13: Fragmentos de vidrio.

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TW: escenas de violencia, sangre.

2 de febrero;

"Mujeres primero." Malfoy extendió su brazo hacia la entrada, con los ojos en Hermione mientras sus labios se elevaban en esa sonrisa cruel que ella despreciaba.

Sus cejas se dispararon hasta la línea del cabello. "¿Desde cuándo eres un maldito caballero?"

Tuvo la audacia de resoplar. "Yo era un caballero mucho antes de convertirme en mortífago, Granger". Su sonrisa se convirtió en un ceño fruncido cuando ella no hizo ningún intento de cruzar el umbral "Sabes que podría arrastrarte a través de el, ¿no?"

Hermione cruzó los brazos sobre su pecho, frunciendo el ceño, asegurándose de que sus fosas nasales se dilataran para mostrar su repugnancia. Ella había estado planeando esto durante días, archivando cuidadosamente sus recuerdos y reorganizando las puertas de su hotel para asegurarse de que él viera este recuerdo a continuación.

Si esto iba a funcionar, necesitaba que pareciera convincente. Si iba a bajar la guardia, necesitaba hacerle pensar que no quería que viera este recuerdo, como todos los demás. Lo necesitaba engreído, superior, lo suficientemente arrogante como para entrar en la habitación con el triunfo nublando sus ojos, temporalmente sin saber a qué habitación estaba entrando, y luego podría encarcelarlo allí. Enjaularlo de la misma manera que él lo había hecho con ella. Había tendido la trampa perfectamente, ahora solo tenía que esperar, arrodillarse y rezar, que él mordiera el anzuelo.

Ella soltó un último resoplido irritado y se abrió paso entre él y atravesó la puerta, asegurándose de clavarle el codo en las costillas mientras lo hacía.

"Buena chica", lo escuchó reírse detrás de ella.

Tan pronto como entraron en la habitación, un escalofrío recorrió la espalda de Hermione. Se obligó a mantener su expresión en blanco a pesar del terror que sentía atravesando sus huesos.

Necesitaba ver esto. Si alguno de sus recuerdos tenía el poder de lastimar a Malfoy, estaba segura de que ese era el indicado. Este era el que lo abriría, lo haría sangrar, lo golpearía como ella quería. Solo necesitaba mantenerlo aquí el tiempo suficiente para que le doliera.

Siguió caminando hasta que estuvieron en medio de la habitación con poca luz, al menos a siete metros de la puerta que la trajo aquí, y él la siguió de cerca, casi uno al lado del otro. Golpeó nerviosamente con el pie el suelo de madera oscura mientras la habitación se materializaba a su alrededor.

Era un salón con un candelabro de aspecto ostentoso colgando del techo que probablemente costaba más que la casa de sus padres. La habitación tenía techos altos con pilares de piedra lisa que mantenían unida la estructura y una gran chimenea hecha del mismo mineral satinado. Los pocos muebles dispersos en la habitación eran mínimos y tan oscuros y miserables como el piso.

Respiró hondo para estabilizarse, para calmar la forma en que se le revolvía el estómago, la forma en que deseaba vomitar mientras contemplaba la habitación que la rodeaba. Era una habitación que ella conocía bien. Una habitación que despreciaba, temía, odiaba y nunca quería volver a ver. Era una habitación que había perseguido sus pesadillas durante años.

Nueve figuras fantasmales aparecieron en la habitación. Dos ladrones. Ron. Harry. Una versión más joven de Hermione. Tres figuras con cabello rubio helado y una con rizos gruesos y salvajes y ojos asesinos.

Tan pronto como Malfoy se dio cuenta de dónde estaban, palideció, y su respiración se volvió entrecortada cuando vio a su madre. Se congeló por un momento, y Hermione vio la misma pequeña emoción brillar detrás de sus ojos, una sola chispa de relámpago contra el cielo gris. Solo duró un segundo, un pequeño momento antes de que volviera a levantar sus paredes de Oclumancia. El brillo se desvaneció tan rápido como había aparecido, pero ella lo vio. Sabía que sentía algo. Sabía aún más que ella había tenido razón, este recuerdo lo lastimaría, solo necesitaba mantenerlo aquí.

Secrets and Masks - dramione *TRADUCCIÓN*✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora