Secrets and Masks - dramione *TRADUCCIÓN*✓

30: Un máscara de demonio, una sangre sucia y un psicópata entran en un bar.

15 de mayo;

"Esto es justo lo que necesitaba hoy", la voz de Malfoy era tan aguda como el hechizo cortante que lanzó sobre su hombro, cortando la cabeza de un muggle en un solo movimiento. "Estar atrapado en medio del puto Bournemouth, inmovilizado por disparos, con un sangre sucia-"

Hermione lo sintió fruncirle el ceño a través de su máscara.

"- y un psicópata".

Theo, que estaba arrodillado al otro lado de Hermione, comenzó a reírse sombríamente. "Eso suena como el comienzo de una broma muy divertida".

El aire silbaba de repente cuando algo voló sobre la parte superior del tanque volcado detrás del cual se escondían, y una ola de adrenalina atravesó a Hermione cuando vio la granada preparado para explotar. Y tendida a sus pies.

Aunque Malfoy apuntó su varita instantáneamente, Theo reaccionó más rápido. Recogió mágicamente la bomba, antes de arrojarla bruscamente hacia donde había venido. Y medio segundo después, explotó, desintegrando a los soldados muggles que lo habían arrojado en primer lugar.

Satisfecho con su demostración de violencia, Nott hizo una pequeña reverencia teatral y dijo: "Y para mi próximo acto, una broma. Una máscara de demonio, un sangre sucia y un psicópata entran a un bar. El psicópata le dice al demonio-".

"Te reto a que termines esa frase, Theodore". Malfoy apuntó su varita al pecho de su subordinado. Una advertencia, claramente no estaba de humor para bromas y teatro debido a la peligrosa situación en la que estaban atrapados. "Realmente lo hago".

"Está bien, está bien. No hagas un nudo con tu maldita varita". Theo alzó las manos en señal de rendición. A pesar de que todavía llevaba puesta la máscara dorada cubierta de sangre, fingió secarse el sudor imaginario de la frente cuando Malfoy bajó la varita. "Alguien está un poco malhumorado hoy".

"¡¿Un poco malhumorado?! En caso de que no te hayas dado cuenta, estamos en medio de una zona de guerra, rodeados por algunos muggles patéticos con sus armas muggle patéticas-"

"No, no es eso. Has sido un bastardo amargado durante días".

"Oh, ¿alguna vez dejas de hablar?"

"Pensé que una broma podría hacerte bien. Que levantaría la moral del equipo. Aligeraria el estado de ánimo-"

"Conoces la magia sin palabras, ¿verdad, Theodore? Aún serías capaz de matar a esos soldados si te cortase la lengua y te la metiera por el culo, ¿no?"

"Granger ciertamente parecía que quería escucharlo". El asesino Máscara Dorada la empujó juguetonamente con el codo "¿No es así, cariño?"

Hermione no respondió. Incluso si hubiera querido, dudaba que pudiera haberlo hecho. Había estado bajo The Demon Hex durante el período más largo que jamás había estado antes, alrededor de tres horas, y la maldición no mostraba signos de aflojarse. En lugar de eso, parecía estar enroscándose más profundo, enterrando sus raíces en su piel como las espinas de una rosa y tirando de ella hacia donde la quería.

No, Hermione no respondió a Theo. En cambio, estaba escuchando, aprendiendo, analizando el patrón de las balas mientras golpeaban contra el tanque de metal. Esperando una oportunidad.

Las balas se detuvieron. Hubo una breve pausa, presumiblemente para recargar, y Hermione comenzó a contar.

Uno.

Dos.

Tres.

cuatro -

Las balas empezaron de nuevo. Chocaron contra el tanque con tanta fuerza que sacudieron el grueso metal y resonaron en los oídos de Hermione. Estaban siendo disparados desde una ametralladora de trabajo pesado, del tipo que era tan grande que necesitaba ser apoyada sobre patas de metal para poder apuntar con eficacia. Si alguno de los Mortífagos se interpusiera en su camino, sería partido por la mitad por la pura fuerza de las balas.