Secrets and Masks - dramione *TRADUCCIÓN*✓

2: ¡No volveras a salir!

18 de noviembre;

"¡Mione, casi te tienen! ¡Casi te matan!" Ron gritó, sus ojos azules llenos de lágrimas no derramadas mientras la agarraba por los hombros. Ella deseaba que simplemente se fuera a la mierda. Odiaba las demostraciones emocionales como esta. Ella, apenas y resistió el impulso de abofetearlo.

"Ron, estás exagerando por completo. Estoy bien. He hecho misiones como estas miles de veces y nunca ha pasado nada. Este fue  solo un incidente".

"¡No me importa! ¡Mataron a Creevey! ¡Y Finnigan dijo que estabas a dos segundos de recibir un Avada!" Ron gritó: "¡Esos imbéciles babosos casi te tienen! No irás a otra misión nunca más-"

La irritación barrió la columna de Hermione, la ira calentaba su piel. "¡No te atrevas a decirme lo que puedo y no puedo hacer! ¡Soy más que capaz de cuidar de mí misma!" Hermione escupió mientras cruzaba la sala de juntas hacia el mueble de bar cerrado. Abrió las puertas con brusquedad y alcanzó con fluidez familiar para recuperar la botella de ginebra medio vacía y un solo vaso en el estante más alto.

Ron podría irse a la mierda si pensaba que ella le ofrecería un trago. Estaba demasiado enfadada. Demasiado enfurecida por sus implacables intentos de mantenerla en la base, de controlarla. Se había enterado hace algunos años que Ron estaría muy feliz de arrojarla en una jaula hecha por él mismo. Encerrarla como a un animal salvaje y tirar la llave, si eso significaba que estaría a salvo.

El mismo concepto hizo hervir su sangre.

Ella se mantuvo de espaldas a él mientras desenroscaba la tapa y llenaba el vaso casi hasta su capacidad. Echó la cabeza hacia atrás y bebió la mitad del contenido del vaso. Su garganta ardía con la ginebra amarga y sin azúcar.

Podía sentir los ojos de Ron sobre ella, juzgándola, mientras vaciaba el resto del vaso con otra inclinación de cabeza.

"No sabes lo que es para mí cuando te vas de aquí". Ella no se giró para mirarlo. "No sabes lo que es cuando te vas y no sé si volverás. Es-"

Él se interrumpió con un sollozo ahogado, pero ella aún se negaba a darse la vuelta y se plantó firmemente en el lugar. No podía soportar que él la mirara con esos tristes ojos azules y le suplicara. Le hiciera prometer que no iría a otra misión, como él siempre lo intentaba cuando ella tenía un roce cercano con la muerte.

Había roto demasiadas promesas desde que comenzó la guerra, no quería romper otra. Estaba cansada de eso.

"Por favor, Mione. Por favor, no vuelvas a salir. No es seguro. Uno de estos días algo va a pasar y no volverás a mí", dijo, y ella pudo escuchar sus pies arrastrándose torpemente sobre el suelo cuando llegó a pararse detrás de ella. "Y necesito que vuelvas a mí".

Hermione respiró hondo mientras se giraba para mirarlo, sus fosas nasales dilatadas por la ira. "No soy tuya para que me puedas perder Ron. No he sido tuya por mucho tiempo".

La expresión de Ron cayó, con los ojos muy abiertos y la boca abierta mientras la miraba fijamente. Agarró la botella de ginebra por el cuello y lo empujó para pasar a la salida, asegurándose de conectar con su hombro al pasar. Esperaba que le doliera a él también.

"Asegúrate de saludar a Romilda de mi parte", gritó por encima del hombro mientras cerraba las puertas detrás de ella un poco más fuerte de lo necesario. "¡Vas a ser un padre excelente!"

(...)

Hermione se sentó en el jardín helado, sola, bebiendo su ginebra. Cualquier pensamiento de un abrigo o manta olvidado por su ataque de ira. En cambio, lanzó un hechizo de calentamiento en su ropa. No fue tan efectivo como un abrigo real o un fuego abierto, pero serviría.