28. trás las rejas

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Me acurrucó en la esquina, abrazando mis rodillas pegadas a mi pecho. Llorando a mares pues no sólo me duele estar aquí, también Zeus porque simplemente no entiendo que no confíe en mi, yo lo amo y confiaré en el siempre. ¿Y por qué él no puede hacerlo?, ¿Por qué él no puede confiar en mí?, Aún tengo su mirada de decepción grabado en la mente, simplemente se marchó sin escucharme hablar.

Yo que pensé que él me apoyaría en todo, miro con tristeza a través de las rejas oscuras. Siento miedo por un segundo pero no quiero dejarme llevar por el miedo.

- tranquilo bebé - le digo para ver mi estómago y tocarlo al tiempo, sorbo de mi nariz antes de hablar - yo siempre te cuidaré y no permitiré que te hagan daño - le aseguró

Mi mente empieza a divagar en nosotros, en el recuerdo de Zeus y yo juntos y como cambio eso en un segundo. Todo esto de que él me trajo aquí es muy confuso, él con facilidad pudo deshacerse de mi y no lo hizo. Aún recuerdo ese tiempo que estuvimos en la cabaña y como era frío al principio, pero después fue todo un caballero al escucharme y al querer traerme aquí, para no dejarme sóla. Suelto más lágrimas al pensar en esa noche mágica que tuvimos, cuando volamos juntos en el aire como uno sólo, cuando nos dimos caricias en la cama y nos juramos amor. ¿Todo eso no importa ahora?. Él tiene que creerme. Pienso con decisión para limpiar mi lágrima y mirar en frente mío la oscuridad de está celda.

(Narrador).

Zeus camina furioso a la corte al enterarse de lo que sucedió. Cuando supo lo que pasó con la bola Mágica y que estaba destrozada en el suelo, se dejó llevar por la rabia y él dolor de saber que el recuerdo de su mamá desapareció en un segundo, pero él sabe perfectamente que Holly no lo hizo. Conoce muy bien a Hera para saber que ella planeó esto, está arrepentido el dios del cielo de haberle hablado así a la chica, pues no tiene la culpa y al contrario no para de sufrir por culpa de él, así es como se siente Zeus en este momento. Arrepentido de haberla traído a su mundo, no debió hacer las cosas así por algo que a él le convenía pero no pensó que las cosas llegarían tan lejos. Porque ahora está enamorado de ella, de la hermosa mortal.

Todos los de la corte le miran enseguida apenas entrar al lugar, Zeus camina sin importar nada más como si estuviera acostumbrado, pero en este momento no piensa con claridad debido a lo enojado que está con sus papás por lo que le hicieron a Holly. Se detiene frente a ellos para mirarlos con firmeza, él rey le reta con la mirada pues ya se espera lo que viene

— ¿A qué se debe tu urgencia de hablar? — preguntó un tanto enfadado el señor, sentado en el trono, viéndolo desde arriba

— ¿Por qué metieron a Holly sin mi permiso a la celda?, no tienen permitido tratarla así — hablo él Dios del cielo, con enfado — ella tiene a mi hijo en su vientre

— Zeus por favor, no le hables a tu papá en ese tono — le pide la Reyna quién está a su lado

— creí que habíamos hablado tu y yo — le indica Zeus al rey quién sigue con su mirada dura, es difícil decir quién es el que mejor lo hace — ella es importante para mí, no sólo por esa razón que te conté si no también porque enamoré de la mortal — al soltar eso, varios jadeos de asombro salen de los que se encuentran en el lugar. Él rey se siente apenado y molesto porque jamás imagino a su hijo decir aquellas palabras, si le dió el trono fue porque pensó que él amor nunca le impediría hacer su trabajo, defender su mundo pero ahora se da cuenta de su error

— ¡Salgan de inmediato! — gritó el rey con frustración, los señores de la corte salen junto con los invitados para darles privacidad — ¿Cómo te atreves?, ¡¡Yo te confíe el trono!! — gritó eufórico

