25. ¡él rey está aquí!

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Ahora es cuando menos deseo volver a mi mundo, porque hace poco quería irme de aquí o quizás sea que mi mundo es con él. Miro el pequeño lago que está encerrado en una pequeña celda acuática, esto lo hicieron justo para pescar pues pasan muchos peces que son difíciles de atrapar. Gruño molesta y él ríe al estar relajado observando.

- debes tener paciencia - me recomienda Zeus a mi lado y lo miro mal

- eso intento - me defiendo y ahora me pregunto que será de nuestra vida, estando juntos

- lamento lo que te hicieron mi madre y Hera, nunca debí dejarte sola - me dice con arrepentimiento, muerdo mi labio nerviosa

- ¿Te contó Afrodita?

- no con lujos de detalles, pero si lo del doctor - al decir eso parece muy enfadado, bajo la cabeza algo apenada por esa parte

- no quiero que te pelees con tu familia por mi culpa - le digo preocupada

- tú no tienes la culpa de nada, deben aprender a tener límites - mencionó y sonrío, quiero calmarlo

- descuida, tengo muchos ángeles cuidándome empezando por tabú y por eso, creo que se merece un buen filete - sugerí y Zeus voltea a ver a tabú que está acostado en el pasto, el ruge en acuerdo conmigo

- lo estás consintiendo demás, princesa - río al ver sus celos salir, le hace verse más frío de lo normal

- así como tú lo haces conmigo, señor Dios del cielo - le pico divertida, me mira con una ceja alzada

- y lo seguiré haciendo, al igual que nuestro hijo - indicó y me detengo en la pesca, pues esa duda me tiene confundida y me pregunto si será como en las películas

- sobre eso, ¿Qué tal si no es un hijo futuro heredero al trono? - pregunté confundida y él me mira enseguida - ¿Si es una niña tendría algo de malo?

- no, claro que no pero todos prefieren un heredero y si es una niña no pasaría nada, porque igual es mi hija y sería aceptada - asiento más tranquila por su respuesta - también tendría un puesto como Diosa

- me alegra oír eso, pero siento que a mí jamás me aceptarán - confesé melancólica para continuar cazando un pez

- lo harán - fue lo único que pudo decir y no digo nada porque siento que el pez a cogido el anzuelo

Gritó de emoción, desesperada por traerlo hacia mi y con miedo de que se vaya, Zeus me mira con diversión y no dejo de decirle que me ayude, pero parece pasarla bien con mi sufrimiento.

- ¡Lo tengo!, ¡Es mío! - grité eufórica cuando de repente no siento a él pez, miro confundida y decepcionada el lago, para ver qué no está en el anzuelo y entonces me giro hacia Zeus dándome cuenta que él lo tiene. Lo sostiene con su mano con seguridad como si se burlará de mi, lo hizo con su magia. Le aniquiló con la mirada

- ¡Eso es trampa! - grité molesta - ¡Me lo haz robado!

Él arruga su frente fingiendo estar ofendido.

- me pediste que te ayudará y eso hice - aclaro como si nada, lo miro incrédula y él ríe para entrar a la cocina. Lo sigo detrás molesta, aún quejándome por lo que hizo

- ¡Esa no es la ayuda que quería!, No me refería a eso - protesté y pone el pescado en la mesa, la pica con un cuchillo grande tipo hacha - eres un tramposo

- deja de quejarte y comamos de mi pescado - reí por aquello que dice

- yo lo capture, como sea yo te puse las cosas fáciles - le digo señalando con mi dedo acusador frente a su cara

Zeus voltea hacia mi, para tomar mi mano donde lo estaba acusando con mi dedo. Mi sorpresa no cabe en el rostro cuando me empuja a la encimera, acorralando me en ella, mis ojos azul ven a este Dios griego que da miedo en este instante

- es de mala educación tratar a un dios del cielo así - me advierte y no digo nada, pues me siento intimidada por lo cerca que está. Él me mira con profundidad y lo observo perpleja al ver que su expresión cambia

Otra vez ese brillo en sus ojos, como si la culpa lo estuviera consumiendo. Acerco mi mano a su mandíbula para acariciarlo, pues su mente se fue a otro lado y quiero saber que le pasa.

- ¿Estás bien?, Te ves preocupado - pregunté con preocupación al verlo así, ahora sé que cuando él es infeliz yo también lo soy. Levanta su mirada para clavarla en mi

- no te merezco, eres lo mejor de mi vida y yo.. sólo te causo problemas - niego con la cabeza, ¿Por qué dice esas cosas?

- no digas eso, nadie es perfecto y no tienes que serlo, de verdad Zeus - le digo para hacerlo sentir mejor y sonríe un poco, pero no del todo y no entiendo porque salió esto de repente

- gracias, hermosa - dice acercando su rostro al mío - feliz cumpleaños - vuelve a decir y sonrió. Cierro los ojos al sentir la suavidad de su rostro, de su nariz que choca con la mía y nos acariciamos una y otra vez, reconfortando nos

Sonrío por las cosquillas que me empiezan a dar, él parece muy tranquilo y me alegra relajarlo de este modo. Pero nuestro momento es interrumpido por unas voces fuera de la cocina. Arrugó mi frente confundida, viendo la puerta

- es Afrodita - indicó Zeus para salir, lo sigo detrás

Nos encontramos a Hans y Afrodita fuera de la cocina, ella nos ve a ambos confundida

- parece que ustedes dos no pierden el tiempo, no saben cuánto me alegra ver eso - comentó Afrodita, con una sonrisa divertida - se ven muy muy felices al tener...

- ¡Por favor, no lo digas! - le pido y Zeus junto con Hans ríen divertidos, Afrodita sonríe para acercarse a mi y abrazarme

- feliz cumpleaños, Holly. ¿Creiste que no lo sabría? - abro mis ojos en sorpresa, realmente no lo espere pero me alegra que supiera de mi - es imposible ocultarme cosas, linda - la abrazo con fuerza por sus agradables palabras, Hans carraspea y lo veo detrás de Afrodita con el ceño fruncido, como molesto. Nos separamos para verlo con confusión

- ¡Suficiente abrazo!, Mi novia sólo me puede abrazar a mi - dice en tono celoso. Afrodita le mira mal y yo sonrío para ver a Zeus quién no muestra mucha expresión en este momento

- ¿Están juntos? - pregunté feliz y ella asiente, realmente esto ya lo imaginaba de echo estaban tardando - me alegra, ¡Que bien por ambos!

- gracias holl y feliz cumpleaños, sólo bromeaba un poco con lo del abrazo - señaló Hans y sonrío cuando un sirviente de él Dios del cielo, viene apurado

- ¡Su- majestad! - dice intentando controlar su respiración, Zeus le mira con inquietud, pidiéndole que hable - él rey está aquí, su padre quiere verlo y no está nada contento.

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