Secrets and Masks - dramione *TRADUCCIÓN*✓

73: El demonio que se ganó sus cuernos.

Creo que todos sabían que esto vendría, pero tengo que decirlo:

TW; representaciones gráficas de violencia, guerra, mutilación corporal y muerte.

4 de julio;

Debería haber asesinado al chico Malfoy hace una década.

Mientras se Aparecía en las calles empedradas de York, eso era todo en lo que Voldemort podía pensar.

¡Él habia dejado que esto sucediera! ¡Había dejado que Draco le hiciera esto! ¡Había dejado que los Malfoy lo arruinaran!

La destrucción de los Horrocruxes y la pérdida de su ejército, ambos fueron por culpa de Draco. Este estado en el que se encontraba... esta debilidad que sentía apoderándose de su cuerpo. Todo fue porque había dejado que esa miserable familia sacara lo mejor de él.

Dos veces antes de que los Malfoy lo hubieran traicionado. No debería haberles dado la oportunidad de hacerlo por tercera vez. Debería haber seguido sus instintos y asesinado a los tres en su mansión.

Debería haber sabido que la familia no era buena cuando Lucius no pudo recuperar la profecía hace tantos años, porque ¿qué mayor traición había que traicionar la confianza de tu amo? Voldemort le había confiado algo tan precioso y le había fallado. Después de eso, Voldemort debería haberse lavado las manos con todos ellos. Era lo que se merecían, era lo que se habían ganado y, sin embargo, les había dado otra oportunidad.

La traición de Narcissa debería haber sido el último clavo en el ataúd de los Malfoy. Sangre mágica o no, 28 sagrados o no, debería haberlos borrado a todos cuando ella le mintió acerca de que Harry estaba vivo, pero de nuevo... Se había desviado. En contra del consejo de todos sus asesores, les había dado otra oportunidad. Pensó que si ejecutaba a dos de los traidores mientras el tercero miraba, podría traer un nuevo aprecio por él y su misericordia. Pensó que podría hacer que el último Malfoy restante fuera un poco más agradecido, un poco más... obediente.

Durante un tiempo, había funcionado. Durante un tiempo, el único Malfoy que quedaba había sido una fuerza a tener en cuenta. Había sido cruel y poderoso. Había sido el asesino más despiadado y hábil del mundo porque Voldemort lo había hecho así. Voldemort lo había creado.

Había aplastado toda la debilidad de Malfoy y lo había hecho fuerte. La gente temía ver sombras con cuernos porque Voldemort le había dado la máscara. La gente temía la mención del nombre de Draco casi tanto como temían el de Voldemort, porque Voldemort lo había hecho así.

Casi había inmortalizado al chico tanto como a sí mismo.

¿Y así era como había elegido pagarle? ¿Traicionándolo? ¡¿Derribando al hombre que había hecho de él todo lo que era?!

Todo lo que Draco había hecho por Voldemort durante la guerra, ya no importaba. No importaba cuán instrumental había sido Draco en los ejércitos de Voldemort. Todas esas batallas que había ganado con la punta de su varita, todos los miembros de la Orden que masacró en nombre de Voldemort... nada de eso importaba ya. Ahora no era nada para Voldemort. Su pizarra había sido limpiada. Bien podría haber estado trabajando para la Orden todo el tiempo.

Debería haberlo matado cuando tuvo la oportunidad.

Los pies de Voldemort se arrastraron contra las piedras ásperas mientras caminaba por el camino a la Catedral...

Si hubiera matado a Draco cuando era un niño, nada de esto le estaría pasando a él...

Se sentía más débil, más débil de lo que se había sentido en más de una década. Incluso respirar se sentía como si fuera una tarea difícil para él.