— déjenla tranquila — pide Afrodita — tenemos cosas más importantes que hacer
— sólo queremos conocer a la nueva invitada — miro a Poseidón que me mira con interés al tiempo que habla — escuché de tu embarazo
— parece que todos aquí se enteran de las novedades, ¿no hay algo que no sepan? — pregunté cansada de lo mismo
— de echo debemos saber todo lo que sucede, es imposible teniendo en cuenta que somos los dioses del cielo — informó Afrodita
— yo no pertenezco aquí, pero si soy muy cercano — aclaro Poseidón para acercarse a mi, sin importarle que estén sus amigos — y ahora me apetece ser aún más cercano a los dioses del cielo, linda — toca mi barbilla en modo seductor y lo miro confundida
— debo irme, prometí a Sonia llegar temprano — dije la primera excusa que se me vino a la cabeza, pues estos dioses suelen intimidar — pero fue un placer conocer a todos
— está bien, no te preocupes — me guiña el ojo, Afrodita y sonrío
Me alejo de la mirada de todos para seguir mi camino y volver al palacio donde está mi habitación, en el camino pienso lo interesante que es todo sobre los dioses del cielo y del mar. Me preguntó cuál es el verdadero peligro que tanto teme Zeus. Me detengo al ver a Hera mirar al frente pero pronto me mira, arrugo mi frente porque parece que me esperaba, continúo para pasar por su lado pero escucho una pequeña risa de ella.
Me detengo para verla y noto que quiere hablar
— ¡Parece que no tienes idea de nada!, Te atreves a pasar por mi lado sin saludar — me dice molesta — te hace falta modales, porque aquí tienes que saludar a la realeza como debe ser
— disculpa, pero tú sabes bien que no pertenezco aquí — le digo y sé que le fastidia como le hablo
— quizás crees que tienes derechos porque estás protegida por Zeus, pero no es así porque nadie te puede proteger más que tú misma — la miro confundido, pues no entiendo a dónde quiere llegar — y sé que no estás acostumbrada a estás cosas, por eso quiero ayudarte a volver a tu mundo humano
— ¿Qué?, ¿Cómo? — pregunté y ella sonríe de lado
— es fácil, tienes que recuperar tus recuerdos de esa borrachera y sólo así podrás volver a tú vida normal y aburrida — me aconseja
— ¿Por qué querrías ayudarme?, ¿Y por qué piensas que quiero volver? — le pregunté molesta
— relájate, sólo te lo digo porque sé lo que te conviene — me asegura con mucha seguridad, lo que me desconcierta
— bien, hay algo que si me interesa y es recuperar mis recuerdos, ¿Cómo lo hago? — me sonríe, con su mirada me señala frente a ella y no lo había visto, hasta ahora.
Un gran laberinto de arbustos, hay una gran entrada y no puedo creer lo grande que es este castillo.
— debes entrar al laberinto y encontrar la fruta perdida, esa fruta te ayudará a recuperar tus recuerdos — me informa y la miro con miedo
— ¿Cómo sé que debo confiar en ti?, Tú quieres deshacerte de mi — le dije cruzándome de brazos
— es verdad, pero creeme que no lo haría del modo en el que piensas, Zeus se enojaría conmigo y por eso te estoy ayudando del modo amable — me indica y asiento, creo que tiene sentido y claro que quiero saber lo que pasó esa noche
— lo haré— afirme para mirar el laberinto con decisión, creo que puede tener razón y quiero recordar
— sólo encuentra la fruta perdida y podrás recuperar tus recuerdos o saber lo que deseas — me informa y asiento para caminar al gran laberinto.
Todo se ve muy bonito pero e de admitir que da miedo perderse, pero eso no puede pasarme porque siempre hay una salida. me detengo al ver un camión sin salida y maldigo para retroceder, voy a otro camino y también es sin salida. Intento saltar para ver la fruta y no la veo, no me puedo rendir fácilmente. Exactamente no se que es lo que quiero recordar, si lo que hice con Zeus o como llegué a casa porque dudo que se haya aprovechado de mi, niego con la cabeza. ¡No!, Él no sería capaz pero me da intriga y no se él porque.
Me empiezo a desesperar al no encontrar la salida, parece como si estuviera dando vueltas por el mismo rumbo, veo una flor color amarilla muy bonita, tan llena de vida. Todo esto comienza a marear y a doler la cabeza, cada vez más me derramo en el suelo al sentirme débil, como si quisiera desmayarme.
— ¿Ahora qué hago? — me preguntó en un susurro sintiendo como se me cierran los ojos, tocó mi collar preocupada cuando de pronto todo es oscuridad.
(Narrador).
Zeus llega al laberinto al sentir el llamado de emergencia por el collar, se detiene en la entrada principal para encontrarse con Hera quién lo mira a él con confusión.
— ¿Qué hace aquí, Su majestad? — la pregunta de Hera hace enfadar a Zeus, pero él intenta no perder los estribos
— ¿Qué le hiciste? — preguntó para acercarse a la entrada principal
— no le hice nada, sólo la estoy ayudando a recuperar sus recuerdos de aquella noche — contó y Zeus se tensa pero no la mira
— ¿y por eso la enviaste ahí?, Arriesgas su vida cuando sabes que no es como nosotros, ¡tiene un bebé, Hera! — le recrimina el Dios del cielo con fastidio
— no pensé que fuera tan grave, y de echo creo que es muy fuerte para soportar lo — inquiere sin preocupación la Diosa Hera
— te lo advierto, Hera. Ni papá podrá salvarte de esto — le amenaza. Su papá él rey de los cielos que dejó su lugar a Zeus como dios del cielo, quiere a Hera como parte de la familia al igual que la Reyna celeste, que la ven como a una hija.
— no puedo creer que la prefieras antes que a mí — expresó enojada, Hera y ofendida — a menos que sea por tú hijo.
Zeus no dice nada para adentrarse al laberinto volando, para que sea más fácil encontrarla y no tarda en localizarla junto a la pared de laberinto de flores, baja para acercarse y tocar su pulso. Enseguida la carga en brazos al ver que está desmayada.
Él Dios del cielo entra a su cuarto para ponerla en la cama con delicadeza, Sonia entra asustada junto con el mismo doctor que la atendió por su embarazo. Zeus mira a la chica para acariciar su cabello y ver que se empieza a mover, es entonces cuando le deja el lugar al doctor para que él se ocupe.
— ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó el doctor para revisarla, sacando sus instrumentos
— entro al laberinto y seguro al no encontrar la salida se desmayo — informó Zeus preocupado, pensando que quizás tuvo que ver Hera en eso, seguro uso su magia para que le fuera aún más difícil encontrar la salida
— es peligroso para una humana, pero descuida va a estar bien y él feto también está sano, sólo necesitará relajarse, comida y medicamentos que le recetare, su majestad — informó inclinándose, él dios Zeus asiente con la mirada en Holly. Él doctor se retira junto con Sonia que lo acompaña a la salida.
Zeus se acerca a ella cuando abre los ojos y aún parece confundida, ella sonríe débilmente cuando Zeus toca su mejilla viendo los ojos azules de la chica que le empiezan a encantar, con su otra mano acaricia su vientre y Holly empieza a relajarse.
— cometí un error, sigo siendo estúpida — dice Holly dolida, él niega enseguida para acercar su rostro al de ella, sintiendo su cercanía dónde puede admirar mejor la belleza de la joven. Holly hace lo mismo, apreciando su belleza encantadora y la forma en que la ve, la desarma por completo
— no lo eres, pero no debes confiar en los demás sobre todo en Hera — le advierte Zeus y ella asiente con tranquilidad — no permitiré que te hagan daño — le asegura Zeus, al tiempo que besa su frente y toca su vientre. Holly cierra los ojos al sentir su compañía y apoyo.
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Mi mundo eres tú
Fantasyuna joven adolescente jamás pensó que quedaría embarazada pero, mucho menos pensó que quedaría embarazada de un Dios del cielo, a lo que ella le llama Dios griego. El dios griego se hace responsable de ella y el niño que aún no nace, los lleva a una...