Caminamos por el bosque y aunque no es de noche aún así da miedo, pero es un bosque muy bonito. Tiene bastantes árboles alrededor y césped en el suelo. Sheyla camina delante mío con preocupación pues ella piensa que no va a estar aquí, yo sin embargo siento que él estará aquí. Tal y como dijo.
- Sheyla, ¿Mi vida no volverá a ser como antes? - pregunté asustada, era muy feliz en el colegio con mis amigos, chicos, compras y todo eso de la adolescencia excepto por mis padres que me hacía muy infeliz esa parte
- no será del todo igual - veo como se tensan sus hombros a espaldas de mi - pero no todo debe cambiar, tú puedes seguir adelante y haciendo grandes cosas para ti pero eso sí, no será fácil, Holly - me aclara y miro algún punto del bosque con la mirada perdida, ¿en donde me metí? - veamos por aquel lado - pide ella y la sigo
Nos detenemos y parece que está agotada, hasta incluso más que yo y eso me hace reír.
- pareces una viejita - me burlo y ella me mira mal un segundo para después reír
Dejamos de hacerlo cuando escuchamos un ruido cerca de aquí. Ambas nos miramos asustadas porque es un ruido muy extraño.
- espera, será mejor que nos vayamos porque esto no me huele nada bien - dijo preocupada viendo a todos lados mientras yo la miro a ella
Pero no me doy cuenta hasta que volteó como si mi mente me pidiera que lo hiciera. Es justo cuando veo una bestia venir hacia mi con ganas de atacarme, me asustó pero enseguida llega mi alivio porque el dios griego aparece frente a mi, ¡Lo encontré!. Se lleva al animal salvaje que es más grande que uno, mis ojos se abren en total sorpresa cuando veo como pelea contra él y.. ¿En el cielo?.
Mi hermana está igual de impresionada que yo, ¿Qué está pasando aquí?.
— ¿En realidad es un dios griego? — preguntó sorprendida Sheyla, a mi lado y yo sigo en shock
Veo como se mueven con rapidez y me pregunto cómo vuela si no tiene alas ni nada por el estilo. Su cabello rubio platino se pega en su frente y es cuando veo que tiene un poco de sangre en el rostro.
— ¡Holly!, Cuidado — me grita mi hermana y es cuando veo como la bestia se acerca a mi. Retrocedo asustada preguntándome porque quiere atacarme.
De pronto él dios griego está frente a mi, tomando mi cintura y realmente nunca ví cuando llegó a mi. Toma mi mano con la otra que no está ocupada para hacerme girar al tiempo que nos elevamos un poco en el aire, mis ojos se abren de la sorpresa al ver cómo esquivamos juntos a esa bestia que lanza bolas de nieve. Ni siquiera estoy haciendo nada más que sostenerme de él con fuerza, es como si fuera una muñeca que hacen bailar.
Nos detenemos en el suelo y siento como frena sus pies en la tierra, sin dejar de mirarme a los ojos, es donde me doy cuenta el hombre que tengo frente a mi, unos ojos negros que me observan y ese rostro parece tallado por los mismos dioses. Entonces recuerdo nuestro beso en esa noche, fue algo diferente pero aún sigue borroso lo demás. Miro detrás de él asustada cuando veo que la bestia lanza otra bola de su boca hacia nosotros, justo quiero advertirle pero creo que eso él ya lo sabe y aún así llega esa bola a su espalda.
Él recibe el ataque por mi, se hace un poco hacia adelante y parece que escucho un quejido de su parte, siento su respiración en mi hombro mientras sus manos se sostienen de mis brazos y mi vista está en ese animal salvaje que se queda justo en su lugar pero no por mucho. El dios griego se aleja un poco de mi y lo veo preocupada pero parece que está bien, como si ese toque no le hubiera echo daño.
Me mira sin nada más que decir para darse la vuelta y pelear con esa bestia. Por un momento creí ver un brillo en sus ojos oscuros, fue muy rápido que no sé si fue real. ¡Ya no se que es real!. Observo como el acaba con esa bestia, con una espada en su mano que no sé cómo llego.
