20. ¿él beso no significo nada?

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(Holly).

- ¿Qué los trae por aquí? - preguntó alguien más detrás de Poseidón, camina muy relajado y cuando se acerca le reconozco

Es él que salvó a mi hermana, Sheyla, ¡Él mensajero!, Recuerdo cómo se emociono mi hermana al verlo. Me reconoce enseguida y sonríe al verme.

- es un honor volver a verte, Holly - saluda Hermes con amabilidad y respeto

- ¿Se conocen? - preguntó, Poseidón confundido quién nos ve a ambos. Puedo ver qué su cabello azul reluce más en este lugar

- la conocí en el mundo de los humanos, ¿Cómo estás? - preguntó al terminar de responder

- estoy bien, gracias y también gracias por salvar a mi hermana - agradecí recordando eso

- no fue nada, ¿Cómo está ella? - preguntó y no noto algo que me haga creer que le guste, es una lastima porque a Sheyla parece que si le gustó

- está bien

- venimos a quedarnos una noche, no podemos volver porque caímos en el abismo de los dioses de la tierra - explicó Zeus, cambiando de tema - todo fue gracias a Hera, como siempre causando problemas cuando algo no le parece

- imaginé que no sería fácil con ella - comentó Hermes con preocupación

- ella tiene sus momentos, ¿Todo un encanto?, ¿Eh? - preguntó Poseidón divertido, noto como si la estuviera apoyando pero intenta disimular

- hasta sus berrinches tienen consecuencias - advierte Zeus para hacerlo enojar, Poseidón no comentes nada, sólo se calla

- bueno, pues aquí no tendrás problemas, Holly - le sonrío a Hermes por su amabilidad, parece un buen amigo de Zeus

- claro que no, eres bienvenida y les mostraré su cuarto - me guiña el ojo, Poseidón

- nos quedaremos juntos, así que yo le mostraré el cuarto - dijo Zeus, palmeando él hombro de Poseidón con tranquilidad. Toma mi mano, sorprendiendo me para llevarme por un pasillo abierto, con vista a la naturaleza

Hermes nos sigue detrás, yo aún no puedo creer lo que acaba de decir, ¿Nos vamos a quedar juntos?, ¡De nuevo!. Su mano parece protectora sobre la mía, con la mirada que le dedico a Poseidón parecía furioso.

- encárgate de vigilar que todo esté bien, Hermes. Estamos descubiertos aquí - le explicó Zeus a Hermes, sin mirarlo pues está concentrado en su camino

- no te preocupes Zeus, todo está bajo control. La marina está cuidando - le informó y eso parece tranquilizarlo - te espero en la roca y... Holly nos vemos luego, fue un gusto verte - me dice Hermes, despidiéndose y le sonrío ya que Zeus no me suelta

Me lleva dentro de una casita que es parte de la gran casa, es un cuarto grande con una mini sala y la cama a su lado en unos cuantos centímetros, la cama es matrimonial.

Hay muchas plantas aquí dentro y también hay un baño dentro, todo aquí es muy de piedra. Zeus suelta mi mano y lo miro enojada por su posesión repentina.

- ¿Qué fue eso? - pregunté molesta por su brusquedad

- lo siento - suaviza su mirada, pero sigo sin relajar la mía - tú no tienes la culpa de nada, pero Poseidón me saca de mis casillas así que aléjate de él, lo más posible que puedas - me pide preocupado, la miro confundida viendo sus ojos oscuros con calma

- yo... Estoy confundida - dije sin más

- lo sé, se que quedaron cosas pendientes y te las voy a explicar, pero es que si te dije que era imposible que estemos juntos, es por eso que te dije que no te enamores de mi pero yo tampoco pude evitarlo. Lo último que quiero es que sufras por mi culpa, ya lo estás haciendo gracias al embarazo y por eso prometo que te devolveré tu vida - me asegura y niego con tristeza, pues no sé si sentirme feliz o triste por sus palabras

- ¿Él beso no significo nada? - pregunté dolida

- Holly - dice mi nombre al tiempo que acaricia mi mejilla con su mano - ese beso fue lo mejor que sentí, no quería aceptarlo porque sé que esto no está bien, no quería aceptarlo porque no quiero hacerte daño pero...¡Mierda!, Me importas y mucho - lo miro sorprendida. No espere que dijera aquello y algo dentro de mi se emociona al escuchar eso, pero otra parte de mi siente miedo - Hera sólo es una hermana que quiero, pero sobre todo tengo que cuidarla por los reyes y aún así, te protegería a ti antes que a ella, así tenga que ser castigado

Sonrío enternecida por su lindo discurso, río un poco nerviosa y él me mira confundido.