— cálmate mi rey, quizás esto es un error — le pide la Reyna y él niega, pues se rehúsa a creer

— y puedes seguir confiando en mi, haré todo lo posible por proteger mi mundo, pero no tienen permitido a hacer cosas sin mi autorización — les reprende, al rey parece que le va a dar un ataque al escuchar esas palabras de su hijo

— ¡Esa niña que tanto proteges, destruyó lo más preciado para nosotros! — le informó molesto, para hacerlo entender — ¿Quieres que lo dejemos pasar, solamente porque te haz enamorado?, Si de verdad eres un Dios del cielo debes hacer lo correcto — le recuerda el rey, calmando su ira

— creo en su palabra y ella no lo hizo — afirmó Zeus

— ¿Crees en su palabra? — preguntó sarcástico el rey, riéndose molesto — ella destrozó la bola mágica de tu madre

— no fue así, ella jamás haría algo para lastimarme. Hay alguien que quiere hacerle daño y la inculpo — Zeus ya sabe que Hera lo hizo, la conoce muy bien para saber que todo esto fue obra suya pero no piensa descubrirla, todavía. Si lo hace ahora sería más complicado así que lo mejor es esperar para darle su merecido castigo

— ¿Dices que Hera y tú madre celeste, mienten? — preguntó él rey con poca paciencia, Zeus no dice más, se mantiene tranquilo y seguro. Él rey suelta el aire frustrado — ¿Quién es ese alguien que lo hizo?, ¿Quién quiere hacerle daño a la mortal?

— no te lo puedo decir ahora, sólo te diré que ella no va a pagar por nadie. Y no vuelvan a hacer algo contra ella sin avisarme, es una orden — concluyó Zeus con firmeza, se da la media vuelta para marcharse y dejarlos impactados

Holly mira al frente pensando en lo sucedido, no ha podido dejar de pensar en lo que pasó y eso sigue molestandole. Lleva ahí dentro dos horas y ya le está pareciendo una tortura. Se pregunta si de verdad esté es su fin, pero sus pensamientos se ven interrumpidos cuando los guardias vienen con tabú quien aulla. Holly se levanta enseguida al ver lo que sucede, se empieza a preocupar al ver cómo lo arrastran con unas cuerdas para meterlo a la celda. La joven niega con la cabeza, asustada.

— ¡No!, Por favor no— les pide entre lágrimas pues odia verlo así — ¡Sueltenlo!, Tabú no tiene la culpa de nada, ¡Déjenlo! — grita Holly en desesperación al no poder hacer nada y tabú tampoco puede hacer nada. Escuchar sus rugidos débiles le parte el corazón a la mortal, se siente culpable de que el león este aquí.

— órdenes de la Diosa Hera — comentó uno de los guardias

— ¡Él no tiene la culpa de nada!, Hablen con el Dios Zeus, él les dirá — les súplica Holly con tristeza

— ¿Te atreves a mencionar al Dios del cielo?, Si que quieres morir — comentó divertido, el guardia para cerrar la celda de tabú

Holly siente alivio de que al menos le quitarán las cuerdas pero ahora, también está encerrado en una jaula. Holly suelta un grito de frustración y empieza a llorar, todo esto le parece aún más irreal y sobre todo por la injusticia que se creo.

— lo siento tabú — se disculpa la mortal, en sollozos — todo esto es mi culpa, nunca debí involucrarme con un dios griego. ¿Por qué no me crees, Zeus? — se pregunta para dejarse caer en abatimiento en el suelo, cerca de las rejas

Holly abre los ojos después de que pasaron dos horas y ya está oscureciendo. La chica tiembla del frío al tiempo que mira el cielo azul, muy azul para su costumbre. Una flor vuela en el aire y ella mira con confusión cuando llega a ella, lo toma para poder admirarlo y es un girasol pequeño. Holly sonríe al recordar muchas cosas de su vida con sus papás, pues cuando era niña vió algo similar y la hizo feliz.

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