Froto mis manos preparándome para cocinar un poco de avena con leche, espero no quemarlo está vez. Sonrío al sentirse tan bien por levantarse temprano y preparar tú propio desayuno. En casa siempre me ayudaba mi hermana lo cuál le agradezco, pero ahora la extraño y soy una inútil por no saber hacer algo tan sencillo.
Vacío la avena en la leche que está hirviendo y empiezo a menear cuando empieza a oler a quemado. Gruño molesta porque esté por fallar de nuevo, pero justo en eso aparece Zeus apagando el fuego.
— si lo dejas más tiempo lo quemarás — me dice como consejo y lo miro con incredulidad de que le preocupe — vas mejorando, no te preocupes
— ¡Enserio me estás diciendo eso!, ¡Guau!, Creo que estoy soñando — exclamé con diversión y él sonríe de lado. No puedo creer sus cambios tan repentinos
— traje pescado para que aprendas a preparar uno, tómalo con calma. Tienes mucho tiempo para aprender — me dice amable y sigo anonadada
— ¿Todos los dioses son así de bipolares? — pregunté confundida
— sólo pienso que me e comportado muy duro contigo, tú no tienes la culpa de nada y lamento que tengas que pasar por esto tan joven — su disculpa y me deja sin palabras, ¿En serio se siente culpable? — lo siento si te arruine la vida
— vale, debo admitir que eres una caja de sorpresa pero tranquilo, que él embarazo es cosa de dos porque esto también te está complicando la vida — me mira y veo culpabilidad en sus ojos
— por mi no te preocupes, Holly — me pide y asiento — te ayudaré a preparar ese pescado — dijo al tiempo que saca el pescado de la cesta
— ¡Increíble!, ¿Él Dios del cielo sabe cocinar? — me burlo de él y ríe
— sólo quiero que no quemes la casa cuando no esté, por cierto me iré está noche y tendrás que quedarte sola así que no salgas de noche — comienza a explicar y siento un poco de miedo el pensar que me quedaré sóla un tiempo — tabú se quedará contigo para cuidarte, pero es mejor si evitas ir al bosque seguido y puedes traer a tú hermana cuando quieras
— ¿Por cuánto tiempo te vas? — pregunté y él toma mi mano con gentileza lo que me sorprende, su contacto no me es indiferente pero me suena a compasión en esté momento
— no lo sé, por uno o dos meses
— imagino que tienes mucho que hacer allá — sus ojos no me abandonan ni un segundo así que bajo la cabeza, soltando su mano por el nervio que me causa esto — un Reyno te espera, ¿Eres un rey?
— soy el emperador y si, hay muchas cosas que debo resolver y proteger, incluyendo te — intento no emocionarme con eso último, intento decirme que lo dice porque ahora tengo un bebé suyo en mi vientre y por eso soy prioridad para él — ¿Por qué no empezamos con ese pescado?, Supongo que el bebé debe estar hambriento — indicó y sonrío, su ojos oscuros van a mi estómago — ¿Puedo? — preguntó
— claro, me sorprende que pidas permiso — él asiente para inclinarse hacia mi vientre y tocarlo con su mano, su grande y cálida mano tocando me hace sentir algo extraño en mi. Cómo una energía diferente y muy poderosa.
Zeus arruga su frente viendo mi vientre sin decir nada al bebé, su mirada se levanta de pronto hacia mi haciendo que me aleje un poco de él y de su contacto.
— ¿Qué? — pregunté incómoda
— nada, sólo quería saber si sentías algo — confesó y negué — bueno, hay una cosa más que olvide decirte y es que para cualquier emergencia o si estás en peligro, sólo tienes que llamarme con este collar — me da una cadena con un pequeño dije que parece un diamante color rojo
— de acuerdo y... gracias — le digo al ver que no me deja del todo sola
Seguimos preparando un poco de pescado para después despedirse de mi e irse.
Miro el paisaje con tristeza a través de la reja de las escaleras, empezando a sentir la soledad y sólo han pasado dos días.
Debería estar acostumbrada a estar sola, pero a pesar de que cuando estaba en casa mis papás no eran muy afectuosos, no me encontraba sola y si me sentía de ese modo simplemente me iba con mi amiga a cualquier parte. y eso me hacía olvidar mi verdadera realidad. Bajo mi cabeza para sentir mi panza donde él bebé empezará a crecer, las cosas serán más difíciles para mí en la escuela, los exámenes finales están por empezar así que debería enfocarme en los estudios.
