Me giro para ver a Hera frente a mi, con su postura relajada y sofisticada, pero lo que da más miedo es su sonrisa, que la hace parecer inocente pero en realidad es malvada.
— ¿Qué dices? — pregunté alterada y ella parece fastidiada con mi forma de hablarle, pero se relaja
— sólo es una pregunta, puedo ayudarte a descubrir lo que hay y ahora que la fruta perdida cambio de lugar, creo que podrías encontrarla en ese lugar — me indica
— después de lo que hiciste en el laberinto — le digo con indignación
— no es mi culpa que no supieras el camino — la miro enojada, ni siquiera parece arrepentida de lo que pasó — está vez no tendrás que buscar, porque lo encontrarás enseguida
— una mortal no puede volar, su majestad — le dice Sonia, alterada y Hera la mira por encima del hombro con desagrado
— yo puedo hacer que entres ahí sin lastimarte — me asegura y niego asustada
— ¿Por qué lo harías? — pregunté confundida y tabú ruge
— porque quiero que te vayas de aquí, así también sería un favor para mí — afirma
— ¿En qué te estorbo aquí?, ¿Es por Zeus? — cuestioné y ella se ve fastidiada pero yo lo estoy más
— ni siquiera tengo que preocuparme por eso, porque él y tú jamás es imposible. Sin en cambio él Dios Zeus y yo nos conocemos desde mucho tiempo atrás, somos la pareja ideal — una parte de mi duele al escuchar esas palabras, es verdad que se conocen muchísimo y que hasta incluso, sus padres aprueban esto — y hago esto por tú bien, ¿Crees que serás feliz aquí en cuánto el niño nazca? — preguntó incrédula, con una risita sarcástica en sus labios rojos — serás la más infeliz, porque ese niño sólo es tú seguro en este mundo pero después ya no será así
— odio admitirlo pero creo que tienes razón — concuerdo con Hera y sonríe, me hace un gesto indicando el vacío detrás de mi. Veo a Sonia que está detrás de Hera negando con la cabeza asustada
Me giro para ver el vacío y pienso que ella tiene razón pero no puedo fiarme de ella, aunque tenga la razón, debo confiar en Zeus y contarle lo que pienso o huir. Dejo de mirar el vacío cuando siento como un viento me empuja, gritó de la sorpresa y miedo al salir disparada al vacío con fuerza. Miro como queda lejos el castillo y no puedo creer lo profundo que está.
(Narrador).
Sonia mira impactada lo que acaba de pasar, pues no sabe ni que hacer ante tal escena al igual que tabú que ruge en sufrimiento, mientras que Hera disfruta de su caída. Ella la empujó con su magia, lanzando un fuerte aire con un abanico que Hera saco, pero pronto se desvanece toda felicidad al ver cómo un Zeus sale volando hacia el vacío para rescatarla, ni siquiera lo pensó dos veces el dios del cielo. Hera mira asombrada por lo que acaba de ocurrir, ella creyó que estaría demasiado ocupado para darse cuenta de la presencia de la mortal, pero lo hizo y lo peor de las cosas para ella es que no podrán volver dentro de 24 horas.
Él dios del cielo vuela por los aires con prisa hacia Holly que cae demasiado rápido al abismo, en el lugar de la tierra de los dioses. Zeus sabe que están por llegar y si no la alcanza puede morir, porque un humano no resistiría una caída así y ni siquiera puede pensar en eso, él no podría soportar verla caer así.
Al escuchar el grito aterrador de la joven siente como se le desgarra el corazón al Dios Zeus, pero intenta enfocarse y no pensar en ello. Pronto llega a ella que estira los brazos al aire y así le permite a Zeus sostenerla de la cintura con firmeza, Holly se sorprende al sentir unas manos en su cintura y abre los ojos para encontrarse con la calma, con los ojos oscuros de Zeus que le transmite confianza.
Holly siente alegría de sólo saber que siempre está ahí, salvando la y eso le hace pensar que él también siente lo mismo que ella. Admira su belleza desde este ángulo, él encima de ella y llevándola como si fuese un paracaidas, su cabello rubio platinado un poco despeinado por el aire que les da en sus caras, y su piel blanca, tan perfecta y sexy que le gusta. Él Dios del cielo se tranquiliza al saber que está bien, pues su mirada no puede engañar, es muy legible y sobre todo para él.
