida viendo a mi alrededor entre la multitud

- obvio no, mejor toma otro trago para que olvides todo - me pide y sonrío para hacerle caso - ¡No puede ser!, ¡Mira ese hombre de allá! - señala mel y volteó hacia donde dice y es verdad

Es un hombre muy guapo, camina con confianza hacia la barra con esa aura tan fría que tiene. Varias chicas babean al verlo y entiendo porque, está muy musculoso tanto que resalta en su camisa azul marino, ese cabello rubio casi como platinado le da el toque de un...

- !un dios griego! - gritó mel fascinada y soy incapaz de dejar de verlo - ¡Hey!

Me giro hacia mi amiga asombrada y ella ríe en burla de mi.

- casi te lo comes con la mirada - me acusa y niego

- necesito otro trago - dije para volver a tomar y siento que e perdido la cuenta de cuántos tragos llevo.

Mi amiga sin duda alguna parece robot porque su energía no se acaba, así que la dejo bailando para irme a sentar un momento, pero camino hacia un pasillo donde terminó en una terraza que está sola. Pienso que no me viene mal un poco de aire, me acerco y veo a un hombre sentado en una banca viendo el cielo estrellado.

- ¿Quien eres? - preguntó tranquilamente, sin necesidad de voltear y me acerco un poco más para sentarme a su lado

- Eso mismo iba a preguntar yo, ¿Qué hace un joven tan guapo como tú, aquí? - pregunté y no puedo creer que haya dicho eso, (la valentía del alcohol). y él no dice nada, ni siquiera hay expresión en su rostro - tan deprimido y sólo

- ¿Te parezco deprimido? - preguntó y asiento, entonces él me mira confundido - es gracioso - sonríe de lado lo cuál es raro de él, y ¡Por dios!, Es la sonrisa más linda que conozco. Esos dientes tan blancos y perfectos.

- ¿Qué es gracioso? - pregunté después de salir de mi trance

- todas las mujeres me dicen otras cosas pero tú.. dices que estoy deprimido, ¿Enserio? - preguntó divertido y bajo la cabeza confundida

- es que lo parecías - confesé

- bien, estoy feliz de poder experimentar otras cosas como una persona normal - dice sin miedo y levanto una ceja confundida

- yo, entonces déjame compartir esa alegría contigo - solté de repente y él levanta mi barbilla para que lo miré a sus ojos, oscuros tan intensos. La suavidad de sus dedos en mi barbilla no me es indiferente

- ¿Y por qué una jovencita como tú, tan hermosa está en un lugar como esté? - preguntó con curiosidad y con esos ojos no puedo mentir

- mis padres no me quieren, entonces pienso que puedo hacer lo que sea como...- dije bajando mi mirada a sus labios

Trago saliva con dificultad cuando él acerca más a mi su rostro, sus ojos miran mis labios con deseo que puedo notar y sentir. Cierro los ojos al desearle de igual forma pero los abro repentinamente cuando lo escucho decir.

- como tener sexo - termina mi frase y lo miro en sorpresa, mis ojos se abren aún más cuando besa mis labios. Se mueve con pasión como si quisiera saborear cada beso, pero al tiempo lo hace con cuidado por miedo a que lo rechace

Cierro los ojos dejándome llevar por las hormonas y por este hombre joven tan apuesto que tengo frente a mi, deseándolo con intensidad. Y hasta ahí es todo lo que recuerdo que paso.

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