33. ¡La llegada de la bruja!

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— ¿por qué lo hizo? — pregunté un poco molesta, suelto la mano de Zeus para abrazarme debido al frío y al recordar también el frío de la celda — Afrodita me contó que fue manipulado por Hera, sé que él haría cualquier cosa por ella pero...

— sé que estás molesta y lo entiendo pero no te preocupes, ambos recibirán su castigo pero primero debo ocuparme de salvarte — indicó y sonreí débilmente

— ¿Tú no estás molesto? — pregunté confundida

— lo estoy, pero ya sabía que él haría algo — bajé la cabeza con tristeza

— me lo advertiste — señalé y siento que pone su abrigo en mis hombros para cubrirme del frío, sonrío para mirarlo a los ojos donde su mirada siempre me calma

— no te culpes por eso y tampoco te preocupes por él, Poseidón es fuerte y logrará superarlo algún día — asiento con la cabeza, para abrazarlo de la cintura, apretando mi agarre en su espalda baja al tiempo que cierro los ojos y él frío desaparece por completo. Sus manos acarician mi cabello con ternura, haciendo que me sienta bien

— gracias por salvarme, por salvarme de mis papás — le agradezco y al no oír palabras de él, me separo para verlo a los ojos donde parecen tristes y eso me preocupa — ¿Qué ocurre?

— no quiero perderte — me dice en un susurro apenas audible, eso hace que sienta un pinchazo en mi pecho

— no lo harás — le garantizo y él vuelve acercarme a sus brazos donde me abraza con miedo. Supongo que tiene miedo de que la bruja me haga daño pero eso no va a pasar, porque juntos somos mucho más fuertes y lucharemos hasta el final.

Al día siguiente.

Me levanté temprano junto con mi hermana, pues queríamos almorzar antes de continuar con nuestros deberes. Sheyla debe trabajar y nosotros volver al palacio para hablar con los reyes, aunque esa parte me da miedo. tomo la planta con cuidado para ponerla en la tierra y plantar la flor que compré ayer en el puesto, convencí a Zeus de que me comprará una pues también me apetece tener un jardín bonito aquí. Aunque vivir aquí es temporal

— ¿Segura que quedó bien? — preguntó Sheyla en burla, hago un gesto de frustración porque no estoy convencida de si coloque bien la planta

— me falta experiencia, no te burles — me quejo y ella ríe

— eso tiene solución, yo las ayudo — dijo la voz de Hermes detrás de nosotras, quién usa su magia para plantarla bien. Sonrío feliz de que ayudará pero dejo de sonreír, al ver a Sheyla mirar al Dios del mensaje como una tonta, los miro confundida

— ¿Se gustan? — pregunté a ambos que enseguida me miran asustados, como si fuera algo nuevo para ellos. Sheyla comienza a reír nerviosa para aniquilarme con la mirada

— ¿Qué dices? — preguntó Sheyla y reí

— es hermosa tú hermana pero no creo ser la pareja perfecta para ella — dijo Hermes. Sheyla sonríe emocionada por eso y sé que sólo es cuestión de dejar atrás los complejos

— ¿Tú familia lo impediría? — inquirí

— ¡Holly!, Deja de hacer tantas preguntas — se quejó Sheyla apenada

— está bien. De echo no tengo familia, sólo es Zeus a quien considero mi familia — respondió Hermes

— ¿Entonces son muy cercanos?, ¿Cuál es tu don? — pregunté curiosa — ¿También eres muy poderoso?

— como vez soy el mensajero así que puedo correr y volar más rápido que todos, yo sé casi todo lo que pasa en este mundo e incluso él de los mortales — asentí sorprendida por eso, imagino debe ser agotador

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