Enseguida aterrizan con sus pies en la tierra, Holly mira que están a salvó pero vuelve a ver a Zeus cuando suelta su cintura, como si el frío volviera a ella otra vez.
— ¿Estás bien? — preguntó él dios Zeus, con preocupación y ella niega pero lo corrige enseguida para asentir
— si, estoy bien — dice apurada por su distracción, pues volar en los aires te vuela la mente a otro lado — ¡¿Cómo llegaste tan pronto?!
— lamento lo que hizo Hera — se disculpa Zeus con ella, en donde se ve molesto por lo que ella hizo — no tiene límites, fue malcriada por mi familia
— escuché eso — dijo Holly mordiendo su labio, dudando en si decirlo o no, pero lo hace — ¿También de ti?, Tengo curiosidad, ¿Qué es ella para ti? — preguntó con miedo de escuchar su respuesta
— eso no importa ahora — responde Zeus y eso le molesta a Holly, que evada la respuesta
— ¡Claro que importa si me besaste! — gritó la joven desesperada, no puede dejar las cosas así, pero él parece no querer hablarlo
— lo siento, sé que soy contradictorio pero no hablemos de eso ahora — ella le mira aún molesta, porque no entiende nada. Zeus suspira para responder una parte — Hera es como una hermana para mí, la quiero mucho a pesar de como es
Eso le da alivio a Holly pero también le duele, saber que la cuidará sin importar que o, que le perdonará por ese echo. No es rival para ella y como dijo Hera, sólo protege a Holly por él bebé, eso es lo que piensa la chica.
— entiendo — dijo con tristeza y Zeus se acerca a ella, pero Holly enseguida se aleja de él. No quiere más confusiones
— lamento causarte todo este tipo de problemas — se disculpa Zeus, con un nuevo dolor en su pecho, pues desde que la conoció es lo que siente, ha tenido muchos cambios y descubierto muchos sentimientos por ella
— ¿Cómo saldremos de aquí? — preguntó Holly queriendo cambiar el tema
— no podemos volver a casa, porque caímos en el abismo — explicó y ella arruga su frente confundida
— ¿Qué? — preguntó asustada y él Dios del cielo sonríe de lado — ¿Él abismo?
— así se le llama cuando caemos en la tierra de los dioses, no les gusta los intrusos repentinos y por eso hacen está regla, quién entre sin permiso deberá esperar 24 horas para volver a su hogar o salir del abismo — informó Zeus a la chica
— ¡Qué horror!, ¿Y ahora que hacemos?, Tú eres el dios del cielo, puedes hacer lo que sea — dijo Holly, en apuros
— puedo, pero no tengo mi energía al cien ya que te rescate dos veces — explicó dejando a Holly boquiabierta, él Dios Zeus ríe divertido para negar — descuida, mañana podemos volver a casa mientras debemos buscar un lugar para quedarnos
— ¿Aquí? — preguntó Holly, mirando su alrededor con miedo
— no, iremos con Poseidón. Él es el Dios del mar y nos puede acoger ahí — indicó para caminar así que lo sigo. ¿Poseidón?, Ahora conoceré su Reyno, espero que no haya más gente malvada como con Hera.
(Holly).
Llegamos al castillo de los dioses del mar y valla que es interesante, hay mucha agua por aquí, hasta fuentes con decoraciones y fuentes bonitas, todo es muy blanco y azul. Camino al lado de Zeus por el jardín hasta llegar por una entrada de arco sin puerta, veo que es un castillo de un sólo piso pero muy extenso.
— bienvenidos a mis invitados de honor — dijo Poseidón con los brazos extendidos y una exagerada alegría, mientras camina hacia nosotros. No parece agradarle mucho está idea a Zeus pero veo que no hay más remedio.
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Mi mundo eres tú
Fantasiauna joven adolescente jamás pensó que quedaría embarazada pero, mucho menos pensó que quedaría embarazada de un Dios del cielo, a lo que ella le llama Dios griego. El dios griego se hace responsable de ella y el niño que aún no nace, los lleva a una...