Bajo las escaleras al ver el lindo amanecer y antes de que salga el sol me pondré a plantar algunas flores. Por lo menos me puedo entretener con eso, saco una bolsita de semillas pero primero debo escarbar en la tierra. Miro con poco convencimiento mi pequeño pozo, ¡Creo que le falta un poco más!. Pienso y justo llega tabú frente a mi, lo miro tensa porque se haya acercado tanto pero me sorprende cuando el pozo es más grande de repente. ¡No puedo creerlo!, Sonrío para mirar al león frente a mi y no puedo creer que también tenga esa habilidad, él me ayudó a hacerlo más grande.
— gracias, veo que eres igual a tu dueño de poderoso — le digo y baja un poco la cabeza como si respondiera
Con una sonrisa en mis pequeños labios me pongo a plantar las semillas, luego las riego con un poco de agua y vuelvo a ver al león frente a mi que me acompaña en todo el proceso. Acerco mi mano con cuidado hacia su cabeza para acariciarlo, me detengo y él baja su cabeza al ver mi duda, como si me concediera el permiso para hacerlo. Tocó su pelaje tan diferente al de un gato para acariciar y no puedo creer que esté cómodamente con él.
— después de todo eres muy buen compañero, lamento si me burle de ti en el pasado pero tú también lo hiciste — me excuso con mi disculpa — supongo debes tener hambre, ¡Espera aquí, ya vuelvo! — le pido para alejarme corriendo por un poco de carne. Zeus me dió esto antes de irse y me dijo que le encantaría
Bajo las escaleras y veo a Sheyla mirar con miedo a tabú desde una distancia prudente, ¡Mierda!, Ella aún no lo conoce e imagino que debe estar asustada como yo cuando lo ví. Ahora comprendo que me veía graciosa cuando Zeus me vió. Me apresuró a bajar los escalones con la comida y mi hermana me ve.
— ¡No te muevas, Holly! — me advierte Sheyla y tabú ruge con fuerza hacia ella, haciendo que retroceda un poco asustada
— está bien, tabú. Ella es mi hermana — le pido para darle su comida en un tazón grande — puedes acercarte, tabú no te hará daño
— ¡Estás loca!, ¡Es un león! — grita con miedo
— lo trajo Zeus para protegerme de cualquier peligro, tranquila. Puedes confiar — le pido y ella duda pero termina acercándose a mi — vayamos arriba
Subimos pronto los escalones dónde cierra la puerta con seguro, como si tuviera miedo de que entre tabú lo que me hace reír.
— no es gracioso, ¿Cómo podemos estar seguras de que no nos comerá? — preguntó intrigada y alce mis hombros
— creo que es un buen león y nadie se atrevería a desobedecer al Dios del cielo — le digo y ella se lo pienso un momento para sentarse en la silla junto a mi, miro su bolsa que lleva en la mano — ¿Me trajiste algo?
— pensé en pasar está noche contigo, debes sentirte sola en este bosque — dijo preocupada — ¿Te ha llamado? — preguntó y negué
— creo que no quiere pasarme su número aún y entonces me dió esto — le muestro el collar que tengo puesto — con el sabrá si estoy en peligro
— ¿Por qué?, Él tiene teléfono
— lo sé, quizás me oculta de su familia — argumenté y niega
— bueno, él es un poco extraño así que no le tomemos importancia. Dime, ¿Cómo te haz sentido? — preguntó y en eso suena su teléfono, ella gruñe en fastidio para contestar y al hacerlo no parece muy feliz, pronto cuelga para acercarse conmigo con abatimiento
— ¿Qué?
— es el trabajo, quieren matarme. Me llamaron para que haga horas extras, me necesitan y si no voy me despedirán — dice molesta y comprendo con lo que quiere decir.
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Mi mundo eres tú
Fantasíauna joven adolescente jamás pensó que quedaría embarazada pero, mucho menos pensó que quedaría embarazada de un Dios del cielo, a lo que ella le llama Dios griego. El dios griego se hace responsable de ella y el niño que aún no nace, los lleva a una...