— ¿Estás bien? — preguntó mi hermana y negué, ella frunce el ceño y asiento
— estoy bien — respondí. Mis ojos no creen lo que ven
Él Dios griego limpia su espada para después desaparecerla, como si la hubiera aguardado. Se da la vuelta para caminar a nosotras, entonces pienso que voy a necesitar tomar aire para armarme de valor. Va vestido como una persona normal, pero le queda muy bien esa camisa blanca que tiene doblada por los codos y ese pantalón negro.
— ahora entiendo porque caíste — dice Sheyla viendo mi cara de hipnotizada
— disculpen señoritas, no era mi intención que vieran eso — se disculpa él apenas llegar, ¡Su voz es muy sensual!, Ni siquiera sé cómo es que pude hablar con el!, O besarlo hasta tener sexo. Hay una respuesta para eso y es el alcohol
— ¿Qué eres? — preguntó mi hermana asustada y yo seguía sin saber que decir. Él aparta la vista de mi para verla — ¿Q-qué fue eso? — siguió ella
— sólo olviden lo que pasó aquí — nos pide y arrugó mi frente confundida, ¿Cómo olvidar algo así?
— no creo poder hacerlo — dijo mi hermana con estrés al no saber que hacer
— están aquí para hablar conmigo, ¿No es así?, De otro modo, ¿por qué estarían en el bosque?
— tú dijiste que vendrías aquí a hacer un homenaje a tu mamá — hablé por primera vez y me sorprende lo bien que lo hice
— ¿Recuerdas todo lo que paso esa noche? — preguntó él y negué
— sólo algunas cosas y... — Sheyla me interrumpe al ver que vacilo
— venimos a buscarte por alguna razón importante pero, ahora no sé si es buena idea con lo que acabamos de ver
— ¿Qué quieres decir?, Parece serio — preguntó él pero no decimos nada, él suspira con cansancio para hablar pero me adelanto
— ¿Eres un Dios griego? — pregunté de golpe y él me mira impactado al igual que Sheyla, de pronto suelta una pequeña risa que me parece atractiva
— no, pero gracias por el cumplido — agradece y siento pena por eso que dije — de acuerdo, les contaré la verdad si ustedes me dicen, ¿Qué hacen aquí?
Miro a Sheyla y ella hace lo mismo para asentir con la cabeza.
— empieza tú, por tu nombre — le pide Sheyla a él quién asiente con seriedad
— mi nombre es Zeus y soy un Dios del cielo — lo miro sin poder creer lo que dice, siento que en cualquier momento me voy a levantar de un sueño — acabar con la bestia y defender el mundo de los mortales, es mi deber — garantizo
— no lo creería pero acabo de ver lo que hiciste — confesó Sheyla
— ¿Quieres decir que hay más como tú?, ¿Qué hay otro mundo? — pregunté con emoción por imaginarme la idea
— ya hablé mucho por hoy, ahora les toca a ustedes — pide Zeus y mi sonrisa desvanece, él lo nota — puede que haya más de lo que crees — sonrío al escuchar su respuesta
— no sé cómo te vas a tomar esto, pero hay algo que paso cuando tuvimos. Ya sabes...— intento decir pero no puedo, hasta que caigo en cuenta de algo, ¿Estoy embarazada de un Dios griego?, Digo Dios del cielo
— no sé si sea posible pero está pasando, Holly está embarazada de ti, no entiendo porque, se supone que si eres un Dios del cielo, debiste ser cuidadoso — Exclamó Sheyla en queja y confusión lo que le sorprende a Zeus
— ¿Embarazada? — preguntó y asentimos al tiempo, él me mira a los ojos confundido.
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Holaaa a todos, ¿Qué les está pareciendo la historia?, espero que les este gustando y que vayan conociendo más a los personajes
Dejen su voto si les está gustando y sus comentarios, se los agradecería mucho. Está es mi primera historia de fantasía y estoy muy emocionada.
XOXO.
J.L.
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Mi mundo eres tú
Fantasyuna joven adolescente jamás pensó que quedaría embarazada pero, mucho menos pensó que quedaría embarazada de un Dios del cielo, a lo que ella le llama Dios griego. El dios griego se hace responsable de ella y el niño que aún no nace, los lleva a una...