- es imposible que castiguen al Dios del cielo - comenté divertida y me sostiene la cara con sus dos manos, acercándose más a mi

- no es sólo por mi hijo que llevas dentro de ti, si no también por ti. Porque te amo - abro mis ojos sorprendida por esa confesión, ¡No puedo creer lo que escucho!, Siento que voy a despertar del sueño en cualquier momento.

- ¡No puedo creerlo! - admití y él sonríe, empujó sus manos lejos de mi cara para abrazarlo con fuerza, rodeando su espalda ancha. Zeus me recibe acariciando mi cabello y él sólo hacer esto se siente bien - intenté alejarme porque me lo advertiste, ¿Y tú eres el que terminó enamorado?, No sé si sea fácil creerte - le digo con sinceridad

- entonces te lo demostraré, princesa - me separo para verlo a la cara, a esa belleza tallada por los mismos dioses y adoro como sus ojos negros, con pestañas largas me miran con amor y determinación

Deja de verme para acercarse a mi frente y cierro los ojos por instinto, recibiendo su beso cálido en la frente. Le sonrío para verlo de nuevo algo que se siente nuevo para mi. De pronto me levanta en sus brazos, igual que a una princesa y eso sí que me sorprende, lo miro confundida con mis manos en su cuello. Una mirada traviesa veo en su rostro y le miro mal algo que él ignora, me lleva a la cama y lo miro asustada pero eso parece divertirle aún más.

— ¿Qué haces? — pregunté divertida y él ríe

— llevarte a la cama para que descanses, ¿Qué más pensabas? — preguntó con diversión, lo miro mal porque me hace ver pervertida

— ¡No pensé nada! — me quejo en mi defensa y él ríe para negar, al tiempo que me deja en la cama con gentileza. No deja de mirarme ni un instante, al igual que yo y él no se separa del todo — quédate un poco más — le pido y sonríe bajando la mirada

— me quedaré pero no un rato, si no toda la noche — me advierte y  parece que lo hace a propósito

— habló enserio — me quejo y él asiente

— yo también, sólo me quedaré a dormir contigo si no te incómoda pero primero debo hablar con Hermes — me informa acariciando mi mejilla

— no me incómoda, así que te espero — le digo para tranquilizarlo, pues cambio un poco su semblante a preocupado aunque él intenta disimular

— bien, entonces te veo en un momento princesa — besa mi mano con cuidado al tiempo que cierra los ojos, observo su rostro al tener los ojos cerrados pues parece todo un Romeo.

Miro hacia arriba al estar sola, ¿Me preguntó que tanto deben hablar?, Quizás son cosas de dioses y no debo darle mucha importancia, o al menos no entrometerme. Respiro hondo porque no creo poder dormir aquí sola en este lugar desconocido.

Me pongo de pie con una bata y salgo fuera de mi habitación acogedora, camino por el pasillo abierto donde se ve él cielo y él lago se ilumina más en la noche. Me detengo al ver a Zeus hablar con Hermes y sé que dije que no debo entrometerme, pero estoy aquí escuchando lo que dicen.

— ¿Todo está bien? — preguntó Hermes y Zeus niega

— no, hay sentimientos que no se pueden controlar y debo enfocarme en mi misión — responde Zeus, me escondo bien en un poste de madera viéndolos en el jardín conversar

— sé que no quieres hacerlo, pero si no lo haces estará en fuego este mundo — le aconseja Hermes y me pregunto que será

— tú viste lo que pasó esa noche en la fiesta, no quiero hacerle daño y mentir se vuelve cada vez más difícil — indicó Zeus y arrugo mi frente confundida

— ¿Tú?, ¿Él Dios Zeus preocupado?,  Vaya que haz cambiado con ella, eso es bueno pero debes tomar una decisión que no te gustará — le recuerda y no entiendo nada, ¿De qué hablan? — necesitas la gema

— lo sé, y la conseguiré — afirmó Zeus y retrocedo preocupada. ¿La gema?

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